Extraído de aquí
La fuente medicinal de Aribe era conocida en el siglo XVIII. El balneario fue construido a mediados del siglo XIX, llegando su uso hasta los años 20 del siglo XX. Sus aguas son ferruginosas y carbonatadas, ideales para las dolencias de estómago e hígado. Hoy queda el edificio abandonado, la cabaña del servicio y el topónimo Iturri. (fuente)
La fuente medicinal de Aribe era conocida en el siglo XVIII. El balneario fue construido a mediados del siglo XIX, llegando su uso hasta los años 20 del siglo XX. Sus aguas son ferruginosas y carbonatadas, ideales para las dolencias de estómago e hígado. Hoy queda el edificio abandonado, la cabaña del servicio y el topónimo Iturri. (fuente)
Por val de Bastan, Bidasoa
Madre de mucho salmon
Cidacos vaña a Tafalla
Y a la Ayezcoa otro mayor
Fuentes de Aguas minerales
Que para salud son
Belascoain, Gaztelu Ariue
Ybero, y Cizur mayor.
Estrofas de un poema a Navarra. Juan Bautista Gámiz. 1736-48
Cita una carta de Pedro Gómez de Bedoya de 1764 “Tiene dicha Poblacion de Aribe como
treinta casas. En su aspera Jurisdiccion hay tales quales pequeños llanos, que
siembran sus Moradores de Cebada, y Maiz. Los mas son Pastores, por tener
muchos pastos con crecido numero de ganado menudo. Al pie de un barranco, y
como media legua distante de Aribe, a la orilla del Rio Irati, quenace, y baxa
del Pyrineo, mana a borbollones la fuente, que tiene el mismo nombre que el
Lugar, mirando a Oriente, en lo alto de un cerro bien elevado, y cercano a la
fabrica de Hierro, llamada Orozbetelu; es su caudal bastante, sin que se
disminuya en tiempo alguno, su agua es cristalina, mas que tibia, y sin algun
mal gusto.
Esta reputada esta fuente por uno de los mayores, y mas primorosos
medicamentos, para curar muchas dolencias; y en grande parte de toda la Navarra
y frontera francesa, la tienen como infaltable medicina, para mover el vientre,
y orina; y desterrar todo mal de piedra, arena, sabulos, y humores gruessos, y
pegajosos, que aposentados en los riñones, y vegiga, o en sus caminos, producen
dichas dolencias. Como todos los referidos hicieron analysis del agua de
nuestra fuente, y convienen, en que los residuos, que dexa, son una sal de
Marte abundante, y parte de Vitriolo, la aplican para unas mismas enfermedades,
y no preciso por esta razón sola, sino por las muchas observaciones, y
enfermos, que con su uso han visto curados. No es milagro, que todos estén
convenidos, en que la virtud de esta agua dimana de el Hierro, que yo también
soy de el mismo sentir; pues con el extracto, que embió dicho Viñaburu, le saco
un perfecto azafrán de Marte, y es de inferir, porque la fuente nace en un
monte, cuyas entrañas son una Mina de este metal, y en el están dichas famosas
Herrerìas. Dicen, pues, que además de la particularidad, que tiene nuestra
fuente, de que por mas agua, que se beba de ella, jamas embaraza al estomago;
cura perfectamente las Opilaciones, y Obstrucciones rebeldes, tanto en sugetos
de temperamento frio, como caliente, la Hydropesía de todas tres especies, las
Hysterias, dolores de estomago, Jaquecas, adstricciones de vientre, calenturas
lentas, producidas de alguna obstruccion en alguna entraña, y por lo mismo las
intermitentes, las retenciones de toda evacuacion habitual, y finalmente, es
primorosa, para deshacer la obesidad, o gordura demasiada. Creo, que hasta aquí
solo la han usado en bebida, y de este modo dice dicho Aoiz, que curó una muger
hydropica de humor, y agua, confirmada. El referido Viñaburu añade, que estando
en Aribe, y baxando a la fuente, le enseñaron, y tuvo en la mano una piedra de
la magnitud de un huevo de Paloma, que, a beneficio de beber esta agua, arrojó
una mujer por la orina; y que vio otra muger perfecta hydropica, que quedo
sana, y después se conservo enjuta. D. Miguel de Sola embio varios enfermos
obstruidos, calculosos, reumáticos, hydropicos, y desvaidos de cabeza, y dice,
que si alguno no vino curado del todo, volvió con considerable alivio. Es
preciso ir los enfermos a tomar estas aguas en los meses de Junio; Julio, y
Agosto, porque siendo tan frio el País, no es en otro tiempo tan provechosa:
ademas, que en esta Estacion es bastante delicioso el terreno, y en sus
pequeños rios se cogen en abundancia sabrosas Truchas asalmonadas, que no se le
privan de comer con regla a los dolientes, y se crian tambien abundantes, y
hermosas Fresas. Como en dicha Real Casa de Roncesvalles siempre hay Medico, y
bueno, llevan los enfermos este alivio mas, pues ejercitado en el uso de las
aguas, tienen en el diestro Professor, que les dirixa.
