martes, 18 de septiembre de 2018

Jesus Basiano pinta el Valle Aezkoa


     Gracias a mi trabajo en el Museo de Estelas de Abaurrea Alta – Abaurregainako Hilarriak he conocido a gente realmente excepcional, personas que tropiezan por aquí y con quienes conecto en seguida. Bueno, esta entrada viene provocada por uno de estos visitantes del verano, un señor muy agradable que me puso tras la pista de varias estelas aezkoanas y, de propina, me informó sobre una serie de cuadros que el pintor Jesús Basiano había pintado en este valle (y que, con su permiso, veréis ilustrando esta entrada)

     En seguida me vino a la mente aquella escueta entrada que escribí sobreel paisaje de Abaurrea Alta con el que me tropecé en una exposición sobre Menchu Gal que hicieron en el Kursaal y pensé en hacer algo parecido con este prolífico pintor murchantino que en sus viajes para plasmar los paisajes de Navarra llegó hasta el valle de Aezkoa para inmortalizar algunos de sus rincones, concretamente los pueblos de Garralda, Arive y Villanueva de Aézcoa. 


Jesus Basiano pintando la Catedral de Pamplona en 1955, fotografía extraída de esta página

    Jesús Basiano nace en Murchante un 9 de diciembre de 1889 y hasta su fallecimiento en 1966 se estima que llegó a pintar más de 4.000 cuadros, siendo uno de los pintores más prolíficos que hemos tenido en Navarra. Nace en una familia sin vinculación alguna al mundo del arte y en su residencia familiar, en la calle de la Paz de Murchante, podemos ver hoy una placa que recuerda al pintor.

     En su juventud, se traslada con su familia a Vizcaya y es allí cuando comienza su carrera de formación en la escuela de Artes y Oficios entre 1906 y 1912, para después continuar su carrera estudiando en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. De la capital madrileña se trasladará a Roma para finalizar sus estudios en 1916. ´

Garralda. 1930-35.  Óleo sobre lienzo. 70 x100 cm. Expuesto en Palacio del Gobierno de Navarra.
     
 A su vuelta de Roma se instala en Durango, en este traslado se pierde gran parte del trabajo que realizó en Italia, no obstante, su formación académica le permite entrar en contacto con la pintura vasca del momento y expone sus obras en un buen número de muestras colectivas de arte vasco junto a otros grandes del momento; Arteta, Maeztu, los hermanos Zubiaurre, Arrúe.. etc. Jesús Basiano pinta en este periodo los paisajes de Durango, pero también se desplaza al Pirineo Navarro y Aragonés pintando, además, otros tantos lugares de Navarra. Yo no entiendo mucho de pintura pero leo que los cuadros que Basiano pintó esta época son las de mayor nivel artístico. Los críticos se deshacen en alabanzas hacia su trabajo y en 1925-1926  llega a consolidar su fama como paisajista y magnífico pintor.

Granero en Garralda - 1932 - Óleo sobre tabla. 44 x 34 cm. En Colección Particular

  
   En 1926 se traslada de Durango a Pamplona en donde su técnica y obra sufre una clara evolución hacia el expresionismo al estallar la guerra civil, también da un giro en su vida personal, abandonando el éxito y la fama en el que estaba envuelto y encerrándose en Pamplona en donde se siente cómodo. Continúa su trabajo y obra por todos los rincones de Navarra, tema en el que se centra. Pasa de ser un artista elitista de la sociedad vasca a ser un pintor local muy respetado y querido por sus conciudadanos, no obstante, su fama le permite ser el único pintor navarro de su generación que puede vivir exclusivamente de la pintura, aumentando la producción y malvendiendo en muchas ocasiones sus cuadros para pasar las penurias económicas del momento.

Alto Garralda. 1932. Óleo sobre tabla.17 x 25 cm. 
     Finalizada la guerra Civil se aprecia en su obra una etapa de madurez y de consolidación como pintor mediante la repetición de su estilo, coincide con el periodo de máxima fama en Navarra, los paisajes siguen siendo los temas más frecuentes. En su última etapa los cuadros se vuelven más coloristas y expresionistas, más enérgicos.

Villanueva de Aezkoa. 1940.  Óleo sobre tabla.  34 x 42 cm. En Colección particular.

    Jesús Basiano fue un pintor de tierra, su obra está hecha y ambientada en el campo, en los lugares que visita, en los que capta el paisaje del entorno interpretando la naturaleza cambiante.

Alto de Garralda. Agosto 1940. Óleo sobre tabla. 31 x 42 cm. En Colección Particular.

    Entre sus diplomas y reconocimientos destacan, entre otros, la medialla del primer premio de paisaje de San Fernando (en 1913), primer premio de dibujo y primer premio de paisaje de San Fernando (en 1914), en 1924 se le nombra Socio de Mérito en el Salón de Otoño de Madrid y en 1943 la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid así como el primer premio del Ayuntamiento de Pamplona.  

En su producción caben todos los soportes; desde lienzos hasta telas, pasando por sacos, cartones, madera… en épocas de apreturas económicas (coincidiendo con la guerra Civil) llegó a coser trozos de lienzo o juntar tablas mediante clavos.

 Caserío de Arive. 1953.  Óleo sobre tablex. 62 x 48. En Colección Particular.


Pues hasta aquí una pequeña entrada en reconocimiento a Jesús Basiano, el pintor que retrató Navarra palmo a palmo, podéis encontrar más información sobre Basiano y su obra en este enlace y en la web de José Mª Muruzábal

Espero que os haya gustado.

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