domingo, 6 de enero de 2019

La fábrica de Armas de Orbaizeta, construcción y reconstrucción




Según MELCHOR y MIGUEL ANTONIO DE MARICHALAR (1789) la relacción de edificios, en aquellos tiempos, era la siguiente:

Io) dos hornos de fundición, con sus ruedas hidráulicas para accionar los fuelles y martinetes.
2o) presa de sillería y canal asociado para derivar el caudal a las ruedas hidráulicas.
3o) carbonera (con capacidad de 16.000 cargas de carbón) la cual se soportaba sobre ocho arcos de sillería.
4o) depósito de menas.
5o) taller de moldeo.
6o) dos almacenes para moldes.
7o) taller de refinería.
8°) oficina con un horno reducido para ensayar menas.
9°) almacenes de acopio de tierras y arenas (para moldeo y otros).
10°) taller de cerrajería (con dos fraguas dispuestas sobre un canal de sillería, donde se pensaba instalar una rueda
hidráulica).
11°) oficina de limpia, selección y registro de municiones (con fragua).
12°) casas de operarios, guarnición, administración y servicios.
13°) casa de víveres, con dos hornos de pan.
14") capilla.
15°) cuadras (para bueyes) y caballerizas, en construcción.
16°) algunas construcciones menores en las minas de Arrullandieta.
17°) etc.

Ese mismo año se pensó en instalar dos hornos más para producir munición con destino a América, para lo cual se habilitaría un camino hasta el Bidasoa, pensando en la salida de la producción hacia el puerto de Fuenterrabía (Guipúzcoa). Estos hornos fueron inaugurados en enero de 1794 (Fig. 9), acelerando su construcción con motivo de la guerra con Francia (RABANALYUS, 1987).



Según MADOZ (1849) la fábrica de municiones:'A poco de concluirse fue quemada por los franceses en la invasión que hicieron en 1794", lo mismo hicieron con Eugui. Señala ARNAIZ (1850) que:';en 1794 se habían empleado en ella más de seis millones de reales"lo que nos pone en evidencia de la importancia de dicha obra. El 23 de marzo de 1793 se había declarado la guerra entre la Francia revolucionaria y España. La ubicación de las fábricas de armas cerca de la frontera no era estratégicamente lo más deseable. 

Según PARRILLA NIETO (1987) el 6 de abril de 1794, ciento setenta y nueve habitantes de Aézcoa/Aézkoa, con su alcalde a la cabeza, junto a los operarios de la fábrica y su guarnición (cifrada en (yí4 hombres) se enfrentaron a un ejército de unos 1.000 franceses haciéndoles retroceder. Sin embargo a finales de octubre, tras ser atacada Orbaiceta por seis batallones del país vecino la fábrica fue conquistada e incendiada, quedando completamente devastada. Poco antes había sido tomada Eugui.



LA RECONSTRUCCIÓN DE LA FABRICA (1800), LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808-1814), NUEVA DESTRUCCIÓN (1813) Y NUEVA REHABILITACIÓN (1828), Ia GUERRA CARLISTA (1833-1839)

MADOZ (1849) nos describe la recuperación de la fábrica tras la guerra: "por los años 1800 a 1801 dio principio su reedificación, que concluyó en los de 1804 a 1805".´

Según PARRILLA NIETO (1987) se encargó la reconstrucción al Capitán JUAN BENGOA por un importe de 1.267.167 reales de vellón. Señala MADOZ (1849) que:"Después de estar ya con los acopios de carbones, menas y demás se dio a un contratista que siguió hasta que a su entrada (en 1808) se apoderaron los franceses de ella y continuaron los trabajos del horno, construyendo además un fuego de afino con sus martillos mayor y menor, todo lo cual dejaron en el mismo estado, en razón de su precipitada (derrota de Vitoria) salida de España".

Según PARRILLA NIETO (1987) los franceses en su huida sólo hicieron pequeños destrozos, pero tras la entrada de las tropas españolas del Regimiento de León, dirigidas por el Teniente Coronel AGUIER, fue ocupada de nuevo la fábrica por los enemigos, pese a la notable defensa que hizo la guamizión acantonada en Orbaiceta, el 23 de julio de 1813. Con posterioridad la fundición fue recuperada, de forma sucesiva, por las tropas de las guerrillas de MORILLO y MINA, las cuales no consideraron la posición como segura y abandonaron el lugar, incendiando las carboneras y destrozándolo todo. ARNAÍZ (1850) indica que un maestro carpintero llamado SALAREGUI hizo esfuerzos inauditos para apagar el fuego, lo que posibilitó que la destrución no fuese total.

Entre 1814 y 1815 el comandante de la plaza de Pamplona TOMÁS JIMÉNEZ DE CENARBE mandó vender a particulares el carbón que había quedado en el monte y en la fábrica, así como el hierro dejado por franceses y guerrilleros, usando el carbón que no se pudo vender para tirar el hierro en los martinetes, atendiendo así con estos productos a la conservación de la destartalada fábrica (ARNAIZ, 1850).

Señala MADOZ (1849) que:"desde entonces quedó abandonada la fáb. hasta el año 1828, que se recompuso lo deteriorado, y volvieron a dar comienzo los trabajos (el 25 de julio de 1829 se dio fuego al horno), hasta 1833 que cayó en poder de los carlistas". Parece ser que en la postguerra, con un país arrasado,y luego con la revolución liberal (1820-23) el Estado carecía de fondos para la reconstrucción de la siderurgia. Hasta 1825 la Corona no vuelve a plantearse esta obra (ARNAIZ, 1850). Los gastos fueron 406.504 reales y 29 mrs.



