Uno de los mejores artículos que he encontrado
sobre la Real Fábrica de Armas de Orbaiceta procede del E.T.S de Ingenieros de Minas de la
Universidad Politécnica de Madrid titulado “Un caso singular de patrimonio
histórico minero-metalúrgico: La fábrica de armas de Orbaiceta, Navarra, España
(1784 – 1873) escrito por O. Puche Riart y J.A. Espí Rodríguez.
Es muy completo
y bastante extenso así que lo colgaré (como llevo haciendo hasta ahora) en varias
entradas del blog. Espero que disfrutéis con su lectura.
Un saludo.
“Un caso singular de patrimonio histórico
minero-metalúrgico: La fábrica de armas de Orbaiceta, Navarra, España (1784 –
1873)”O. Puche Riart y J.A. Espí Rodríguez
Resumen
La fábrica de armas de Orbaiceta
supone una importante inversión para el erario público, instalándose, en 1783,
en un lugar adecuado desde el punto de vista de aprovisionamiento de materias
primas y disponibilidad de energía, tal y como señala ARNAIZ (1850): "por la riqueza de sus minerales, por la
abundancia de las aguas del país, por la extensión de sus montes y por el
carácter trabajador y constitución robusta de sus habitantes". Sin
embargo su ubicación en las cercanías de la frontera francesa trajo numerosos problemas, siendo
arrasada en varias ocasiones. Otra dificultad añadida fue el mal acceso y las
dificultades de transporte, que se
fueron subsanando con el tiempo, así como su lejanía a puerto. En esta
comunicación pasamos revista a la historia,
características técnicas y valores patrimoniales de esta factoría
minero-siderúrgica.
Palabras clave:
España, Minería, Navarra, patrimonio, siderurgia, siglos XVIII-XIX.
ANTECEDENTES
CARLOS III con su política de
industrialización del país pondrá en marcha dos Reales Fábricas de Municiones de Hierro en Navarra, se trata de
las fundiciones de Eugui (1766) y Orbaiceta (1784) (Figs. 1 y 2).
En Eugui existía una ferrería hidráulica
desde inicios del siglo XV siendo adquirida por la Corona en 1536 (en documentos
posteriores se habla de la Herrería Real). Junto a la ferrería se instalaron también
dos hornos de fundición. Parece ser que los costos de producción, según
diversos documentos de los siglos XVI y XVII, eran muy elevados, lo que llevó a
un funcionamiento intermitente de la fábrica. En 1720 con motivo de la Guerra
de Secesión
se inutilizaron los hornos, siendo
recuperados poco más tarde. En 1766 y años precedentes, ya en el reinado de CARLOS III, se construyó una nueva y
moderna fábrica (hornos, refinería, taller de moldeo, carpintería, carboneras, etc.), según diseño del Conde de
ROSTAING, Comandante de Artillería de origen francés.
Las obras fueron
dirigidas por el comandante FRANCISCO JAVIER DE CLAIRAC y el
teniente DOMINGO ESQUIAQUI. (RABANAL YUS, 1987)
Señala MADOZ (1949) que: "Por
haberse agotado los combustibles en los montes de la antigua fab. de Eugui, compró
el rey en 1784 una ferr. que tenían los señores condes de Hornano y vizconde de
Echanz (se trata de los franceses conde Ornano y vizconde
Ochauz), donde hoy existe la fábrica de municiones. Sabido esto por el valle de Aezcoa, hizo una exposición a S.M.
manifestando los deseos que tenía de hacerle la concesión de los montes que disfrutaba, bajo la condición de
eximirle del canon y pensión anual de 204 florines, de a 2 l/2 reales cada uno, de
los cuales 104 percibía la casa de
Roncesvalles, y los 100 restantes la Hacienda; dejándole sin embargo el goce de
los pastos y aguas para sus ganados. El
rey aceptó y en virtud de la escritura de cesión se haya en el día la nación
poseyendo los montes"*
CONSTRUCCIÓN DE LA
FERRERÍA
En 1781, el Comandante General del
Cuerpo de Artillería, Conde de LACY, propone la agregación a la Corona de la
factoría de Orbaiceta, que por entonces suministraba munición al ejército, pero
a muy elevado costo. En febrero de 1784 la Corona adquiere la
fábrica y los montes, aunque las obras no se iniciaron hasta 1786. Se calculaba
que el costo del montaje de la fábrica, con
sus dos hornos, edificios de diverso uso, caminos, presa, canales, etc., era de 32.000 pesos sencillos, aunque los
gastos finales fueron muy superiores (RABANALYUS, 1987). Como el hierro de las menas existentes
no era el adecuado (abundaban minerales buenos para producir hierro Dulce = hierro libre de impurezas
que se trabaja con facilidad en la fragua, por su maleabilidad, pero para las
municiones se necesitaban menas que generasen hierro agrio = frágil, quebradizo,
para mezclar con los minerales anteriores).
