jueves, 27 de febrero de 2020

el 13 de Marzo Hilarriak en el MAN "Dinamizando el territorio desde un cementerio abandonado"

¡Hola! Hoy tenía otra entrada preparada para publicarse, pero las nieves y la bajada de temperaturas experimentada estos días me han permitido el lujo de retrasarla y colarte esta. 

El 13 de Marzo estaremos en el Museo Arqueológico de Madrid en el encuentro anual de las Asociación de Museólogos Profesionales de España.

Este año tiene como tema central el papel de los museos locales en la sociedad y en cuanto vi las fechas hice todo lo posible para asistir, retrasando por ello el inicio de temporada en el Museo de Estelas hasta el 20 de Marzo. 


Al registro, teníamos la opción de enviar una propuesta de comunicación y se me ocurrió que podría crear algo para dar a conocer nuestra experiencia en estas 4 temporadas musealizando el antiguo cementerio de Abaurrea Alta. Lo pensé en 5 minutos y decidí que el título fuese "dinamizando el territorio desde un cementerio abandonado". 

Ayer me comunicaron que mi aporte fue aceptado así que tengo que prepararlo todo bien (¡20 minutos dan para mucho contenido!), es por eso que te cuento muy brevemente la existencia de este encuentro nacional y aprovecho para invitarte a que te inscribas para venir a escuchar de lo que se hablará estos dos días. Tiene muy buena pinta y seguro que aprendo un montón. 

Te dejo con la imagen que da título a la charla y una pequeña descripción de lo que espero poder ofrecer. 


El Museo de Estelas de Abaurrea Alta – Abaurregainako Hilarriak, se encuentra enclavado en el antiguo cementerio del pequeño pueblo de Abaurrea Alta, en el Pirineo Navarro. Este cementerio con más de 5 siglos de historia cementerial y sin actividad desde 1918 conserva una de las colecciones de estelas discoideas más variadas y numerosas de la península. En el año 2000 se acometió la obra paisajística de un laberinto con pasarelas para verlo a diferentes alturas y en 2016 se musealizó y se abrió al público de manera regular. 
A punto de empezar la 5º temporada en el Museo de Estelas – Abaurregainako Hilarriak analizamos su situación, evolución y aprendizajes, aportando algunas ideas para suplir la falta de medios a la que se enfrentan los pequeños museos mediante la captación de talento

El mismo fin de semana del encuentro y la charla (14 -15 de Marzo) se celebran los carnavales en Abaurrea Alta por lo que si no eres mucho de museos rurales y gestión del patrimonio pero sí de disfrazarte y darlo todo en la fiesta, el plan no lo tienes en Madrid si no en nuestro precioso pueblo. 

Así que nada más, la semana que viene si templan las temperaturas te contaré lo que tenía pensado para hoy... 

Que pases una feliz semana y hasta el miércoles. 





miércoles, 12 de febrero de 2020

Batallitas por el monte Aezkoa I, sobre como los aezkoanos regalaron por error sus montes al rey


Hola, esta semana me quedé pensando que tengo una entrada importante pendiente desde hace un lustro y medio. Por querer hacerla bien la pospuse tantas veces que escribir la frase Su demarcación administrativa abarca casi todo el curso superior del río Irati, y parte del Urrobi y del Salazar. Sus 21.093 hectáreas de extensión pertenecen a los términos municipales (13.190 hectáreas) y al monte común de Aézcoa y del Estado la semana pasada se me cayó la cara de vergüenza de no poder ponerle un enlace a ese “del estado” por no tener una entrada dedicada a las batallitas por el monte Aezkoa.

Es un tema magnífico y extremadamente rico en fuentes documentales, y es que este es un conflicto que nuestro valle arrastra desde hace casi 3 siglos.

Que se insista judicialmente –desde un valle jamás fue extremadamente rico y hoy no llega al millar de almas- durante 200 años dice mucho de la tenacidad de los aezkoanos, convenientemente reflejada en la heráldica con el jabalí que porta su escudo y que demuestra nuestra hidalguía colectiva.

Hoy conocemos de sobra técnicas del desgaste judicial pero sinceramente creo que, a día de hoy, más que por mala fé ha sido por despiste de aquellos que deben arreglarlo. Dudo que esta batallita que hoy vengo a contarte, así de manera simple y resumida, la conozcan los políticos y jefes del estado.

