ETNOGRAFÍA DE ORBAICETA (Parte 3 de 4)
POR Mª CARMEN MUNARRIZ ELIZONDO
Aquí la primera parte de Etnografía de Orbaiceta
Aquí la segunda parte de Etnografía de Orbaiceta
Aquí la segunda parte de Etnografía de Orbaiceta
RELIGIÓN Y CULTO
20.- TEMPLOS RELIGIOSOS DE CARÁCTER PÚBLICO DE LA LOCALIDAD.
CULTO Y ROMERIAS EN ELLOS. PRÁCTICA DE LOS EXVOTOS. TOPONIMIA RELIGIOSA DEL
PUEBLO.
La iglesia parroquial está dedicada a San Pedro Apóstol (Foto 7). Existe una ermita dedicada a San Esteban, que se restauró en los años
40 por medio de “artelan” (participando todos los vecinos), ya que estaba en
ruinas; también había un crucero a la salida del pueblo, en el término llamado
Barrakaldea, y cruces por el monte.
Antes de la restauración de la ermita de San Esteban, el que
pasaba por sus ruinas dejaba un mechón de pelo porque era bueno para curar el
dolor de cabeza; tras su restauración, se va en romería el primer domingo de
agosto.
Tras la misa se hacía una comida en el monte por grupos de
familias y después se bajaba al pueblo, donde se hacía fiesta. También se iba
de romería a la ermita de San Joaquín, situada en el terreno de Arive, junto
con el resto de los pueblos del valle, el segundo lunes de Pascua. Cada pueblo
iba en procesión y, después de misa, comida y baile. Actualmente esta romería
ha desaparecido.
Se iba también a Roncesvalles en romería, junto con el resto
de los pueblos y valles de alrededor. Antiguamente se iba el día 8 de Septiembre
y en la actualidad, de acuerdo con los intereses de cada pueblo y valle, el
domingo de mayo o junio que les toque. Se hace así para poder contar con la
presencia numerosísima de personas que viven fuera de los pueblos,
principalmente en Pamplona.
Al crucero de Barrakaldea se iba, haciendo rogativa y
rezando Letanías, tres días antes de la Ascensión “pidiendo por las cosechas” y
tres días después, es decir, el día de San Marcos.
Las cruces del monte se bendecían el día de Santa Cruz, el 3
de Mayo, y se llevaban a los campos, colocándolas en cuatro términos del
pueblo: Malkei, Ariagain, Txantxalain y el alto de Berabez. Iba el cura del
pueblo a colocarlas, montado en un caballo y acompañado del sacristán y un
miembro del ayuntamiento, que solía ser el depositario. Su finalidad era “que
vayan bien los campos” y “evitar la pedregada”. Un informante aseguró que se
colocaban en estas cruces ramos bendecidos, costumbre que ya ha desaparecido.
Antiguamente, empezaban a ir hacia los cinco años, ahora
comienzan antes a ir a la Iglesia, aunque su presencia se reduce a la Misa del
domingo.
22.- INSTRUCCIÓN ADAPTADA A LOS NIÑOS QUE SE DA EN LA
IGLESIA
Antiguamente, los niños recibían “la doctrina” o Catecismo,
sobre todo para la Primera Comunión, a que “había que saberlo bien”.
Actualmente el cura da catequesis en la Escuela.
23.- EMPLEO DE LA LENGUA MATERNA EN LAS EXPLICACIONES
RELIGIOSAS
Las explicaciones eran siempre en castellano, a pesar de que
la gente hablaba vasco.
24.- CONTACTO DE LOS JÓVENES CON LA IGLESIA DESPUÉS DE LA
EDAD ESCOLAR
Se mantiene el contacto, aunque en los últimos años –y sobre
todo en las nuevas generaciones de jóvenes- se observa un desapego hacia la
iglesia, manifestado principalmente por su no asistencia a misa, aunque se
mantienen relaciones cordiales con el cura. Esta actitud se observa sólo entre
los jóvenes de sexo masculino.
25.- LA INCULCACIÓN DE LOS VALORES CRISTIANOS EN LAS
PRÁCTICAS DEL SACERDOTE
Antiguamente, y por lo que afirman los informantes, les
hablaban sobre todo de moral: del pecado y del infierno. Un anciano llegó a
afirmar que “nos metían tanto miedo con el infierno que así los curas tenían a
la gente recogida”. Actualmente, se centran más en las explicaciones del
Evangelio.