Los científicos no se ponen de acuerdo a
la hora de calificarlas, así en 1802 “Tiene una fuente de aguas minerales
acídulas”, en 1851 está entre las “salinas simples, salinas templadas”, en 1869
es calificada como “aguas salinas y que por sus efectos parecen ser alcalinas”,
en 1876 es “bicarbonatada cálcica, fría” y en 1892 son “aguas ferruginosas”
La primera señal de algún tipo de
construcción sobre estas aguas data de 1768: Martin Sarrasin, vecino de Arive,
pedirá al consejo real permiso para cerrar con una casa la fuente de aguas
medicinales, pero no hay constancia de que se llevara a cabo, en 1809 Laborde,
a su paso por Navarra cita en Arive que “esta provincia tiene algunas aguas
minerales, entre otras las de Balarenain, Aribe, Fitero, Tiermes e Isaba, que
todas son termales, pero sólo las de los tres últimos pueblos tienen sus baños”
en 1817 se hace en Navarra un recuento de población y riqueza, figurando la
fuente valorada en 4.000 reales de vellón.
En 1830 se moderniza el camino hacia Arive
por ser sus aguas “las más frecuentadas del Reino”.
En la enciclopedia Madoz, publicada entre 1845-1850 en el capítulo sobre aguas medicinales se cita un balneario recién construido
por Francisco Elizondo. “Concurren muchos enfermos, tanto de Navarra como de
Aragon y fronteras de Francia, por el singular alivio que esperimentan haciendo
uso de dichas aguas en bebidas unos, y otro en baño… conocidas desde la mas
remota antigüedad, son bastante concurridas durante el otoño, porque sirven
para curar el padecimiento crónico de las vías digestivas y sistemas cutáneo,
como herpes y otras erupciones, para el alojamiento de los concurrentes se ha
construido en estos últimos años un espacioso edificio con buenas habitaciones”
En 1840, un vecino de Pamplona, Lorenzo Mutilua, propone la compra a perpetuo de la fuente, Aribe, que ha quedado asolada en la última carlistada, aprueba la venta, Mutilua pretende poner en marcha unos baños para el verano siguiente pero la Diputación obliga a sacarla en subasta pública. En diciembre de 1851 llega la carta con la firma de Yaguas y Miranda que da el permiso al pueblo para dicha transacción “para aliviar la suerte de sus administrados y de acuerdo con los mismos vecinos ha acordado vender á perpetuo la fuente medicinal sita en la jurisdicción común de este lugar, á las que las gentes concurren á curarse de sus dolencias.” La subasta se realiza en 1852 con estas cláusulas:
1.- Que el rematante de la fuente tendrá la
obligación de pagar al pueblo por via de cánon la cantidad de setenta duros
anuales, y mientras cumpla esta obligación será dueño propietario de la dicha
fuente, pero de no satisfacer esta cantidad, volverá al poder y dominio del
ayuntamiento.