Para nosotros es un tema que hace mucha mella, pues históricamente quedamos como tontos y administrativamente como desamparados. 

Es como que La Aezkoa nunca perdió grandes batallas ni fue derrotada en guerra… salvo aquella vez que regaló sus montes sin querer a la Corona Real. Y tralará, como lo que se da no se quita, a día de hoy los Borbones son titulares del monte más rico y extenso de nuestro valle.

Y como se ha escrito tanto y hay tanta gente que sabe utilizar mejor lenguaje que yo, te lo cuento así, ti tá, para que nos entendamos y luego al final te pondré los enlaces para que salsees a gusto en otras entradas más amplias y técnicas.

Te invito a que eches un vistazo a los recursos de este monte de la mano de Vicente Ferrer Lorés aquí


Era un día soleado de 1783 y se inauguraba la fábrica de armas de Orbaiceta. Esta fábrica fue comprada y ampliada de otra más ferrería más antigua propiedad de los Condes de Hornano y Vizconde de Ochauz, dos franceses.

Cuando el rey Cárlos III inicia las negociaciones para implantar ahí su nueva fábrica mandó a sus hombres a reunirse con los alcaldes del valle. En estas negociaciones surge un terrible malentendido, comprensible, creo, por ambas partes.

Los emisarios de Cárlos III solicitan garantías de que pueden aprovechar los recursos cercanos, del monte (hidráulicos, madereros, de fundición..)  para hacer viable la fábrica.

Vale, pues lo que acaba apareciendo por escrito y firmado por todos es que El Valle de Aezkoa cede con carácter perpetúo los montes del valle a la Corona.

Antes de que te eches a reír, imagínate lo difícil que es entender hoy día un contrato cualquiera o las cláusulas de uso. Y eso hoy, cuando todos sabemos leer, con bibliotecas y asesores, con internet y la RAE.

Ahora imagina el encuentro entre la corte de Carlos III y gente que, 150 años más tarde, nos cuenta J.M Barandiarán, “cogía el papel de un contrato para leerlo del revés”. Lo normal es que haya un malentendido.

Lo curioso es que los aezkoanos no tardaron mucho en percatarse del error y recurrieron por primera vez, al poco tiempo de haberse regalado el monte, en 1790. Y ahí ya empieza un carteo constante entre los representantes de unos y de otros. “Que eso está firmado,  que lo que se da no se quita, que pone perpetuo: per pe tuo. Por siempre jamas, por el jamás de los jamases. Sin eximente alguno."

Imagina la jugada: Viene McDonals, que quiere poner un almacén central en Aribe, nos vende la moto y por unas cláusulas ilegibles en el contrato acaba haciéndose propietario “por la gracia de Dios” de una cuarta parte del territorio comarcal. De sus bosques, campos y ganados. Y de por vida.

Y el tiempo encanó los cabellos de unos y de otros, y pasaron guerras, conquistas, acuerdos… y cambiaron los estados, y ahí estaban los aezkoanos, gastándose el dinero en un escribano, en el notario y en mandar la valija a kilómetros de distancia cuesta abajo, hasta el castillo del rey de aquella pre-españa, con acuse de recibo, y una copia de todo ello al Reino de Navarra y su órgano representativo.

En tiempos de Cárlos III, quizás, no se nos haría tan surrealista que el monte Aezkoa sea propiedad del rey, era un tiempo en el que el reino de España y el de Navarra eran diferentes pero regidos por el mismo monarca. Tenían leyes y estatutos diferenciados pero ejecutados por la misma mano, un periodo muy rico en procesos judiciales de navarros intentando hacer valer sus fueros.

Así que, pasemos por alto aquel mal gesto de Carlos III y sus sucesores, y el mal gesto de aquel organismo encargado de ejercer el derecho navarro y lleguemos a 1810

De 1810 a 1813 se fragua la “nueva España”, pasamos de ser dos reinos a ser uno y a dividirnos por autonomías. La figura del rey pinta poco o nada y se queda en uno, y los aezkoanos no saben muy bien a donde mandar ya las cartas, y los gastos siguen, la sensación de descrédito se incrementa y el tiempo, las décadas, los siglos, siguen pasando.