26.- LA FUERZA DE LA TRADICIÓN Y DEL AMBIENTE EN LA ADHESIÓN
DE LOS FELIGRESES A LA RELIGIÓN Y MORAL CRISTIANAS. MOTIVOS QUE ADUCEN QUIENES
PROFESAN OTRA RELIGIÓN PARA APARTARSE DEL CRISTIANISMO
Los más ancianos afirman que es por costumbre, “porque así
nos enseñaron”. Los informantes de edad mediana afirman que “por convencimiento
personal”. No existe nadie que profese otra religión. Antiguamente, “siempre
había alguno que no iba a Misa”, siendo mal considerado por este hecho. La
religiosidad de la gente se mide por su asistencia o no a Misa, que es el punto
culminante, religiosamente hablando, de la comunidad. Así pues, los que no van
a Misa son tachados de “ateos” , sin preocuparse en averiguar sus razones que,
en general, se podrían resumir en su anticlericalismo y su despego de algo que
fue para ellos represivo en su niñez.
27.- INFLUENCIAS DE ORDEN RELIGIOSO Y MORAL QUE SE RECIBEN
DEL AMBIENTE SOCIAL
Los ancianos afirman que “antes había más respeto”, ya que
el domingo era sagrado y nadie trabajaba; todo el mundo asistía a los diversos
oficios religiosos y, en general, la gente vivía la religión de una manera
directa, pues estaba continuamente presente en sus vidas. Sin embargo, alguno
de los informantes ha expresado su desencanto con esta frase: “¡cómo nos han
engañado!”. Actualmente, al perderse muchas de las costumbres de tipo religioso
a la celebración de la Misa diaria, a la que cada vez acude menos gente, y a la
Misa del domingo, que también menos afluencia que antaño.
28.- LA PRÁCTICA DE LA RELIGIÓN EN LAS DIFERENTES
PROFESIONES
No existe diferencia por este hecho.
29.- CONSERVACIÓN DE LA RELIGIÓN POR BARRIOS Y SU RELACIÓN
CON LAS VIAS DE COMUNICACIÓN
No existe diferencia por esto, ya que el único barrio
alejado del pueblo, la Fábrica de Orbaiceta, tenía antiguamente su párroco y
allí acudían también los habitantes de los caseríos. Actualmente es el párroco
de Orbaiceta quien celebra allí la Misa de los domingos.
30.- PROPORCIÓN DE DEVOTOS, OBSERVANTES REGULARES E IRREGULARES,
CONFORMISTAS Y CRISTIANOS SEPARADOS EN LA COMUNIDAD RELIGIOSA
Antiguamente, asistía el cien por cien de la población al
oficio dominical, mientras que actualmente una generación de jóvenes de sexo
masculino, entre los 20 y los 35 años, no asiste a Misa. Muchos hombres se
limitan a “cumplir con la Pascua”, confesando y comulgando en esa fecha,
mientras que el resto del año van a la iglesia, salvo a los funerales.
31.- INICIATIVAS POPULARES PARA LA CELEBRACIÓN DE FUNCIONES
RELIGIOSAS
Se realizaban rogativas los tres días anteriores a la
Ascensión:
-El primer día se iba al crucero situado en Barrakaldea
-El segundo día se iba al barrio de la Rochapea;
concretamente hasta casa de Apat,
-El tercer día se iba hasta el Cementerio.
Su finalidad era que hubiera buenas cosechas y evitar las
pedregadas. El día de San Marcos, tres días después de la Ascensión, se volvía
a ir al crucero de Barrakaldea, según el informanye “para que salieran bien los
axaxis” (“Aza txiki”, planta de berza negra que crece en semillero).
En cuanto al conjuro, se llamaba así a la práctica que se
realizaba cuando venía una tormenta: se colocaban las campanas, y la gente que
vivía cerca de la iglesia o que podía acudía, y el cura salía a la puerta de la iglesia con la estola, el hisopo, el agua bendita, la cruz y el libro. Se
rezaba una oración y se echaba agua bendita a la nube, con la intención de
alejarla, o por lo menos, de evitar la pedregada.
