jueves, 17 de julio de 2014

Mari


Mari es la Diosa madre de la mitología vasca, asociada a la fertilidad y a la naturaleza, creadora de tempestades y sequías. Habita en cavernas y se la puede ver representada en forma de toro, ternero o caballo emergiendo de las profundidades de las cuevas.

Guarda infinitos tesoros y cambia de morada según la estación. Cuando viaja de una cueva a otra se la puede ver como una nube roja surcando el cielo. También se dice que una vaca rojiza cuida sus cuevas, repletas de riquezas.




Se trata de un ente gentil que concede favores a los humanos con los que se encuentra pero ha de mantenerse un cierto protocolo a la hora de entablar conversación: No se la ha de tutear, no se ha de sentarse y se tiene que salir de la cueva del mismo modo en el que se entró (esto es, caminando hacia atrás)


Odia la mentira y el robo, castigando con fiereza a los ladrones. 


Se la ha emparejado con la serpiente Sugaar y con Urtz (el Dios del Rayo)

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