2.-Que el comprador de la fuente no podrá
construir en ella ni en sus inmediaciones casa para hospedar gente.
3.-Que el comprador debe hacer en la fuente un
establecimiento suficiente para que la gente pueda bañarse con comodidad y que
a ningún otro se le permitirá poner bañeras ni ninguna comodidad para los
bañistas.
4.-Que el comprador de la fuente permita que la
gente de este lugar pueda beber de el agua de la misma libremente y sin pagar
cosa alguna.
A la subasta sólo asiste el apoderado de
Mutilua, Jose de Burguete, quien acepta la subasta con algunas modificaciones;
añade querer todos los derechos sobre la fuente y que si el nacedero cambia de
rumbo tiene derecho a seguir donde aparezca la nueva fuente. Para la tercera
condición indica que le interesa comprar los terrenos adyacientes “para
construir baños cubiertos y las indispensables oficinas a fin de mejorar y dar
el mayor impulso a las mismas aguas termales, debiendo ayudar el pueblo con
algunos peones”, además matiza el cuarto punto, restringiendo el consumo a los
vecinos a algunas horas ordinarias, sin llevarse el agua a casa (a no ser que
el paciente no pudiera desplazarse)
Por medio de la ley de desamortización, el
dueño asegura su propiedad mientras que el pueblo pronto empieza a decir que
puede recuperar la fuente porque dicha ley no le influye. En las cuentas del
ayuntamiento de 1869 aparece el pago de la leña gastada para los baños. En 1861
el ayuntamiento paga a la Sociedad de la Fuente por haber devengado de interés por
haber tenido cobrado el plazo, no se aclara cual es la devolución, en 1862
aparece el primer “pago de la fuente” del Sr D. Antonio Cadenas, el pago es de
1.400 reales de vellón (ese año los ingresos del ayuntamiento son de 5.664
R.V), en 1863, Martin Elizondo paga por la leña de dos años y se cobra por
caballerías para llevar a clientes, se regala a su mujer dos libras en truchas
durante su visita, en 1864 se vuelven a cobrar los 1.400 R.V, en 1865 se paga
la leña de los años 64 y 65, el ayuntamiento comenzará a pagar a Martin Lorea
de Abaurrea Alta por las obras “sobre la casa de Iturri-aldea”, pagos que se
repetirán en los años 66 y 67, es posible que este término se empleara para
denominar a la casa existente anteriormente a la casa balneario. En 1866 se
paga de nuevo, se renuevan las ventanas y puertas de la casa antes citada. En
1867 figura que se alquila la finca, se cobra por el “herbazgo de las
caballerías de los aguatomates”, en 1868 vuelve Cadenas a pagar los 1.400
reales de vellón y en 1869 el ayuntamiento paga a un asesor, Masso, para las
gestiones sobre la fuente.
En 1864 encontramos un folleto que publican para promocionar los baños,
titulado “Aguas
minerales de Aribe”. Explica algunas características de lo que ofrecían en las primeras
instalaciones del balneario, antes de la construcción del edificio mayor:
El viage puede hacerse con toda comodidad por los caminos de hierro hasta
Pamplona, de cuyo punto saldrá un coche todos los dias hasta Burguete próximo á
Aribe. La distancia entre dicha Ciudad y Burguete se recorrerá en 8 horas. Los
baños se abren al público en 1.º de Junio.
No crea sin embargo el bañista que vá á encontrarse con alguno de esos
establecimientos llenos de comodidades y distracciones que mas que casas de
baños son grandes fondas ó casas de puro recreo. Aunque la Empresa tiene
formado el proyecto de levantar un edificio que pueda competir con los mejores
de su género, y que corresponda, sobre todo, á la bondad é importancia de estas
aguas, el local de hoy tan solamente comprende 6 departamentos con espaciosas
bañeras y todo lo necesario para el completo servicio del baño montado todo con
las mejores condiciones higiénicas y de comodidad. El hospitalario pueblo de
Aribe hace innecesario otro servicio por parte de la Empresa, puesto que ofrece
al bañista un cariñoso y excelente hospedage por una módica retribucion que
hasta hoy ha consistido, cuando más, en 12 reales diarios por persona dando dos
abundantes comidas y el desayuno correspondiente. [...]