32.- ACTOS DE RELIGIÓN QUE SE CELEBRAN EN LOS HOGARES A
DIARIO O ANTE LA AMENAZA DE ALGÚN PELIGRO
Se rezaban oraciones al acostarse y al levantarse. Había un
aguabenditera en el marco de la puerta de la cocina, y por las noches, al ir a
la cama, se cogía allí agua bendita y al santiguarse se decía una oración:
“Agua bendita a Dios consagrada,
Limpia mi cuerpo y salva mi alma”.
Cuando se acostaban, según un informante, recitaban una
oración:
“Adorámoste Cristo, y bendecímoste,
Que por tu Santa Cruz redimiste al mindo”.
Después de esta oración, se recogía el crucifijo y se
besaba, luego se llevaba a un ojo, luego al otro ojo, y se volvía a besar. Si
no tenían crucifijo en ese momento, por estar fuera de casa por ejemplo, se
besaban los dedos en forma de cruz y repetían el ritual.
Rezaban el Rosario en casa todos los días, pero sobre todo
en Cuaresma y en octubre, mes del Rosario y también cuando había un muerto
reciente en la casa.
En caso de tormenta, se encendía la vela bendecida en Jueves
Santo y se rezaba a Santa Bárbara.
33.- PROMESAS A LOS SANTOS Y MOTIVOS POR LOS QUE SE HACEN
Antiguamente se hacían promesas a santos, cada uno al de su
devoción particular. La razón fundamental era por enfermedad.
34.- OBSERVANCIA DE COSTUMBRES O RITOS ESPECIALES EN LA
IGLESIA LOCAL
Todos los domingos se llevaban a misa un panecillo llamado “la
ofrenda” o “la olada”. Se depositaban en un cesto situado en el pasillo de la
iglesia y el cura bajaba a recogerlo. Quien tuviera un muerto reciente en la
familia era el primero en echar el panecillo, También se llevaba cera, de las
abejas de cada casa; se preparaba en largas mechas redondas enrolladas en un
cesto especial de avellano, hecho a mano (Foto 8). En los funerales este
cestillo se colocaba alrededor de la caja del muerto. Según un informante,
antiguamente nunca entraban a la Iglesia la caja con el muerto, sino que estaba
en la puerta mientras se celebraba el Funeral.
35.- CAMINOS ESPECIALES QUE CONDUZCAN DE LA CASA A LA
IGLESIA
No existen caminos de este tipo.
36.- RESERVADO DE CADA CASA EN LA IGLESIA PARROQUIAL
Antiguamente, cada casa tenía su silla en la Iglesia. Los
hombres se colocaban en la parte de delante de la Iglesia y se sentaban en
bancos corridos; en la parte de atrás se situaban las mujeres en las sillas. Si
alguna mujer no tenía silla, se sentaba en una postura llamada “a ttonttoriko”
(arrodilladas y sentadas sobre los talones).
37.- INFLUENCIA DE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS, VISIÓN DEL
PORVENIR Y ESPERANZA EN LOS DIVERSOS ASPECTOS DE LA CULTURA
Los informantes no han sabido responder a esta pregunta.
38.- ROCES SOCIALES DEBIDOS A LA DIVERSIDAD DE RELIGIONES
No se conocen vecinos que profesen una religión distinta de
la Católica.
FIESTAS
39.- FIESTAS MÁS IMPORTANTES DE LA LOCALIDAD
Las fiestas más importantes eran (y son) en San Pedro, el 29
de Junio. Duraban cuatro días y en ellos se juntaban las familias. Las fiestas
se financiaban recogiendo algo de dinero por las casas, con ayuda del
ayuntamiento y, el resto, lo aportaban los hombres jóvenes, pues las mujeres no
pagaban. Antiguamente no había baile por la mañana ya que los músicos iban por
las casas con las cuadrillas de jóvenes y el baile se ponía a la noche.
En
cuanto al baile del “ttun-ttun”, los instrumentos eran un tamboril cuyo sonido
daba nombre al baile y un txistu.
“El víspera”, tres días antes de San Pedro y por la noche,
los músicos daban una ronda por el pueblo.
