Hoy jueves, 8 de
febrero de 2018 es Jueves Gordo o Jueves
Lardero, día en que empieza el Carnaval o Carnestolendas que durará
hasta el martes, Martes de carnaval, que con el entierro de la sardina se dan por terminados estos días festivos para dar paso, al día siguiente, al Miércoles
de Ceniza y al inicio de la Cuaresma Cristiana, significado cada vez más
olvidado en la sociedad actual
¿Pero
qué es y en qué consiste el Carnaval?
El Carnaval empieza el jueves anterior al Domingo de Carnaval
o Jueves Lardero palabra que procede del
latín lardum con la que
denominaban los romanos a la grasa y carne de cerdo. Se cree que el origen de
esta festividad se remonta a la Edad Media. Con una comida copiosa y calórica a
base de embutidos, tocino y carne de cerdo se preparaban para el largo periodo
de abstinencia,
recogimiento y ayuno, acompañado de
oraciones, penitencia y espiritualidad religiosa impuesto por la religión cristiana durante la Cuaresma
y la Semana Santa hasta el Domingo de Resurrección.
Así pues, el carnaval se
convirtió en una fiesta para despedirse
de la carne, aunque en las pobres mesas de los campesinos medievales la carne
era una vianda casi desaparecida.
El Jueves Gordo
no es un jueves cualquiera: es el EGUEN
ZURI, una de las fechas más esperadas por pequeños y mayores de otros tiempos,
la antesala del carnaval propiamente dicho y que, a pesar de que no se celebra
en todas las localidades, es sobradamente conocido. En muchos pueblos se sale
al campo a hacer una comida basada en el cerdo. En La Rioja existe un pueblo
llamado Lardero el cual recibió este nombre por la importancia que tuvieron sus
salazones en la época de los romanos. También recuerda las costumbres de esta
fecha el dicho “Jueves de lardero, longaniza en el puchero”.
En Burguete y en
otros pueblos del Pirineo navarro se realiza la puska biltza por las casas y
con los alimentos que se consiguen recoger se prepara una merienda para todos
los que quieran participar, en la que no falta el talo, la txistorra y el
tocino, regados con los caldos de la tierra.
El Carnaval
es una celebración festiva que tiene fecha variable, según el año, durante todo
el mes de febrero.
En el Diccionario de la Real Academia, aparece que la
palabra “carnaval” procede del italiano carnevale,
de carne (carne) y levare (quitar).
Hace referencia a que es un período anterior a la abstinencia sexual y al ayuno, ambos propios de la Cuaresma. El origen de su
celebración parece probable que esté en las fiestas paganas como las lupercales romanas, que se
celebraban el 15 de febrero y que aunque
comenzaban con un acto solemne, terminaban con una carnavalada procesión de
cantos, bailes, gritos y todo tipo de desmanes.
Las fiestas del Carnaval
son las que mejor han perpetuado las
antiguas fiestas y orgías invernales paganas. Los primitivos ritos agrícolas y
fecundantes se perpetuaron a través de las Saturnales y Lupercales romanas,
celebradas en el período invernal inmediato a la primavera, tiempo en que se
celebran los Carnavales.
Según D. Manuel Lecuona (Euskalerriaren Alde,
1927): Las Lupercales eran fiestas relacionadas con el lobo, “otsaila” en
euskera, nombre que toma también el mes de febrero.
A comienzos de la Edad Media, la Iglesia Católica
propuso una etimología de carnaval: del latín carnem-levare, que
significa 'abandonar la carne' (lo cual justamente era la prescripción
obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma).
Actualmente
los carnavales se han convertido en una
fiesta popular de carácter lúdico en la
que se combina elementos tales como disfraces, música, danzas, parodias,
desfiles y fiestas en la calle.
Los disfraces son muy variados, aunque cada año
predominan los personajes de las películas más importantes del año o de años
anteriores; de animales como tigres,
leones, osos, dragones, gatos, mariquitas, abejas… de oficios como médicos,
fontaneros, profesores, mecánicos, cocineros, superhéroes, sorgiñak…
Foto del Diario de Noticias "El pirineo se despide del Carnaval" |
...vestimentas
estrafalarias de objetos como de pantalla de televisión, farola o balón de rugby acompañado a menudo
por un equipo de potentes jugadores, todo ello sin olvidarnos de los hombres
que se disfrazan de mujeres y viceversa.
