Un trampajarantojo de fotografías

Una palabra que no había escuchado jamás y que de pronto, últimamente, no hago más que oír, es la de “trampantojo”. 

Se trata de un engaño visual que disfraza algo de otra cosa y tiene una sonoridad bonita. Leo en la R.A.E “Trampantojo, de trampa ante ojo. Masculino coloquial. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.”

Esta palabra ahora la escucho mucho entre modernos de cocina “trampantojo de shushi, trampantojo de pimientos, trampantojo de morcilla” pero también entre modernos de otras artes (diseño de moda, pintura, fotografía…)

Jugando un poco con las fotos de pajarillos que he sacado estos días he decidido convertirlas en trampajarantojos, esto es, disfrazo las fotografías para que parezca que hay más pájaros de los que en realidad hay.

Mi plan es enseñarte por qué creo que Abaurrea Alta es un lugar ideal para los amigos de los pájaros y aprovechar estos días, que son perfectos para la ornitología, pues los árboles aún no han sacado la hoja .

Raramente veo a la Lavandera en el monte, estas prefieren la carretera principal y sus orillos. Aunque a veces puedan verse dos juntas normalmente hay más distancia entre ellas y esta lavandera es la misma. 

Un trampajarantojo evidente, pero no por ello menos especial. A la izquierda de nuevo la lavandera, quieta, sobre un tejado. A la derecha un pájaro (yo apostaría a "camachuelo jóven" pero puede ser otro) en las escaleras junto al Museo de Estelas - Abaurregainako Hilarriak.

¿Tres milanos sobrevolando los Pirineos a la vez? raro raro.. Seguro que has acertado el trampajarantojo y descubriste que se trata de un único milano buscando alimento con ese precioso paisaje, de hecho, las montañas resultantes del juntar las fotografías no existen. 

Ojalá los trabajos de jardinería y atención al público me dejen tiempo para fotografiarte a la colección de pájaros que tenemos alojados en la iglesia de San Pedro y en el Laberinto. 

Lo de los gorriones es un caso a parte, tan aparte que les he de dedicar una entrada pues me parecían todos iguales y no lo son, hay gorriones comunes, morunos y molineros, aunque he de confirmarlo pues su plumaje cambia con la edad y algunos que me parecen de un tipo pueden resultar de otro, y si a eso le sumamos hibridaciones y dismorfismos pues el clasificarlos (sin ser una experta, que voy aprendiendo sobre la marcha) va a ser un asunto bastante  engorrionoso. 

En septiembre-octubre, la fachada norte de San Pedro se convierte en un bullicioso y ajetreado lugar. Llegué a contar más de 50 pequeñas avecillas saliendo entre las piedras, aleteando, piando.. menuda marcha tenían.

Ahora el ambiente está más tranquilo, aunque sea frecuente ver a varios gorriones apoyados sobre la cañería a la vez, este es el mismo individuo, mirando al frente y hacia abajo. 

¡Qué simpático el gorrión! 

¿Ves lo que te digo? Este es un ejemplar distinto al anterior, también por duplicado y en otro tramo de la cañería, seguro que el pueblo también se ve precioso desde ahí. 

Otro trampajarantojo con gorriones, este vive sobre el tejado de Pirinargi Apartamento Rural y se suele colocar en la esquina. Si te has alojado en el apartamento habrás disfrutado de las vistas que tiene hacia los Pirineos, bueno, pues este simpático gorrión también las estaba disfrutando. 

El milano que buscaba comida frente a las montañas también me dejó verle las manchas. ¡Qué bonito! seguro que si vienes con tiempo tú también verás sin dificultad milanos, buitres, gorriones, lavanderas... 

... Camachuelos, Petirrojos, Jilgueros, Golondrinas, Colirrojos, Mirlos, Picarazas, Arrendajos... la verdad es que estamos en una época preciosa para verlos y aunque la primavera siempre viene con retraso a Abaurrea Alta y hace frío, agradezco las ramas desnudas, porque en cuanto brotan las hojas y llega la magia, los pájaros se convierten en árboles que emiten trinos. 

Aunque me lo ponen fácil, aún no sé reconocer los trinos, quizás y sólo por su volumen, el del troglodytes o chochín.

Debía hacer un trampantojo con esta fotografía. Uno de estos días desayunando vi algo parecido a esto y me quedé maravillada. Llegué a exclamar en alto "¡pero qué es esta belleza!": En el mismo árbol (invadido por el líquen, que es una de mis criaturas favoritas) estaba el herrerillo, el carbonero, el camachuelo y el petirrojo. Cada uno a lo suyo, compartiendo el espacio. No pude captar el momento pues tuve que decidir si "vivirlo" o "inmortalizarlo" y saqué la foto más tarde (la mitad izquierda de la que ves), en la que no entraron todos. 

Cuando jugué a espejar la foto para esta entrada el resultado me ha fascinado y se ha convertido en mi mandala personal. Mola muchísimo así que te la dejo también en grande. 

Si abres la imagen en una pestaña nueva la verás mucho más grande (click botón derecho del ratón)

Bueno, pues eso es todo hoy lunes, a ver si retomo el ritmo ideal que me propuse para este blog, porque no quiero quitarle el tiempo que merece... Así que, ¡hasta el jueves!.