¡Hola! Hoy os traigo una entrada de la sección Flora un tanto peculiar,
puesto que esta, como ya habréis adivinado, no es una planta autóctona ni del
Pirineo ni de Navarra.
La Orphiopogon planiscapus es nativa de Japón… entonces, os
preguntaréis ¿cómo es que la podemos ver en el valle de Aezkoa y en dónde exactamente?
Estas bonitas plantas fueron plantadas junto a las estelas del Museo de Abaurrea Alta en su variedad Nigrescens, variedad que, por cierto, fue
galardonada con el premio Royal Horicultural Society Award of Garden Merit.
Pertenece a la familia de las asparagáceas y su nombre viene de orphis
(en griego “serpiente” y pogon “barba”, planiscapus es un epíteto latino que
significa “con escarpo plano” (el escarpo en botánica es un tallo desprovisto
de hojas que presenta flores en su extremo).
Es una pequeña planta de hoja perenne que puede alcanzar los 20
centímetros de altura.
Las hojas, alargadas y lineales son de color verde muy oscuro o negro,
este color es el que llama tanto la atención a nuestros visitantes, miden unos
6 mm de anchura.
Se multiplican por semillas y mediante cortos rizomas, son de
crecimiento lento y sus semillas son de estratificación en frío, esto es, han
de pasar al menos una helada antes de germinar. Una vez germinadas tardarán de
3 a 5 años en alcanzar el tamaño adulto.
Florecen durante el verano, en el centro de la planta crece el escarpo
cuyas flores de pequeño tamaño brotan en forma de racimo, son blancas o lilas
tirando a blanquecinas.
El fruto es una baya de color verde, negro azulado en
su maduración muy tóxica.
Se usa bastante como planta ornamental, aguanta bien las heladas, no es
atacada por insectos ni plagas (si acaso las babosas pueden comer parte de las
hojas) y es fácil de combinar porque, ya sabréis... “el negro combina con
todo”.
Requiere poco mantenimiento, es importante retirarles las hojas que
hayan podido caerles encima durante el otoño porque de no hacerlo perderán el
color negro y se pudrirán algunas partes restándole belleza. Tampoco le gustan
los suelos calcáreos.
Y creo que con esto ya os he contado todo lo que he podido averiguar sobre
esta bonita planta, ahora bien, si queréis verla “en vivo” no os podéis perder
el perderos en el Museo de Estelas de Abaurrea Alta.
¡Hasta el sábado!
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