Pero no todo es malo, vamos clarificando un poco a quien echar la culpa de que el monte Aezkoa sea propiedad de la Corona. Que no lo es del estado, ni del gobierno de Navarra, ni del valle. ¡¡De la co-ro-na!!. Todo muy surrealista. Van a hacer 250 años con el mismo tema. 

Erre que erre.

A día de hoy y desde las últimas décadas, tengo entendido que hay una cesión temporal por parte de la Corona al Valle de Aezkoa, esta cesión, como su propio nombre indica, es temporal y no perpetua. Ha de renovarse periodicamente pasando el testigo de generación en generación...  

Yo, en realidad, veo fácil solución: La Casa Real firma un documento con el Gobierno de Navarra y con los alcaldes del valle y de los pueblos de Aezkoa y lo que se dio por error en 1780 queda devuelto.

La familia real, la presidenta de la Comunidad y los presidentes de Estado vienen a pasar un día maravilloso a Roncesvalles y se sacan una foto preciosa en las profundidades del monte Aezkoa con nuestros representantes –que ya no cogen el papel del revés y tienen e-mail y todo- ataviados a la antigua. Se hace una furrielada (comilona de celebración, ágape) y sacamos a la fanfarre. (banda de música con acordeón y txistu)

No me digas que no quedaría una foto chulísima y un recuerdo para la posteridad

Siiiii, ya lo estoy viendo: habrá jolgorio y regocijo en toda la región y hasta las vacas moverán la cola con más brío. No pretenderemos que se queden y participen en la fiesta, si quieren venir para la foto y marcharse… a nosotros nos servirá esa fecha para conmemorarla, tener excusa para sacar a bailar los gigantes y crear otra fiesta anual en el valle. El día que Aezkoa recuperó sus montes.

Y es que veo que en 250 años ha cambiado todo mucho… pero Aezkoa sigue siendo la que fue. Aunque los aezkoanos descendientes de aquellos hoy no tolerarían una fábrica armamentística ni que sus recursos naturales se destinen a la guerra; ni su hierro en balas ni sus hayas para buques de armada. La explotación de este monte seguirá siendo la que siempre fue y sólo cambiará un papelito para evitarnos la burocracia con los reyes del futuro, con el gobierno foral del futuro... y borrar la alarma del móvil que nos avisa de que cada 50 años hay que renovar la cesión. 

Hoy se mantiene el pastoreo, las praderas, los comunales… pero la titularidad de ese monte que nos da extensión, carácter e identidad nos fue expropiado con argucias que no quisieron solucionar unos, defendernos en derechos los otros.

Y ahora entenderás porqué el tema ha aparecido de soslayo muchas veces en este blog, al hablar de la fábrica de armas y del valle, y te aseguro que seguirá saliendo, pues, como dije, es una fuente documental brutal y gracias a esta batallita tenemos los nombres y testimonios de generaciones y generaciones de vecinos a lo largo del tiempo, también contestaciones de lo más variopintas de unos y otros.

Felipe, Letizia, Leonor… os toca a vosotros mover ficha, nosotros haremos el resto.

ENLACES



Breves reseñas sobre el conflicto, Gran Enciclopedia Navarra (nótese que es la comunidad foral la que reconoce el legítimo derecho de los aezkoanos sobre su monte. No dice ni que la corona cedió temporalmente su administración al Gob. Na y el Gob. Na, a su vez, cede temporalmente su aprovechamiento y disfrute al valle de Aezkoa. Esto es, el valle de Aezkoa está condenado a seguir litigando con unos y otros de manera perpetua si los reyes no rompen la baraja)


jueves, 6 de febrero de 2020

Aezkoa, Un gran valle pirenaico


¡Hola!

Esta semana seguimos repasando lo que otros escribieron sobre el Abaurrea Alta y el Valle de Aezkoa y podemos encontrar publicado en diferentes soportes.

Hoy te traigo la pequeña introducción que hace Benito Urtasun Villanueva (Azparren 1926 -1981) en el folleto número 126 de "Navarra, Temas de cultura popular” dedicado al Valle de Aezkoa.