En el medio rural encontramos vestimentas de
zorro en Luzaide/Valcarlos, con pellizas de ovejas y cencerros en Zubieta,
Ituren y Altsasu...
...de caballos como en las mascaradas de Zuberoa o en Lantz, de
oso cubierto con pieles de ovejas en Auritz/Burguete, o vestimentas
estrafalarias como las de Luzaide y Zalduendo...
..los “ziripot” (hombres vestidos
de sacos rellenos de hierba o helecho, personajes gordinflones, incapaces de
andar y que en caso de caída tienen que ser ayudados a levantarse) como en Lantz
o Lesaka, o los zarratrakos y muxixarkos de Burguete, con ropa de trabajo,
abarcas, sombrero de paja y la cara cubierta por una tela. Algunos se cubren
con bizkarlarruak (espalderas) de piel de oveja. Estos personajes portan un
palo que termina en una vejiga de cerdo con la que golpean a los niños.
El medio rural mantiene el ritual ancestral de
concebir un elemento representativo del “espíritu
de la abundancia”, ya fuese animal,
humano, o un monigote, que una vez cumplida su misión, era necesario que
muriese y que no llegase jamás a viejo porque la fertilidad de los campos o la
salud de los rebaños dependían de él.
La tarea de matar al “espíritu de la abundancia”
exigía el anonimato, de ahí el disfraz.
Foto tomada del artículo del Diario de Navarra "Momotxorros purasangre" |
En Zuberoa, el “Zamalzain” representa a un dios, simbolizado por un hombre-caballo, al que se hacía el simulacro de matarlo.
Otras veces el personaje que simboliza esta gran
fiesta invernal es un muñeco de paja, como el “Miel Otxin” de Lantz, con un
gorro cónico con cintas, que con sus tres metros de altura, un mozo le hace
bailar constantemente.
La música generalizada en todas las celebraciones
no podía faltar en estas fiestas. En los carnavales urbanos es música de
discoteca, bailable, variada y sumamente ruidosa, queriendo las carrozas ahogar
los sonidos de las demás, cosa que consiguen sin demasiado esfuerzo cuando
desfilan muy juntas. Sin embargo, la música en el ambiente rural se realiza con
instrumentos típicos de la zona: tamboril, chistu, acordeón o pandereta. Es
normalmente la tradicional, mantenida a lo largo de los años y en muchos casos
típicas del lugar como la de los volantes en Luzaide, el “Ttun ttun” de Burguete, el “zortziko” de Lantz o
el “ingurutxo” de Etxaleku o de Betelu.
Tras cinco
días de fiesta, llega el final del “espíritu de la abundancia”. Así en el
medio rural entre las víctimas se
encuentran el “zanpantzar” de Sara,
el “Judas” de Adios y de Abárzuza,
el “Aittun-Aundiya” de Arbizu, el “Aitandi-Txarko” de Uztarroze y el “Miel-Otxin” de Lantz.
Todas mueren quemadas, ya que el fuego es un
elemento esencial en el medio rural: para calentar las casas, quitar las
zarzas, eliminar los rastrojos, para cocinar, y en la antigüedad para alumbrar.
En Lesaka los chavales destruyen a los “ziripot”
en la plaza al final del día. Mientras en la ciudad se realiza un cortejo
fúnebre carnavalesco para enterrar a la sardina, utilizando también el fuego
para destruirla.
Todas estas víctimas simbolizan el final de los vicios y
desenfreno y el resurgir de una nueva de una sociedad.
Tras todo esto solamente queda desearos unos
FELICES CARNAVALES manteniendo la riqueza de nuestras fiestas ancestrales.
Mª Dolores San Millán, madre, bióloga y recientemente etnógrafa aficionada
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1984 El Carnaval en Euskal Herria, Estudio comparativo, Antxon Agirre Sorondo, Sociedad de Estudios Vascos Eusko Ikaskuntza . Cuaderno de Sección Antropología-Etnografía 2
1986 El Pirineo Español , Ramón Violant i Simorra, Ed. Plus Ultra, P.569
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