En las ferrerías antiguas se usaban
menas silíceas, el mineral no llegaba a fundir y por martilleado (con el
continuo vaivén del martinete) se separaba el
metal de la escoria constituida por silicatos (hierro batido).
Más tarde, con los hornos bajos se llegaría
por fin a la fusión gracias a la mezcla de óxidos, hidróxidos y carbonatos,
junto a la castina o fundente, en la proporción adecuada (hierro colado) y a un
buen soplado. Por eso según V DE A. (1845) envían al ingeniero de minas FAUSTO
DE ELHUYAR, para que se una al mariscal de campo VENTURA CARO, encargado de
demarcar los límites con el país vecino (y también resolver algunos de los problemas
que planteaba Orbaiceta, tales como transporte, yacimientos, etc.) en busca de
minerales adecuados (PUCHE, 2001).
Leemos en los Extractos de las
Juntas celebradas por la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País que en
la Junta de 31 de julio de 1785 se leyó una carta del Profesor de Mineralogía
del Seminario Patriótico de Vergara, FAUSTO DE ELHUYAR, escrita en Orbaiceta,
en los Pirineos, donde éste: "pasó a reconocer las producciones mineralógicas
que encierran aquellos montes". Curiosamente en dicho número de los
Extractos hay otro artículo, de Mr. CHAUDEANSSUR, Inspector General de Minas de
Francia, sobre las minas de cobre en Orbaiceta que eran de particulares (el
trabajo hace referencia a la geología, minería y metalurgia). Todo parece
indicar que Orbaiceta, en aquellas fechas, fue un lugar de interés científico y
estratégico.
MADOZ, P. (1847) habla del laboreo de algunos minerales de hierro en Garralda: "que al parecer producen buenos
resultados" (en este municipio hubo varias minas de hierro, tales como:
Peñabelza, La Cima, La Rica, La Nevada y Peña Górriz). También se explotaron
otras minas siderosas en el Valle de Aézcoa/Aézkoa, como las de Garayoa/Garaioa (tal es el caso de
la mina de Ntra. Sra. de Musquilda). Para ELÓSEGUI et alii. (1994):
"En contra de lo que podía suponerse, la fábrica de Orbaiceta no dependía
de las explotaciones mineras de la zona, pues el mineral de hierro procedía del
exterior, sobre todo de Somorrostro y Galindo". Pero RABANAL YUS (1987)
menciona y demuestra el consumo inicial y en años posteriores de minerales
locales, procedentes de Arrullandieta (en algunos documentos se cita como:
Arrollandieta, Arburuandieta, Arburnandieta, etc.).
Con estas menas arrancaría
el primer horno, en diciembre de 1788 (Fig. 8). MORALES (1849) menciona dos
minas de hierro en Orbaiceta: Orozvetelu (óxido rojo=oligisto) yArruIiandieta
(hierro espático=siderita). ARNAIZ (1850) añade a estas las labores de Changoa (goethita)
y Lardierreca (siderita) y otros lugares estudiados pero no explotados.
Es probable
que en los últimos tiempos de Orbaiceta, cuando se saca hierro para las
fábricas de Asturias (a partir de 1868) se aprovechasen los retornos para hacer
acopio de mineral de Somorrostro, en Bilbao, y con ello cesase la producción
local, en línea con lo dicho por ELÓSEGUI et alii. (1994).
Figura 8. Grabado antiguo
mostrando la carga de un alto horno.
.....Continua aquí
Si te ha gustado esta entrada te puede interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario