Según MELCHOR y MIGUEL ANTONIO DE
MARICHALAR (1789) la relacción de edificios, en aquellos tiempos, era la
siguiente:
Io) dos hornos de fundición, con sus ruedas
hidráulicas para accionar los fuelles y martinetes.
2o) presa de sillería y canal asociado para
derivar el caudal a las ruedas hidráulicas.
3o) carbonera (con capacidad de 16.000
cargas de carbón) la cual se soportaba sobre ocho arcos de sillería.
4o) depósito de menas.
5o) taller de moldeo.
6o) dos almacenes para moldes.
7o) taller de refinería.
8°) oficina con un horno reducido
para ensayar menas.
9°) almacenes de acopio de tierras y
arenas (para moldeo y otros).
10°) taller de cerrajería (con dos
fraguas dispuestas sobre un canal de sillería, donde se pensaba instalar una
rueda
hidráulica).
11°) oficina de limpia, selección y
registro de municiones (con fragua).
12°) casas de operarios, guarnición,
administración y servicios.
13°) casa de víveres, con dos hornos
de pan.
14") capilla.
15°) cuadras (para bueyes) y
caballerizas, en construcción.
16°) algunas construcciones menores
en las minas de Arrullandieta.
17°) etc.
Ese mismo año se pensó en instalar
dos hornos más para producir munición con destino a América, para lo cual se habilitaría un camino hasta el
Bidasoa, pensando en la salida de la producción hacia el puerto de Fuenterrabía (Guipúzcoa). Estos hornos fueron
inaugurados en enero de 1794 (Fig. 9), acelerando su construcción con motivo de la guerra con Francia (RABANALYUS,
1987).
Según MADOZ (1849) la fábrica de municiones:'A poco de concluirse fue
quemada por los franceses en la invasión que hicieron en 1794", lo mismo
hicieron con Eugui. Señala ARNAIZ (1850) que:';en 1794 se habían empleado en ella más de
seis millones de reales"lo que nos pone en evidencia de la importancia de
dicha obra. El 23 de marzo de 1793 se había declarado la guerra entre la
Francia revolucionaria y España. La ubicación de las fábricas de armas cerca de
la frontera no era estratégicamente lo más deseable.
Según PARRILLA NIETO
(1987) el 6 de abril de 1794, ciento setenta y nueve habitantes de
Aézcoa/Aézkoa, con su alcalde a la cabeza, junto a los operarios de la fábrica
y su guarnición (cifrada en (yí4 hombres) se enfrentaron a un ejército
de unos 1.000 franceses haciéndoles retroceder. Sin embargo a finales de
octubre, tras ser atacada Orbaiceta por seis batallones del país vecino la
fábrica fue conquistada e incendiada, quedando completamente devastada. Poco
antes había sido tomada Eugui.
LA RECONSTRUCCIÓN
DE LA FABRICA (1800), LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808-1814), NUEVA DESTRUCCIÓN
(1813) Y NUEVA REHABILITACIÓN (1828), Ia GUERRA CARLISTA
(1833-1839)
MADOZ (1849) nos describe la
recuperación de la fábrica tras la guerra: "por los años 1800 a 1801 dio
principio su reedificación, que concluyó en
los de 1804 a 1805".´
Según PARRILLA NIETO (1987) se
encargó la reconstrucción al Capitán JUAN BENGOA por un importe de 1.267.167 reales de vellón. Señala
MADOZ (1849) que:"Después de estar ya con los acopios de carbones, menas y demás se dio a un contratista que
siguió hasta que a su entrada (en 1808) se apoderaron los franceses de ella y
continuaron los trabajos del horno, construyendo además un fuego de afino con
sus martillos mayor y menor, todo lo cual dejaron en el mismo estado, en
razón de su precipitada (derrota de Vitoria) salida de España".
Según PARRILLA NIETO (1987) los
franceses en su huida sólo hicieron pequeños destrozos, pero tras la entrada de las tropas españolas del
Regimiento de León, dirigidas por el Teniente Coronel AGUIER, fue ocupada de
nuevo la fábrica por los enemigos, pese a
la notable defensa que hizo la guamizión acantonada en Orbaiceta, el 23 de
julio de 1813. Con posterioridad la
fundición fue recuperada, de forma sucesiva, por las tropas de las guerrillas
de MORILLO y MINA, las cuales no consideraron la posición como segura y
abandonaron el lugar, incendiando las carboneras y destrozándolo todo. ARNAÍZ
(1850) indica que un maestro carpintero llamado SALAREGUI hizo esfuerzos
inauditos para apagar el fuego, lo que posibilitó que la destrución no fuese
total.
Entre 1814 y 1815 el comandante de
la plaza de Pamplona TOMÁS JIMÉNEZ DE CENARBE mandó vender a particulares el
carbón que había quedado en el monte y en la fábrica, así como el hierro dejado
por franceses y guerrilleros, usando el carbón que no se pudo vender para tirar
el hierro en los martinetes, atendiendo así con estos productos a la conservación de la
destartalada fábrica (ARNAIZ, 1850).
Señala MADOZ (1849) que:"desde
entonces quedó abandonada la fáb. hasta el año 1828, que se recompuso lo deteriorado, y volvieron a dar
comienzo los trabajos (el 25 de julio de 1829 se dio fuego al horno), hasta
1833 que cayó en poder de los carlistas".
Parece ser que en la postguerra, con un país arrasado,y luego con la revolución
liberal (1820-23) el Estado carecía de
fondos para la reconstrucción de la siderurgia. Hasta 1825 la Corona no vuelve
a plantearse esta obra (ARNAIZ, 1850).
