martes, 10 de enero de 2017

Etnografía de Orbaizeta (Parte 3 de 4)

ETNOGRAFÍA DE ORBAICETA (Parte 3 de 4)
POR Mª CARMEN MUNARRIZ ELIZONDO 

Aquí la primera parte de Etnografía de Orbaiceta
Aquí la segunda parte de Etnografía de Orbaiceta


RELIGIÓN Y CULTO

20.- TEMPLOS RELIGIOSOS DE CARÁCTER PÚBLICO DE LA LOCALIDAD. CULTO Y ROMERIAS EN ELLOS. PRÁCTICA DE LOS EXVOTOS. TOPONIMIA RELIGIOSA DEL PUEBLO.

La iglesia parroquial está dedicada a San Pedro Apóstol (Foto 7). Existe una ermita dedicada a San Esteban, que se restauró en los años 40 por medio de “artelan” (participando todos los vecinos), ya que estaba en ruinas; también había un crucero a la salida del pueblo, en el término llamado Barrakaldea, y cruces por el monte.

Antes de la restauración de la ermita de San Esteban, el que pasaba por sus ruinas dejaba un mechón de pelo porque era bueno para curar el dolor de cabeza; tras su restauración, se va en romería el primer domingo de agosto.

Tras la misa se hacía una comida en el monte por grupos de familias y después se bajaba al pueblo, donde se hacía fiesta. También se iba de romería a la ermita de San Joaquín, situada en el terreno de Arive, junto con el resto de los pueblos del valle, el segundo lunes de Pascua. Cada pueblo iba en procesión y, después de misa, comida y baile. Actualmente esta romería ha desaparecido. 

Se iba también a Roncesvalles en romería, junto con el resto de los pueblos y valles de alrededor. Antiguamente se iba el día 8 de Septiembre y en la actualidad, de acuerdo con los intereses de cada pueblo y valle, el domingo de mayo o junio que les toque. Se hace así para poder contar con la presencia numerosísima de personas que viven fuera de los pueblos, principalmente en Pamplona.

Al crucero de Barrakaldea se iba, haciendo rogativa y rezando Letanías, tres días antes de la Ascensión “pidiendo por las cosechas” y tres días después, es decir, el día de San Marcos.

Las cruces del monte se bendecían el día de Santa Cruz, el 3 de Mayo, y se llevaban a los campos, colocándolas en cuatro términos del pueblo: Malkei, Ariagain, Txantxalain y el alto de Berabez. Iba el cura del pueblo a colocarlas, montado en un caballo y acompañado del sacristán y un miembro del ayuntamiento, que solía ser el depositario. Su finalidad era “que vayan bien los campos” y “evitar la pedregada”. Un informante aseguró que se colocaban en estas cruces ramos bendecidos, costumbre que ya ha desaparecido.

21.- PRIMERA ASISTENCIA DE LOS NIÑOS A LAS FUNCIONES DE LA IGLESIA

Antiguamente, empezaban a ir hacia los cinco años, ahora comienzan antes a ir a la Iglesia, aunque su presencia se reduce a la Misa del domingo.


22.- INSTRUCCIÓN ADAPTADA A LOS NIÑOS QUE SE DA EN LA IGLESIA

Antiguamente, los niños recibían “la doctrina” o Catecismo, sobre todo para la Primera Comunión, a que “había que saberlo bien”. Actualmente el cura da catequesis en la Escuela.

23.- EMPLEO DE LA LENGUA MATERNA EN LAS EXPLICACIONES RELIGIOSAS

Las explicaciones eran siempre en castellano, a pesar de que la gente hablaba vasco.

24.- CONTACTO DE LOS JÓVENES CON LA IGLESIA DESPUÉS DE LA EDAD ESCOLAR

Se mantiene el contacto, aunque en los últimos años –y sobre todo en las nuevas generaciones de jóvenes- se observa un desapego hacia la iglesia, manifestado principalmente por su no asistencia a misa, aunque se mantienen relaciones cordiales con el cura. Esta actitud se observa sólo entre los jóvenes de sexo masculino.