Si no conoces la colección, decirte que son cientos de pequeños folletos que publicó el Gobierno de Navarra a finales de los años 60 sobre lugares, tradiciones y personajes navarros. Si bien usa el lenguaje propio de la época que hoy puede parecer algo anticuado, los textos de estos folletos están cargados de romanticismo y resultan una agradable lectura.

Otra cosa son los datos y realidades que reflejan, ayer mismo me quedé ojiplática leyendo que el pueblo de Jaurrieta tiene ¡¡600 Habitantes!! Tenerlos los tuvo, pero es una realidad muy diferente a la que encontrarás hoy en aquel pueblo vecino de Abaurrea Alta. He intentado mantener los nombres de montes y lugares tal y como él los escribe, pues aunque actualmente tengan otro nombre oficial seguro que buscándolos tal y como los cita este autor aparecerán en otras fuentes documentales anteriores a 1990. Espero que no te agobien mucho a la vista.

Vamos a ver como describe Benito el Valle de Aezkoa, y si el texto me evoca cualquiera de las imágenes que tengo por aquí (fotos sacadas por una servidora en los últimos años) las colocaré donde toque. 

Dice así:

Un gran valle pirenaico

Estamos en el Pirineo, allí donde las nubes se pueden tocar con la mano. Y en su arrogante orografía destacan el pico de Orhy (2.018 m), en el valle de Salazar, y el Ortzanzurieta (1.570 m) que protege Roncesvalles.

Roncesvalles

Entre estos dos puntos citados como referencia, se extienden los montes y hondonadas del valle de Aézcoa, como primera derivación de los mismos.

Su demarcación administrativa abarca casi todo el curso superior del río Irati, y parte del Urrobi y del Salazar. Sus 21.093 hectáreas de extensión pertenecen a los términos municipales (13.190 hectáreas) y al monte común de Aézcoa y del Estado.

Monte Ori

Se trata de uno de los valles más extensos de Navarra, que ofrece la más rica variedad: majestuosos montes y profundas hondonadas, bravas e imponentes rocas emplazadas junto a suaves praderas, estrechas vegas y amplias mesetas, cumbres y laderas festoneadas de la mejor vegetación de árboles seculares o tapizadas con un fino césped, alternando el verde esmeralda de sus pastizales con el más oscuro de los helechos y patatales.

Aribe

El centro del valle, Arive, dista de Pamplona 53 kilómetros por la carretera de Erro, y 56 por la de Aoiz. La primera fue la salida preferida por los aezcoanos hacia la capital. Forma parte de la Ruta turística del Pirineo. Desde las proximidades de Burguete, se dirige hacia el pirineo aragonés, a través de Aézcoa, por el monte de Salazar y de Roncal. La ruta Aoiz-Aézcoa, que enlaza con la anterior, tiene el encanto del curso del Irati, con sus foces y presas del lado oriental del valle de Arce, y está jalonada y embaldaquinada a la entrada a la entrada de Aézcoa, por los incomparables robles que dieron su nombre a este acceso; “Ariztoquia”. Así se llamó también al primer autobús que circuló por esta ruta.

Por la gran importancia que la orografía tiene en Aézcoa, nuestra descripción y delimitación del valle será preferentemente orográfica. Su extremo norte limita con Francia. Aquí, una gran barrera fronteriza, cuyas altitudes, llamadas Grandes Puertos, confinan con el país de Cisa.

De Este a Oeste, hallamos  en esta crestería las siguientes cumbres: Mendizar (1225 m), Sayarre (1123 m), Ydopil (1000 m), Laceandia (1100 m), junto a la sima del mismo nombre, Urkulu (1423 m), Bentartea (1300 m), y Changoa (1471 m) en el límite con Valcarlos. También al norte, pero en una línea más interna, junto a la presa de Irabia, se encuentran el cónico Mozolo Mayor (1255 m) y el Menor (1126 m), más al centro Mendilaz (1343 m), y Morucoa (1235 m), junto a Ortzanzurieta.

La parte meridional de Aézcoa, coincidiendo con el norte del valle de Arce, está delimitada por un significado macizo montañoso, propiamente pirenaico y de formación triásica. Partiendo de Baigura (1477 m), punto más elevado de Arteta y próximo a la confluencia de Urraul, Aézcoa y Arce, desciende por el monte de Azparren, extendiéndose por los términos de Garayoa. En este largo espinazo tenemos las cumbres de Vizcayluz (1313 m), Peña Sanagra (1167 m), e Iturta (1000 m).