PASCUAL MADOZ (1849) hace una profunda descripción de lo ocurrido en Orbaiceta en la Guerra Carlista: "El año 1833 esta fáb. se hallaba sin soldados y sin más armas que algunas escopetas, cuando Eraso se sublevó en Burguete (septiembre de 1833). En este apuro su director, el coronel Bayona (D. Manuel), llamó a su defensa a los vizcaínos en nombre del Gobierno de Isabel II, y reunió más de 300 hombres. Dio parte al Virey y este le envió armas para los operarios y empleados, nombrándole comandante militar de aquel distrito, haciéndole formar una compañía de voluntarios, y reforzándole con 40 carabineros. A finales de noviembre, creyéndose en peligro superior a estas escasas fuerzas pidió auxilio al Virey y recibió 120 hombres a las ordenes del sargento mayor de Ávila D.Tomás Viejo.

Pocos días después fue socorrido con 200 hombres más; pero retirada esta fuerza para escoltar un convoy, el 14 de enero (de 1834) se presentó el grueso de las fuerzas carlistas y no queriendo comprometer la fáb., la dejó a cargo de un oficial y se retiró con los archivos, la caja y otros efectos; retirándose a la frontera de Francia. Los carlistas en esta ocasión permanecieron pocos momentos en ella, y su director volvió a ocuparla. El 16 ó 17 de dicho mes recibió aviso que pronto sería socorrido por el general Lorenzo.A los pocos días se presentó Zumalacárregui a las puertas de la fáb. con más de 4,000 hombres, ocupando la casa de Zabala y las alturas que la dominan. El director contaba para su defensa con 138 hombres entre empleados y carabineros, con cuyo número era imposible cubrir el punto. A pesar de esto se rompió el fuego de una y otra parte, y a las once de la mañana se le intimó la rendición.

Ganó el director todo el tiempo posible en contestaciones, esperando ser socorrido; pero al fin tuvo que convenir en la entrega, llevando por base la conservación del establecimiento (...) hasta que volvió al poder de los liberales sufrió combates repetidos". Según PARRILLA NIETO (1987) los carlistas no fueron capaces de mantener activa de forma continuada la fábrica.

ORBAICETA TRAS LA Iº GUERRA CARLISTA

Hasta el abrazo deVergara en 1839 no se darían condiciones favorables para poner de nuevo en marcha la producción.
Esto ocurrirá según MADOZ (1849) en 1844, aunque las obras se iniciaron en 1843 (orden de 29-X-1842).

En aquellos años MADOZ (1849) habla de 4 hornos (2 de España y 2 de Indias, de acuerdo a las dos cadenas productivas iniciadas a finales del XVIII). Los dos últimos eran los que estaban dando una producción de 1.200/1.300 quintales de metal/mes=l4.400/15.600 quintales/año= 662/717Tm/año (pensamos que esto equivaldría a una similar producción de mineral en mina). Tales cifras hoy se nos hacen ridiculas, pero entonces con arranque manual y
transporte en carretas no eran pequeñas.

Este hierro no sólo se destinaba a producir municiones, sino también a construir las ruedas para carruajes de la artillería.



Allí trabajaban, según MADOZ (1849):

Io) un Coronel oTeniente Coronel, director del establecimiento.
2o) un Capitán, encargado del detall.
3o) un Comisario de Hacienda.
4o) un Oficial Primero, encargado de efectos.
5°) un Oficial Segundo, pagador.
6o) tres Oficiales Terceros.
7o) dos Oficiales Meritorios Auxiliares.
8") un Médico.
9o) un Capellán.
10°) un Sobrestante, maestro de obras.
11") dos Carpinteros y dos Cerrajeros, para mantenimiento de edificios y máquinas.
12°) varios Canteros y Peones.
13°) un Fundidor, Cargador Mayor.
14°) a las órdenes del anterior cuatro Fundidores y cuatro Cargadores.
15°) un Moldeador Mayor y ocho Moldeadores Ordinarios (divididos en dos cuadrillas).
16°) un Visitador, con dos Vigilantes de Montes.
17°) en la mina, un Factor, así como Mineros y Peones varios, en función de las necesidades de mineral, y dos Guardas.
18°) Recibidor de Materiales, encargado de la custodia de los moldes y construcción de nuevos.
19°) un Maestro Modelista, encargado también de limpiar las municiones.
20°) para los ensayos, tres Afinadores, dos Aprendices.
21°) y un Maestro Tirador de Hierro, con un Calentador y un Aprendiz.

Aquí nos parece que al menos faltan los carboneros (en la margen derecha del río, frente a la fábrica, había tres carboneos capaces de suministrar 23.000 cargas), transportistas (de la leña y mineral), guarnición de vigilancia (puede que estuviesen incluidos los carabineros), así como otros oficios (caleros, tejeros, panadero, correos, boyeros, etc.).

Parece ser que había una plantilla cercana a 100 personas.

El Capitán MACARIO DE ARNAIZ (1849), según el mismo cuenta, mejoró la plantilla y las instalaciones, aunque la producción de hierro había mermado a 300 quintales/mes. Este autor también hace una magnífica descripción de la fábrica (Cfr. pág. 55).


DESCRIPCIÓN DEL PROCESO PRODUCIVO, SEGÚN MORALES (1849)

Recogemos los datos aportados por el Capitán FRANCISCO MORALES (1849) que, aunados a conocimientos propios,
nos permiten reconstruir el proceso productivo.


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