25.- LA INCULCACIÓN DE LOS VALORES CRISTIANOS EN LAS PRÁCTICAS DEL SACERDOTE

Antiguamente, y por lo que afirman los informantes, les hablaban sobre todo de moral: del pecado y del infierno. Un anciano llegó a afirmar que “nos metían tanto miedo con el infierno que así los curas tenían a la gente recogida”. Actualmente, se centran más en las explicaciones del Evangelio.

26.- LA FUERZA DE LA TRADICIÓN Y DEL AMBIENTE EN LA ADHESIÓN DE LOS FELIGRESES A LA RELIGIÓN Y MORAL CRISTIANAS. MOTIVOS QUE ADUCEN QUIENES PROFESAN OTRA RELIGIÓN PARA APARTARSE DEL CRISTIANISMO

Los más ancianos afirman que es por costumbre, “porque así nos enseñaron”. Los informantes de edad mediana afirman que “por convencimiento personal”. No existe nadie que profese otra religión. Antiguamente, “siempre había alguno que no iba a Misa”, siendo mal considerado por este hecho. La religiosidad de la gente se mide por su asistencia o no a Misa, que es el punto culminante, religiosamente hablando, de la comunidad. Así pues, los que no van a Misa son tachados de “ateos” , sin preocuparse en averiguar sus razones que, en general, se podrían resumir en su anticlericalismo y su despego de algo que fue para ellos represivo en su niñez.

27.- INFLUENCIAS DE ORDEN RELIGIOSO Y MORAL QUE SE RECIBEN DEL AMBIENTE SOCIAL

Los ancianos afirman que “antes había más respeto”, ya que el domingo era sagrado y nadie trabajaba; todo el mundo asistía a los diversos oficios religiosos y, en general, la gente vivía la religión de una manera directa, pues estaba continuamente presente en sus vidas. Sin embargo, alguno de los informantes ha expresado su desencanto con esta frase: “¡cómo nos han engañado!”. Actualmente, al perderse muchas de las costumbres de tipo religioso a la celebración de la Misa diaria, a la que cada vez acude menos gente, y a la Misa del domingo, que también menos afluencia que antaño.

28.- LA PRÁCTICA DE LA RELIGIÓN EN LAS DIFERENTES PROFESIONES

No existe diferencia por este hecho.

29.- CONSERVACIÓN DE LA RELIGIÓN POR BARRIOS Y SU RELACIÓN CON LAS VIAS DE COMUNICACIÓN

No existe diferencia por esto, ya que el único barrio alejado del pueblo, la Fábrica de Orbaiceta, tenía antiguamente su párroco y allí acudían también los habitantes de los caseríos. Actualmente es el párroco de Orbaiceta quien celebra allí la Misa de los domingos.

30.- PROPORCIÓN DE DEVOTOS, OBSERVANTES REGULARES E IRREGULARES, CONFORMISTAS Y CRISTIANOS SEPARADOS EN LA COMUNIDAD RELIGIOSA

Antiguamente, asistía el cien por cien de la población al oficio dominical, mientras que actualmente una generación de jóvenes de sexo masculino, entre los 20 y los 35 años, no asiste a Misa. Muchos hombres se limitan a “cumplir con la Pascua”, confesando y comulgando en esa fecha, mientras que el resto del año van a la iglesia, salvo a los funerales.

31.- INICIATIVAS POPULARES PARA LA CELEBRACIÓN DE FUNCIONES RELIGIOSAS

Se realizaban rogativas los tres días anteriores a la Ascensión:
-El primer día se iba al crucero situado en Barrakaldea
-El segundo día se iba al barrio de la Rochapea; concretamente hasta casa de Apat,
-El tercer día se iba hasta el Cementerio.

Su finalidad era que hubiera buenas cosechas y evitar las pedregadas. El día de San Marcos, tres días después de la Ascensión, se volvía a ir al crucero de Barrakaldea, según el informanye “para que salieran bien los axaxis” (“Aza txiki”, planta de berza negra que crece en semillero).

En cuanto al conjuro, se llamaba así a la práctica que se realizaba cuando venía una tormenta: se colocaban las campanas, y la gente que vivía cerca de la iglesia o que podía acudía, y el cura salía a la puerta de la iglesia con la estola, el hisopo, el agua bendita, la cruz y el libro. Se rezaba una oración y se echaba agua bendita a la nube, con la intención de alejarla, o por lo menos, de evitar la pedregada.

