Tomar los caracoles y limpiarlos bien, de ser necesario
quitarles la membrana para que puedan salir. Ponerlos en un recipiente con
leche y sal un día y leche sola los días siguientes. Limpiar las heces cada
hora. Cuando hayan engordado hasta el punto de no poder entrar en su concha,
cocerlos y freírlos en aceite. Añadirles garum al vino. (esto es: garum,
pimienta, aligustre, culantro, ruda, miel, vino y un poco de aceite) Igualmente se les puede engordar en harina.
Receta extraída del libro “gastronomía en la antigua roma
imperial” traducción de una receta de “De re coquinaria” de Marcos Gavius
Apicius (escrito en el S. I)
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