Seguimos con la segunda charla del Curso de Verano "escarbando en los orígenes" que se dio en Aribe este pasado Martes 26 de Julio.. Podéis leer la primera parte del curso en este enlace.
2.- Economía Pirenaica y uso de los recursos en la Edad
Media, por Álvaro Aragón Ruana
Vale, en esta charla he de pedir perdón porque fue después
de la pausa para el café y cuando llegué había empezado (sospecho que me perdí
los cinco primeros minutos y la verdad es que siendo un tema que me interesa
especialmente por mi trabajo me dolió un poquillo) esto es lo que “cacé”
enfocada cómo estoy a nuestra historia local. Recopilo los que nos contó Álvaro
de manera cronológica en el tiempo al que se refería.
En el S. XII hay un retroceso significativo de los
territorios boscosos, lo que, cómo anteriormente nos había indicado Didier, es
una muestra clara del manejo agroforestal y agropastoril, esto es, el hombre
maneja el territorio y quema zonas de montaña para poder cultivar y llevar a
pastar a su ganado.
En los S.XII-XIII aumenta la demanda de la lana, es cuando
se empieza a utilizar la trashumancia hacia las Bardenas por nuestros vecinos
Salacencos, esto es en parte motivado porque los territorios se han afianzado
después de la reconquista del año 1.110 por parte de la Corona de Aragón y las
Bardenas ya son un territorio “seguro”, se forman unos circuitos de pastoreo
estacionales que derivan en un aumento de la conflictividad y la necesidad de
legislar sobre el derecho de aprovechamiento de, y sobre, los territorios.
En el S.XIII aparecen muestras de una explotación maderera o
forestal destinada a obtener madera para, sobre todo, la industria naval. Es en
este siglo en el que se empiezan a transportar los troncos a través del río, son
los primeros barranqueadores.
En el S.XIV existe en esta zona una especialización en
ganado ovino enfocado a los grandes mercados locales y próximos (el más cercano
e importante es el que se celebra en Mauleon), también tiene una importante
repercusión el aprovechamiento maderero de los hayedos del Pirineo, de los
cuales se extrae la madera para hacer mástiles de barcos.
En este siglo
continúa y aumenta la explotación forestal de nuestros montes y de este aprovechamiento
surge la necesidad de delimitar los derechos de explotación que cada región
tiene sobre el territorio, esta necesidad es común en todo el Pirineo, tanto es
así que la Corona de Aragón “acota” su parte del Pirineo para asegurarse el
abastecimiento de madera para estos fines.
Mercado de Maule, foto del Archivo Régnier |
En este siglo también estallan los conflictos, hasta
entonces prácticamente no había habido disputas y de golpe parece que la
sociedad se rompe, se establecen aduanas que cobran por el paso de un
territorio a otro de productos pero nuestra relación afianzada con los vecinos
en ved de separarnos nos obliga a cooperar y crece el intercambio de los bienes
locales tales como lana, cuero, pieles, leche, queso, carne.. a cambio de trigo, vino, sal, aceite y
textiles que son imposibles de conseguir aquí.
También surgen algunas pequeñas industrias rurales aisladas –molinos locales-.
También surgen algunas pequeñas industrias rurales aisladas –molinos locales-.
En el S. XV hay un intento de ruptura de las sociedades de
las cuales estas, en la montaña, se protegen creando o afianzando una sensación
de pertenencia al territorio en el que habitan. A nivel ganadero o pastoril la
transterminancia a tierras de alta montaña obligan a establecer una alera
foral, que establece unos derechos y deberes a los vecinos para llevar a sus
ganados a pastar a otras tierras bajo otras jurisdicciones, estas aleras
forales permiten pacer al ganado “de sol a sol”, esto es, las reses han de
bajar a dormir a sus establos de origen y sólo pueden pastar en territorios
vecinos durante el día.
En la Alta montaña, hacia 1462 la defensa del territorio ha
propiciado una “cultura comunal”, esta defensa fronteriza nos otorga la hidalguía colectiva y en estos tiempos hay un concepto de honor y pertenencia a
la comunidad local muy fuerte y afianzada.
Los pastos, el agua, la madera, los minerales, la caza y
recolección acompañados de una agricultura de subsistencia son los recursos que
estos habitantes tienen para vivir.
Con la dinamización de los circuitos ganaderos (hacia los
mercados de Iparralde, ya no para vender ovejas o lana sino para vender ganado
porcino, que ha ido desterrando poco a poco al ovino), los poderes locales
garantizan sus ingresos mediante la imposición de gravámenes, el alquiler de
pastos y diversos impuestos por la compra-venta de ganado.
Estos poderes locales son un interlocutor aceptado por la
Corona e implantan autoridad en sus territorios.
Aquí nos enseñaron un mapita muy chulo sobre los flujos de
ganado hecho por Susana Aparicio Rosillo que espero conseguir y colgar.
Sobre las Facerías (en esta ponencia no se profundiza en
ellas porque la siguiente charla tratará sobre ello), en el S.XVII-XVIII además
de los pastos se incluye la explotación maderera.
Las facerías garantizan un trato cordial entre regiones y el intercambio de bienes incluso en periodos de guerra, hacia Francia se lleva la plata y hacia España traen cobre y madera. Sabemos que en nuestro monte San Miguel (y esto ya lo pongo yo de mi cosecha, aunque no localizo el libro dónde lo ponía) los contrabandistas fundían la moneda para extraer la plata que tenía y la volvían a acuñar para ponerla en circulación sin la plata.
Las facerías garantizan un trato cordial entre regiones y el intercambio de bienes incluso en periodos de guerra, hacia Francia se lleva la plata y hacia España traen cobre y madera. Sabemos que en nuestro monte San Miguel (y esto ya lo pongo yo de mi cosecha, aunque no localizo el libro dónde lo ponía) los contrabandistas fundían la moneda para extraer la plata que tenía y la volvían a acuñar para ponerla en circulación sin la plata.
Por último… hablar un poquillo sobre la minería. En 1340 –
1362 se extrae cobre y plata en Urrobi, las minas y ferrerías eran propiedad de
la Corona, que a cambió de un porcentaje de lo extraído cedía su explotación a
los vecinos. En el S.XIV encontramos ferrerías en el Pirineo y en el S.XV se
introducen los fuelles hidráulicos.
Aquí había un mapa con las ferrerías del reino de Navarra
dónde se apreciaba que estaban todas en territorio fronterizo, este hierro era
exportado a Guipúzcoa y a Francia porque en Pamplona salía más barato
importarlo de fuera antes que transportarlo desde esos lugares apartados y no
siempre bien comunicados. En 1376 hay 26 ferrerías en territorio navarro, en
1401 encontramos 51 ferrerías en 10 paradas y en el año 1467 ya existen 76
ferrerías en 43 paradas. Como media, en el S.XV las ferrerías Navarras producen
entre 850 y 1400 quintales de hierro.
El hierro Navarro tenía un sello propio de explotación y en
Guipúzcoa se consideraba hierro extranjero.
En Aezkoa sabemos de dos ferrerías que aparecen entre 1347 y
1494 , una llamada Aezkoa y otra llamada Susana.
Continuará