La frescura del clima, cuya temperatura rara vez se eleva á 19 grados, los
pintorescos y variados paisages que allí presenta la naturaleza, las sencillas
costumbres de los pacíficos y cariñosos habitantes de aquel valle, son otros
tantos alicientes [...]
No puede darse nada mas delicioso que aquellos bosques donde se esconden
infinidad de jabalíes, corzos y liebres, aquellos prados bajo cuya verdura se
ocultan las codornices á millares, [...]
En aquel pueblo, donde la Providencia parece haber colocado reunidos todos
los encantos de la naturaleza, suelen algunos enfermos que no tienen necesidad
de bañarse, beber las aguas de Aribe, dedicándose hasta la saciedad y sin
fatigarse á la caza de toda especie de animales desde el jabalí hasta la
inocente paloma que durante el tiempo que llaman de la pasa se matan a millares
y se cogen vivas en las montañas con redes y por un sistema conocido únicamente
de aquellos habitantes. El aficionado á la pesca puede también satisfacer esta
distracción dedicándose á coger truchas que las hay en mucha abundancia en los
innumerables arroyos de aquel valle, [...]
ADVERTENCIA. Por las aguas se pagan20 rs. por cada novena y por los baños de
agua fría y caliente 4 y 2 rs. según que se tomen con ropa ó sin ella. Los
bañistas tienen derecho á llevarse 12 botellones de agua que contiene cada uno
diez vasos regulares. Las aguas sueltas se pagan á un real vellón cada
botellón.
La guía estatal de balnearios de 1869, repite la oferta del
establecimiento:
ARIBE. Lugar en la provincia de Navarra, á ocho leguas de Aoiz y siete de
Pamplona. Á una milla de la población, y en la margen izquierda del rio Irati,
se halla un manantial, que se ha incluido en la clase de las aguas salinas, y
que por sus efectos parecen ser alcalinas. Producen maravillosos resultados en
lasenfermedades cutáneas, del sistema gastro-hepáticoy uterino, en las
obstrucciones, cálculos, etc.
Hay 6 bañaderas en el establecimiento, y los enfermos se alojan en el
pueblo por unos 14 reales diarios. Por los baños se pagan 4 reales por cada
uno. El viaje se hace desde Pamplona, en el coche de Burguete, que pasa cerca
de Aribe.
También en 1869 el pueblo de Aribe denuncia
impagos e intenta recuperar los derechos sobre la fuente, dónde la Diputación
actúa de mediadora. Se explica que dos años antes se ha producido un incendio
en un edificio de los baños y no se ha reparado, el ayuntamiento ha pedido que
se arregle pero se ha hecho caso omiso de dicho requerimiento. La empresa, con
carta de Pous de Zaragoza, afirma que el incendio fue muy extraño y pudo ser
provocado, afirma que en 1864 el ayuntamiento prohibió construir un nuevo
edificio junto al existente “pero no bien había dado principio a estos trabajos
y hechando barrenos en las peñas del monte donde había de plantearse y fue
planteado, el nuevo edificio, cuando se le dirigió una comunicación por el
alcalde mandando a nombre de todo el vecindario, suspender las obras” dado a
que se le había concedido un permiso a Francisco Elizondo para que en ese
terreno construyera una tintorería. Se prohibió la creación de hornos de cal y
coger leña para la construcción. El problema se calmó y hasta 1876, durante la
última guerra carlista, no vuelve a ser citada la fuente. Aparece Francisco
Toni como administrador de “las aguas minerales” para pagar “las anualidades de
la casa de Iturri-Aldea” (En Euskera Iturri = Fuente, Aldea = Junto a) A
finales de 1879 vuelve a aparecer Pous pagando el alquiler de la casa, un pago
que adelanta los de 1881, 82 y 83, en este último también se paga por la hierba
para las caballerías.