Después del corte del río Irati, se remonta por el alto de Garralda hasta las proximidades de la Corona, en Oroz (1387 m), y sigue descendiendo por Apezimberro (1300 m) y Balanqueta (1180 m) hasta el límite con Burguete.

El abodi

En el lado oriental, el importante macizo rocoso que enlaza con Orhy desde la sierra de Abodi, se llama Berrendi en su parte aezcoana. Forma una imponente muralla que avanza hacia el centro del valle, curvándose en cuarto de circunferencia hacia el Norte, con 1400 m en su extremo oriental, 1354 junto a Villanueva, 1219 frente a Orbara, y 1243 en la alta peña Arriedergueina, frente a Orbaiceta. 

De la parte meridional de Berrendi, surge hacia el sur una cordillera que, salvando el desfiladero de Cabrella o Atealdea, enlaza por las Abaurreas con el macizo del sur ya reseñado, destacando en ella el alto de San Miguel (1128 m) y el cónico Mendizorroz (1152 m). Al Este de la divisoria existe una preciosa meseta, en término de Abaurrea Alta, con amplias praderas y tierras de labor, continuándose hasta el río Zatoya, límite con Salazar.


Por los caminos de Abaurrea Alta - Abaurregaina

En la zona Oeste, derivan del nudo montañoso de Roncesvalles unas montañas que se dirigen hacia el sur, sirviendo de divisoria entre los ríos Irati y Urrobi. Son las de Osurer (1000 m), Latxinea (1080 m), Irubagoeta o Tres Hayas (1069 m), Expelbacartea (1040 m) y Arreguia (1098 m). Este lado de poniente se completa en términos de Garralda, con una suave hondonada cuyas laderas bien arboladas enmarcan varias praderas con bordas, hasta enlazar con la llanura de Roncesvalles y Burguete, en el término de Arrobi.

Ocupa el sector central del valle otra múltiple gama orográfica: Erondoa (1038 m), en los confines de Garralda, Arive y Aria. En éste último, Arriber y Bulcharreria (1090 m). Entre Arive y Villanueva eleva su imponente espinazo el Pechuberro (1089 m), sobre su corte vertical frente al río. En Orbara destaca la peña Murria (1098 m). Entre esta y Orbaiceta se eleva la sierra Aguitza, con el rocoso Urziloa y la cresta de Arburúa, con Iraizábal (1195 m) y Urguein (1167 m). Finalmente Lachaga (1225 m) y Arlagáin (1180 m),ya en los límites de los términos municipales y monte común.

La belleza de las montañas aezcoanas es imponderable. El gozo de contemplar tanta hermosura está reservado a los montañeros; ellos pueden admirar estas maravillas, regocijando su espíritu mientras respiran el puro oxígeno de estas latitudes

El Valle de Aezkoa desde la Peña de San Miguel, Abaurrea Alta - Abaurregaina

Como más propios para tan noble objetivo he de señalar los cuatro puntos más altos, emplazados en los cuatro ángulos del valle: Berrendi, para una visión exacta de la situación de los pueblos, Changoa, junto al Ortzanzurieta, para un completo aprecio de la orografía aezcoana; Biagura, el mirador del Pirineo, de fácil ascensión por las Abaurreas. Desde aquí se domina todo el valle, teniéndose una visión completa del Pirineo Navarro y de las más altas cumbres del aragonés, alcanzando la vista a más de media Navarra, desde los valles montañeses hasta la dilatada Ribera y las principales cumbres de nuestra provincia. Desde la Corona se goza una vista del conjunto aezcoano, con el antiguo llano de Roncesvalles a sus pies, presidido por la Reina de estos valles.

El turista podrá situarse cómodamente en el mirador de la peña Arrigorri de Garralda, junto a la carretera, para disfrutar de la visión de variados paisajes y, a vista de pájaro, la profunda hondonada del río, con sus inmensas laderas cubiertas de robles.

……

Más en “Navarra, temas de cultura popular” n. 126, Valle de Aézcoa, Benito Urtásun Villanueva. 1968


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