El primer día y el segundo, los músicos iban a la iglesia y
tocaban en la Misa; después iban a casa del cura a saludar y luego daban una
ronda por el pueblo y terminaban con un baile en la plaza. A la hora de comer,
los mozos les llevaban a comer a sus casas. Comían sopa de cocido de oveja,
cabezuela (patas, intestinos y cabeza de cordero), carne cocida con tomate,
asado de cordero, o de cabrito, fritada, pollo, y de postre arrozada, natillas
o fruta. Después de comer, se jugaba al mus, y los músicos se echaban la
siesta. Sobre las cinco volvía a abrirse el baile (siempre en la plaza) y hacia
las siete merendaban. Después tocaban hasta las 10 y paraban para ir a cenar.
Siempre se cenaba (y se cena) morcilla blanca con tomate. Después de cenar,
había baile hasta las dos de la mañana.
El tercer día, el de San Pedro, es el más importante:
después de la Misa Mayor, con la orquesta y el baile en la plaza, todo los
jóvenes iban a comer a casa de la Mayordoma, que preparaba un cordero asado al
gerrén (ensartado y asado a la brasa). Antes de comérselo, los mozos daban una
ronda por el pueblo con el cordero en el gerrén (Foto 9). Después de comer, los
mayordomos hacían las cuentas de fiestas y se elegían a los mayordomos del año
siguiente.
El Mayordomo se encargaba de la organización de las fiestas
durante el año que le correspondía, siempre por turno de edad. Había dos
mayordomos y dos mayordomas, que durante todas las fiestas vestían, ellos con
mandarras blancas y ellas con una banda sobre el pecho. Mientras que los
mayordomos llevaban las cuentas, la mayordoma de más edad daba la comida del tercer
día. Después de esa comida, y cuando salía al baile, el mayordomo repartía
entre la gente que estaba en la plaza un rosco que llevaba colgando de una
banda de colores que le cruzaba el pecho.
Siempre (y también actualmente) el tercero es el día de los
casados, que suelen ir a bailar a la plaza. No se conoce que hubiera
bertsolaris en todas las fiestas, aunque había muchos que improvisaban jotas.
El cuarto día la gente iba a trabajar por la mañana y por la
tarde se hacía una merienda en la posada a la que llevaban un acordeonista.
Antiguamente, el baile de fiesta se hacía en las eras,
situadas en el centro del pueblo. El baile, llamado “Ttun-ttun”, se hacía en
círculo en el que alternaban mozos y mozas que bailaban al sol de un tamboril
cuyo sonido da nombre al baile. El mayordomo llevaba una correa en la mano para
mantener el orden del baile. Según un informante, este baile desapareció “cuando
llegaron los clarinetes”, que luego dieron paso a las guitarras y los
acordeones, hasta llegar a las actuales orquestas.
40.- 42.- LAS COSTUMBRES DE HACER FOGATAS EN DETERMINADOS
DÍAS
En las fiestas de San Pedro no se realizaban hogueras, pero
sí en la víspera de San Juan. Se hacían fogatas en tres sitios distintos:
Legarrea, Mendikoa y el centro, es decir, en los tres barrios. Antiguamente,
era obligatorio hacerlas fuera del pueblo pues peligraban los tejados de
tablilla.
Se quemaban fajos de “hierbas buenas de San Juan”; saúco,
mirula, avellano, con los que hacían ramos que se adornaban también con rosas.
Cada año, los fajos que se quemaban eran los bendecidos el día de San Juan del
año anterior y guardados durante todo el año en el desván.
En esta fecha, los mozos saltaban las hogueras y jugaban
alrededor del fuego.
También el día de Sábado Santo se hacían hogueras en la
puerta de la Iglesia. Las fogatas se prendían por la mañana y en ellas se
quemaban los ramos bendecidos el Domingo de Ramos de ese mismo año, y que habían
estado guardados en la torre. Cada uno guardaba un tizón de esa hoguera para
llevarlo a su casa. Según un informante, el tizón se paseaba por toda la casa y
luego se ponía en el fuego para encenderlo.
41.- QUEMA DE FANTOCHES
Solamente en los años 70 de este siglo se adquirió la
costumbre (mantenida muy pocos años) de quemar un muñeco el último día de
carnavales, seguramente por influencia del Carnaval de Lanz.
43.- CORTEJOS NOCTURNOS CON ANTORCHAS Y FAROLES
No se realizan.
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