Para ambientar la lectura de esta entrada, os recomiendo escuchar este playlist de mi canal de Youtube.
Teobaldo I (IV de Champaña) nace en Troyes en 1.201, hijo póstumo
de Teobaldo IIl Conde de Champaña (una adinerada zona de Francia) y de Blanca de Navarra, hermana de Sancho el
Fuerte.
Cuando se atisba el final de Sancho, con graves problemas de
úlceras varicosas y recluido en su
castillo de Tudela sin descendencia, llaman a su sobrino Teobaldo quien, a
petición del monarca, es instruido en las costumbres, idiomas y leyes del reino
navarro. En esta estancia un joven Teobaldo coincide con Blanca de Castilla, (una reina viuda 13 años mayor que él con gran prole a sus espaldas) y se enamora
profundamente. El joven se vuelve taciturno y entra en una grave depresión... es
cuando sus amigos y allegados le recomiendan que desate su faceta artística
(sobre todo poesía y música) para aliviar y desahogar los males de su corazón.
Gozaba de mucha fama entre la gente culta de su época, entre
su legión de seguidores se encontró años más tarde, el mismísimo Dante Alighieri, quien quizás
pudo inspirarse escuchando sus sonatas para
escribir la Divina Comedia.
Es considerado uno de los autores más reconocidos y
prolíficos de la edad media, se conservan 514 textos y 410 melodías suyas.
Los historiadores nos lo presentan como un varón de cierto
atractivo al que se le acusa algo de sobrepeso.
Sancho y Teobaldo tienen algunas discrepancias y se
distancian antes de la muerte del primero quien decide, antes de morir, hacer un
acuerdo de prohijamiento con Jaime I de Aragón (esto es, un acuerdo en el que
el monarca que antes falleciera cedería la gestión de su reino al otro).
Ni Sancho ni Jaime esperaban la rápida actuación de los
navarros muy dados a pasarse por el forro las últimas voluntades de sus
monarcas: Una vez muerto Sancho,
llamaron a prisa a Teobaldo I para hacerle jurar los fueros y coronarlo rey: preferían antes ser gobernados por un
acaudalado extranjero que por el rey vecino con el que históricamente habían guerreado
defendiendo territorios fronterizos.
Así, de manera apresurada, Teobaldo I, en 1234 jura los fueros y es proclamado rey.
Pasa a la posteridad por ser un rey de reinado tranquilo
(exceptuando algún problemilla con gentes de Tudela del que se disculpa
alegando no haber entendido del todo el funcionamiento de los fueros).
Llena las arcas del reino de riquezas y trae nuevas artes a
la vez que desarrolla enormemente la agricultura introduciendo árboles frutales
de su tierra natal respetando siempre las diferentes identidades del pueblo
navarro. Consolidó la presencia navarra
en Ultrapuertos.
No cesa en su labor de compositor y poeta, entretenimiento
que le hizo sobrellevar su amor platónico por Blanca.
Desarrolló ciertas
simpatías por los valles pirenaicos, que son lugar de paso en sus constantes
viajes a Champaña.
Al declararse firmemente cristiano goza del beneplácito de
la santa sede durante su reinado (pese a llevarse realmente mal con el obispo de Pamplona que incluso tratará de excomulgarle), exime a la colegiata de Roncesvalles de pagar
algunos impuestos.
Se esfuerza en disminuir la diferencia entre clases y
estrechar la grieta entre pobres y ricos a la vez que ejerce para estabilizar
el reino de manera interna, ejemplo de esto es que funda oficialmente varios asentamientos y poblados que eran disputados por varios valles como es
el caso de Abaurrea Alta, pueblo a quien le otorga identidad propia e incluye
en el valle de Aezcoa en el año 1.237.
Como rey cristiano es llamado a las cruzadas y acude en 1.238, no
destaca en habilidad bélica ni realiza grandes conquistas pero pasará a la
posteridad componiendo canciones para alentar a las tropas; de esta época es su
composición más famosa Seigneur Sancheiz.
Se casa 3 veces (en 1.220 con
Gertrudis Dagsboug, en 1.222 con Inés de Beaujeu y en 1.233 con Margarita de
Borbón) y tiene descendencia; un total
de 12 hijos, 8 reconocidos y 4 bastardos .
Al poco de volver de uno de sus viajes a Champaña en 1253
muere y es enterrado en la catedral de Pamplona con gran duelo popular lo que
viene a demostrar la buena impronta que causó en los navarros.
El padre Moret, en el siglo XVII lo elogia diciendo que fue "en la guerra príncipe de mucho esfuerzo y de mucha prudencia, en la paz alegre y festivo, muy aficionado a la música y a la poesía. En el gobierno fue cuidadoso y diligente"
Ni hermoso, ni sabio, ni fuerte: Teobaldo pasará a la posteridad como “El
trovador” y “El poeta” .
Su hijo Teobaldo II heredará el trono.
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