Los gastos fueron 406.504 reales y 29 mrs.
PASCUAL MADOZ (1849) hace una
profunda descripción de lo ocurrido en Orbaiceta en la Guerra Carlista:
"El año 1833 esta fáb. se hallaba sin
soldados y sin más armas que algunas escopetas, cuando Eraso se sublevó en Burguete (septiembre de 1833). En
este apuro su director, el coronel Bayona (D. Manuel), llamó a su defensa a los vizcaínos en nombre del Gobierno de
Isabel II, y reunió más de 300 hombres. Dio parte al Virey y este le envió
armas para los operarios y empleados,
nombrándole comandante militar de aquel distrito, haciéndole formar una
compañía de voluntarios, y reforzándole con
40 carabineros. A finales de noviembre, creyéndose en peligro superior a estas escasas fuerzas pidió auxilio al
Virey y recibió 120 hombres a las ordenes del sargento mayor de Ávila D.Tomás
Viejo.
Pocos días después fue socorrido con
200 hombres más; pero retirada esta fuerza para escoltar un convoy, el 14 de enero (de 1834) se presentó el
grueso de las fuerzas carlistas y no queriendo comprometer la fáb., la dejó a
cargo de un oficial y se retiró con los
archivos, la caja y otros efectos; retirándose a la frontera de Francia. Los carlistas en esta ocasión permanecieron pocos
momentos en ella, y su director volvió a ocuparla. El 16 ó 17 de dicho mes
recibió aviso que pronto sería socorrido por
el general Lorenzo.A los pocos días se presentó Zumalacárregui a las puertas de la fáb. con más de 4,000 hombres,
ocupando la casa de Zabala y las alturas que la dominan. El director contaba para su defensa con 138 hombres
entre empleados y carabineros, con cuyo número era imposible cubrir el punto. A
pesar de esto se rompió el fuego de una y otra parte, y a las once de la mañana
se le intimó la rendición.
Ganó el director todo el tiempo
posible en contestaciones, esperando ser socorrido; pero al fin tuvo que
convenir en la entrega, llevando por base la
conservación del establecimiento (...) hasta que volvió al poder de los
liberales sufrió combates repetidos".
Según PARRILLA NIETO (1987) los carlistas no fueron capaces de mantener activa
de forma continuada la fábrica.
ORBAICETA TRAS LA Iº GUERRA CARLISTA
Hasta el abrazo deVergara en 1839 no
se darían condiciones favorables para poner de nuevo en marcha la producción.
Esto ocurrirá según MADOZ (1849) en
1844, aunque las obras se iniciaron en 1843 (orden de 29-X-1842).
En aquellos años MADOZ (1849) habla
de 4 hornos (2 de España y 2 de Indias, de acuerdo a las dos cadenas productivas
iniciadas a finales del XVIII). Los dos últimos eran los que estaban dando una
producción de 1.200/1.300 quintales de metal/mes=l4.400/15.600
quintales/año= 662/717Tm/año (pensamos que esto equivaldría a una similar producción de mineral en mina).
Tales cifras hoy se nos hacen ridiculas, pero entonces con arranque manual y
transporte en carretas no eran
pequeñas.
Este hierro no sólo se destinaba a
producir municiones, sino también a construir las ruedas para carruajes de la artillería.
Allí trabajaban, según MADOZ (1849):
Io) un Coronel oTeniente Coronel, director
del establecimiento.
2o) un Capitán, encargado del detall.
3o) un Comisario de Hacienda.
4o) un Oficial Primero, encargado de
efectos.
5°) un Oficial Segundo, pagador.
6o) tres Oficiales Terceros.
7o) dos Oficiales Meritorios Auxiliares.
8") un Médico.
9o) un Capellán.
10°) un Sobrestante, maestro de
obras.
11") dos Carpinteros y dos
Cerrajeros, para mantenimiento de edificios y máquinas.
12°) varios Canteros y Peones.
13°) un Fundidor, Cargador Mayor.
14°) a las órdenes del anterior
cuatro Fundidores y cuatro Cargadores.
15°) un Moldeador Mayor y ocho
Moldeadores Ordinarios (divididos en dos cuadrillas).
16°) un Visitador, con dos
Vigilantes de Montes.
17°) en la mina, un Factor, así como
Mineros y Peones varios, en función de las necesidades de mineral, y dos Guardas.
18°) Recibidor de Materiales,
encargado de la custodia de los moldes y construcción de nuevos.
19°) un Maestro Modelista, encargado
también de limpiar las municiones.
20°) para los ensayos, tres
Afinadores, dos Aprendices.
21°) y un Maestro Tirador de Hierro,
con un Calentador y un Aprendiz.
Aquí nos parece que al menos faltan
los carboneros (en la margen derecha del río, frente a la fábrica, había tres carboneos capaces de suministrar
23.000 cargas), transportistas (de la leña y mineral), guarnición de vigilancia (puede que estuviesen incluidos los
carabineros), así como otros oficios (caleros, tejeros, panadero, correos,
boyeros, etc.).
Parece ser que había una plantilla
cercana a 100 personas.
El Capitán MACARIO DE ARNAIZ (1849),
según el mismo cuenta, mejoró la plantilla y las instalaciones, aunque la producción de hierro había
mermado a 300 quintales/mes. Este autor también hace una magnífica descripción
de la fábrica (Cfr. pág. 55).
DESCRIPCIÓN DEL
PROCESO PRODUCIVO, SEGÚN MORALES (1849)
Recogemos los datos aportados por el
Capitán FRANCISCO MORALES (1849) que, aunados a conocimientos propios,
nos permiten reconstruir el proceso
productivo.
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