En 1885 vuelven los problemas, Pous afirma
que se esta subiendo anual y desproporcionadamente el impuesto por el uso de la
fuente mientras que al resto de los vecinos se le mantienen las cuotas. Como
ejemplo pone el año 1883 en que pagó 392 reales de vellón y en 1884 pagó lo
mismo, pese a que “por razon del colera en Francia disminuyo el numero de
bañistas”. Por informes sabe el ayuntamiento que no duermen en los baños nadie,
sino en el pueblo, y son 42 los bañistas los que estuvieron, a razón de 20 r.
que pagan por las aguas, por lo que obtuvo sólo 840 r.,. En 1885 por el cólera
se ha reducido a 16 los bañistas, teniendo además que pagar al encargado del edificio
168 duros, y Aribe le exige 405 r.v. Indica que el Ayuntamiento sabe que la
media anual son 60-70 bañistas. Se puede llegar a los 1.400 r.v. de ingresos
pero hay gastos de mantenimiento, reparaciones, que por catastro es obligatorio
el 20%; y el sueldo del encargado, que por estar en despoblado es mayor. Afirma
que siguiendo el criterio que se aplica a los baños los vecinos están pagando
1/5 menos por sus actividades. Visto que el Ayuntamiento no acepta su queja
decide volver a reclamar a Diputación. No se sabe la respuesta de Diputación
pero los baños siguieron mal que bien funcionando.
No aparecen
cuentas nuevas hasta 1905, cuando figura como dueño Ramón Fracua de Iruñea.
Pide construir un camino con cuneta de Aribe hasta los baños. No hay noticias
de su cierre pero se sabe que para la Guerra Civil del 36 los servicios eran
mínimos, pese a que los vecinos de la zona seguían usando la fuente al menos
hasta la década de 1960.
Hemingway llegó por primera vez a Iruñea a conocer los
Sanfermines en 1924, en medio de la dictadura de Primo de Rivera, y con un
bando del alcalde prohibiendo casi todo. Para Ernest y sus amigos fue un gran
descubrimiento, bebiendo sin medida y comiendo truchas, cordero al chilindrón o
ajoarriero picante. Exhaustos como solían acabar de tanta fiesta, encontraron
un rincón idílico donde descansar en Auritz-Burguete y la Selva de Irati. Según
sus palabras, “Lo más parecido al cielo o al más allá podrían ser los días que
pasamos juntos en el valle del Irati... el territorio más malditamente salvaje
de los Pirineos”. Así lo recuerda su amigo Peter Donald: “Realmente le gustaba
que reconociesen su labor de escritor, pero en más de una ocasión, cuando le
agobiaban más de lo que él podía aguantar, me confesaba que en esos momentos le
venía a su mente la soledad y la tranquilidad del Irati. Creo que Hemingway
sólo entendía los sanfermines si los complementaba con unos días de descanso en
Burguete. Allí se relajaba y se reencontraba consigo mismo”.
Teniendo como base de operaciones el Hotel Burguete, sus salidas las
realizaba en la zona cercana al pueblo, aunque tuvo preferencia por el río
Irati y la pesca de sus truchas.
Uno de sus paseos favoritos era ir a Aribe.
Allí se perdía en la orilla del río Irati, junto al balneario, como comenta una
vecina del pueblo, “era curioso ver como cada día pasaba largas horas con sus
tres o cuatro cañas sentado junto a un árbol; venía con una cesta de mimbre en
donde llevaba la comida y botellines de cerveza”, también se sabe que colegas
suyos, como Truman Capote o Isak Dinesen frecuentaban esta zona.
Cómo llegar: Tomamos un sendero vadeando el río por su cara sur, partiendo de una gran
casa apartada junto al puente. Recorremos unos metros por un camino sombrío
hasta llegar a la casa de servidumbre y al balneario.