jueves, 7 de agosto de 2014

Los trajes de Aézcoa

Hoy en día han caído en desuso, si bien se pueden apreciar en fechas concretas cómo el día del tratado con Cice o el Aezkoako eguna (el día del valle). 

En el libro "Danzas e indumentaria de Navarra" escrito por Francisco Arrarás Soto, figuran los siguientes trajes vestidos por los habitantes del valle

Hombre casado, en verano

El hombre casado 

Hombre casado, en invierno
Vestía un paño tanto en invierno como en verano, con un calzón negro desprovisto de bragueta, ajustado por debajo de la rodilla por medio de un cordón también negro y rematado con borlas. 

El chaleco, también negro con escote redondo y pequeñas solapas, rebordeado con una trencilla. La chaqueta o chamarreta también era negra, corta y sin cuello, con pequeñas solapas y atada con dos filas de botones, toda ella iba ribeteada con una trencilla verde. 

En la cintura, una estrecha faja de color azul y más abajo unas medias negras de algodón o lana que acababa en un zapato de becerro negro de ancha puntera. 

El sombrero era de fieltro negro de capa baja y redonda (llamado "de medio queso") con anchas alas vueltas hacia arriba y sobre el ala, alrededor de la copa, una cinta de raso negro. El cabello se recogía sobre la parte posterior de la cabeza en una coleta atada con un cordoncillo negro. 
En invierno, sobre el traje se colocaba una casaca negra, larga y hasta la rodilla, ligeramente acampanada, cerrada de cuello alto y atada por medio de una sola fila de botones. 


Muchacho jóven, mozo soltero


Muchacho jóven, mozo soltero
Repite con el casado el calzón de paño negro y atado por debajo de la rodilla con un cordón, esta vez de color verde y rematado por sendas borlas. La faja estrecha entorno a la cintura la vemos de colores llamativos (rojo, verde o azul). Los zapatos de becerro negro y medias blancas de lana o algodón. 

Sobre la camisa de lino blanco, mangas abullonadas y cuello de punta redondeadas un chaleco de paño rojo o blanco rebordeado con trencilla negra o encarnada y botones del mismo color que el ribete. 

Chaqueta corta de paño verde oscuro, cruzada, con dos filas de botones negros, con grandes solapas y sin cuello. Toda ella, así como sus coderas, de forma elíptica, del mismo paño verde y sus bocamangas iban ribeteadas con una trencilla negra. 

A juego, un gorro cónico de punto de lana o algodón, de un solo color, rematado por una pequeña borla colgante, los colores más usados en aquel gorro eran el rojo, verde, azul, morado o marron. 

El cabello largo iba recogido en la nuca formando un moño y atado con una cinta o cordoncillo negro. 


Pastor

Pastor Aezcoano
En invierno, sobre la indumentaria propia del valle, viste a modo de prenda de abrigo el "Kapusai", una especie de cubretodo en figura de dalmática con capucha y amplias mangas.
Es de color negro o pardo tejido en lana burda lo que lo hace impermeable. 

También para resguardarse del frío y de la lluvia echa sobre sus hombros, espalda y tordo un espaldero de piel de cabra con el pelo al exterior y atado por unas finas correas que cruzan el pecho. 

Calza abarcas de cuero sobre la media negra de lana burda y calcetas o peales de bayeta amarillenta que cubren la pierna hasta debajo de la rodilla. Estas albarcas se atan alrededor del tobillo con finas correas o cordones trenzados de pelo o lana. 

Como tocado, además de la capucha del "Kapusai" se usa montera de piel de cabra o paño negro de punta alta en el centro y orejeras a ambos lados. 

En la mano siempre el bastón o la makila, normalmente una rama recta de avellano



El regidor o persona ilustre

El regidor de la Aezkoa
Este traje era aplicable a miembros del Ayuntamiento o de la junta del Valle

Lleva la misma indumentaria que el hombre casado pero sus zapatos tienen hebillas rectangulares de plata y su puntera es achatada. 

Sobre el traje antes mencionado de hombre casado, viste una ongaina (palabra propia del Aezkera) negra, amplia y de mangas perdidas, ribeteada con colores vivos encarnados y del cuello pende sobre la espalda una larga y estrecha capucha. 

En señal de autoridad, sobre los hombros, encima de la ongaina, un pechero de lino blanco de forma redonda, atado por delante con un cordón rojo sujeto a la tirilla del pechero, y en la mano izquierda un chuzo rematado en una punta de lanza. 

A día de hoy, los junteros y regidores del valle visten este traje en la fiesta del día del valle y en algunos actos institucionales. 



Mujer casada

Mujer casada
Vestía dos sayas iguales de paño negro, largas hasta el tobillo que se ataban a un costado, entre ambas, colgada de la cintura, una faltriquera o bolsillo de tela. 
Sobre el camisolín de lino de mangas abullonadas y fruncidas en los puntos, un lazo de terciopelo negro cerrando el cuello y un justillo de paño negro con vivos encarnados atado al pecho con cordones de color rojo. 

Calzaban zapatos cerrados de becerro negro y medias del mismo color, en verano de hilo de algodón y en invierno de lana. Sus cabellos caían en dos largas trenzas a lo largo de la españda enlazadas con cintas de raso negro colgantes hasta las corvas de la pierna. 

Para actos sociales de gran calado o ir a la iglesia, se vestía sobre el justillo un jubón o chaquetilla negra muy cerrada, de mangas ajustadas y atadas a la muñeca por tres o cuatro botones. De igual modo se usaba una mantilla de paño negro rebordeada con una cinta de raso también negro, de unos quince centímetros de ancho, y una borlita colgante sobre la frente. 
Una vez puesta debía llegar a la altura de los codos de donde no podía rebasar. Al salir del templo o finalizar el acto esta mantilla se colocaba sobre el brazo artísticamente doblada. 


Muchacha jóven

Muchacha jóven
Al igual que la mujer casada, usa también las dos faldas plisadas de paño negro y el bolsillo de tela. Sobre la blanca camisa de lino, de voluminosas y fruncidas mangas en las muñecas, cerrada en el cuello por medio de una cinta o lazo de terciopelo negro, iba un justillo sin mangas, de paño rojo ribeteado con trencilla negra, atado por delante por cordones encarnados. 

En ambos costados y en la espalda llevaba unos motivos bordados en cadeneta hechos con algodones o lanas de color verde, azul, rojo o blanco. 

Calzaba zapatos cerrados negros y medias blancas de hilo en verano y lana en invierno. Se peinaba el cabello en dos largas trenzas colgantes sobre la espalda rematadas por sendas cintas de un alegre colorido que llegaban hasta la rodilla. 

Para asistir a la iglesia debían cubrirse la cabeza con una mantilla de paño verde, rebordeada con ancha cinta floreada que, una vez puesta, debía llegar únicamente a la altura de los codos sin sobrepasarlos. Al salir del templo se doblaba graciosamente sobre el brazo izquierdo. 


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