32.- ACTOS DE RELIGIÓN QUE SE CELEBRAN EN LOS HOGARES A DIARIO O ANTE LA AMENAZA DE ALGÚN PELIGRO

Se rezaban oraciones al acostarse y al levantarse. Había un aguabenditera en el marco de la puerta de la cocina, y por las noches, al ir a la cama, se cogía allí agua bendita y al santiguarse se decía una oración:

“Agua bendita a Dios consagrada,
Limpia mi cuerpo y salva mi alma”.

Cuando se acostaban, según un informante, recitaban una oración:

“Adorámoste Cristo, y bendecímoste,
Que por tu Santa Cruz redimiste al mindo”.

Después de esta oración, se recogía el crucifijo y se besaba, luego se llevaba a un ojo, luego al otro ojo, y se volvía a besar. Si no tenían crucifijo en ese momento, por estar fuera de casa por ejemplo, se besaban los dedos en forma de cruz y repetían el ritual.

Rezaban el Rosario en casa todos los días, pero sobre todo en Cuaresma y en octubre, mes del Rosario y también cuando había un muerto reciente en la casa.

En caso de tormenta, se encendía la vela bendecida en Jueves Santo y se rezaba a Santa Bárbara.

33.- PROMESAS A LOS SANTOS Y MOTIVOS POR LOS QUE SE HACEN

Antiguamente se hacían promesas a santos, cada uno al de su devoción particular. La razón fundamental era por enfermedad.

34.- OBSERVANCIA DE COSTUMBRES O RITOS ESPECIALES EN LA IGLESIA LOCAL

Todos los domingos se llevaban a misa un panecillo llamado “la ofrenda” o “la olada”. Se depositaban en un cesto situado en el pasillo de la iglesia y el cura bajaba a recogerlo. Quien tuviera un muerto reciente en la familia era el primero en echar el panecillo, También se llevaba cera, de las abejas de cada casa; se preparaba en largas mechas redondas enrolladas en un cesto especial de avellano, hecho a mano (Foto 8). En los funerales este cestillo se colocaba alrededor de la caja del muerto. Según un informante, antiguamente nunca entraban a la Iglesia la caja con el muerto, sino que estaba en la puerta mientras se celebraba el Funeral.

35.- CAMINOS ESPECIALES QUE CONDUZCAN DE LA CASA A LA IGLESIA

No existen caminos de este tipo.


36.- RESERVADO DE CADA CASA EN LA IGLESIA PARROQUIAL

Antiguamente, cada casa tenía su silla en la Iglesia. Los hombres se colocaban en la parte de delante de la Iglesia y se sentaban en bancos corridos; en la parte de atrás se situaban las mujeres en las sillas. Si alguna mujer no tenía silla, se sentaba en una postura llamada “a ttonttoriko” (arrodilladas y sentadas sobre los talones).

37.- INFLUENCIA DE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS, VISIÓN DEL PORVENIR Y ESPERANZA EN LOS DIVERSOS ASPECTOS DE LA CULTURA

Los informantes no han sabido responder a esta pregunta.

38.- ROCES SOCIALES DEBIDOS A LA DIVERSIDAD DE RELIGIONES

No se conocen vecinos que profesen una religión distinta de la Católica.



FIESTAS

39.- FIESTAS MÁS IMPORTANTES DE LA LOCALIDAD

Las fiestas más importantes eran (y son) en San Pedro, el 29 de Junio. Duraban cuatro días y en ellos se juntaban las familias. Las fiestas se financiaban recogiendo algo de dinero por las casas, con ayuda del ayuntamiento y, el resto, lo aportaban los hombres jóvenes, pues las mujeres no pagaban. Antiguamente no había baile por la mañana ya que los músicos iban por las casas con las cuadrillas de jóvenes y el baile se ponía a la noche. 

En cuanto al baile del “ttun-ttun”, los instrumentos eran un tamboril cuyo sonido daba nombre al baile y un txistu.

“El víspera”, tres días antes de San Pedro y por la noche, los músicos daban una ronda por el pueblo.

El primer día y el segundo, los músicos iban a la iglesia y tocaban en la Misa; después iban a casa del cura a saludar y luego daban una ronda por el pueblo y terminaban con un baile en la plaza. A la hora de comer, los mozos les llevaban a comer a sus casas. Comían sopa de cocido de oveja, cabezuela (patas, intestinos y cabeza de cordero), carne cocida con tomate, asado de cordero, o de cabrito, fritada, pollo, y de postre arrozada, natillas o fruta. Después de comer, se jugaba al mus, y los músicos se echaban la siesta. Sobre las cinco volvía a abrirse el baile (siempre en la plaza) y hacia las siete merendaban. Después tocaban hasta las 10 y paraban para ir a cenar. Siempre se cenaba (y se cena) morcilla blanca con tomate. Después de cenar, había baile hasta las dos de la mañana.

El tercer día, el de San Pedro, es el más importante: después de la Misa Mayor, con la orquesta y el baile en la plaza, todo los jóvenes iban a comer a casa de la Mayordoma, que preparaba un cordero asado al gerrén (ensartado y asado a la brasa). Antes de comérselo, los mozos daban una ronda por el pueblo con el cordero en el gerrén (Foto 9). Después de comer, los mayordomos hacían las cuentas de fiestas y se elegían a los mayordomos del año siguiente.



El Mayordomo se encargaba de la organización de las fiestas durante el año que le correspondía, siempre por turno de edad. Había dos mayordomos y dos mayordomas, que durante todas las fiestas vestían, ellos con mandarras blancas y ellas con una banda sobre el pecho. Mientras que los mayordomos llevaban las cuentas, la mayordoma de más edad daba la comida del tercer día. Después de esa comida, y cuando salía al baile, el mayordomo repartía entre la gente que estaba en la plaza un rosco que llevaba colgando de una banda de colores que le cruzaba el pecho.

Siempre (y también actualmente) el tercero es el día de los casados, que suelen ir a bailar a la plaza. No se conoce que hubiera bertsolaris en todas las fiestas, aunque había muchos que improvisaban jotas.

El cuarto día la gente iba a trabajar por la mañana y por la tarde se hacía una merienda en la posada a la que llevaban un acordeonista.

Antiguamente, el baile de fiesta se hacía en las eras, situadas en el centro del pueblo. El baile, llamado “Ttun-ttun”, se hacía en círculo en el que alternaban mozos y mozas que bailaban al sol de un tamboril cuyo sonido da nombre al baile. El mayordomo llevaba una correa en la mano para mantener el orden del baile. Según un informante, este baile desapareció “cuando llegaron los clarinetes”, que luego dieron paso a las guitarras y los acordeones, hasta llegar a las actuales orquestas.  

40.- 42.- LAS COSTUMBRES DE HACER FOGATAS EN DETERMINADOS DÍAS

En las fiestas de San Pedro no se realizaban hogueras, pero sí en la víspera de San Juan. Se hacían fogatas en tres sitios distintos: Legarrea, Mendikoa y el centro, es decir, en los tres barrios. Antiguamente, era obligatorio hacerlas fuera del pueblo pues peligraban los tejados de tablilla.

Se quemaban fajos de “hierbas buenas de San Juan”; saúco, mirula, avellano, con los que hacían ramos que se adornaban también con rosas. Cada año, los fajos que se quemaban eran los bendecidos el día de San Juan del año anterior y guardados durante todo el año en el desván.

En esta fecha, los mozos saltaban las hogueras y jugaban alrededor del fuego.
También el día de Sábado Santo se hacían hogueras en la puerta de la Iglesia. Las fogatas se prendían por la mañana y en ellas se quemaban los ramos bendecidos el Domingo de Ramos de ese mismo año, y que habían estado guardados en la torre. Cada uno guardaba un tizón de esa hoguera para llevarlo a su casa. Según un informante, el tizón se paseaba por toda la casa y luego se ponía en el fuego para encenderlo.

41.- QUEMA DE FANTOCHES

Solamente en los años 70 de este siglo se adquirió la costumbre (mantenida muy pocos años) de quemar un muñeco el último día de carnavales, seguramente por influencia del Carnaval de Lanz.

43.- CORTEJOS NOCTURNOS CON ANTORCHAS Y FAROLES

No se realizan. 



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