miércoles, 6 de noviembre de 2019

Soluciones a la despoblación.


¿Qué hacer frente a la despoblación?

Hola, hoy tenía otra entrada preparada pero acabo de leer un post tan maravilloso escrito por mi hermana ♥ que quería aprovechar y contaros como veo yo eso del tema de la despoblación.

Aquí (y me refiero aquí, con los pueblos del Pirineo Navarro; Aezkoa y extrarradio) todos sabemos que el tema va a peor. Esto se sabe desde hace tiempo y parece que todos lo han aceptado con esa resignación y tristeza tan característica del valle.



El mundo rural ofrece posibilidad de desarrollo personal y emprendimiento (Agricultura, Ganadería, Turismo, Telecomunicaciones y Servicios…) y debemos reflexionar de hacia dónde queremos avanzar.

Para mí, lo primordial es mantener un estilo de vida, ligado a la historia del lugar y a su patrimonio, apoyar la conservación y transmisión de la cultura material e inmaterial. Mantener la idiosincrasia de cada pueblo, con sus paisajes y su imaginario.

Veo que estos pueblos son muy ricos en estas cuestiones y también frágiles.



Ha pasado el día de fieles difuntos y he pensado en la cantidad de conversaciones pendientes con Esteban, Segundo Ignacio, Patricio Remondegi, Saturnino el Californiano, Julio Sargento, Pedro Orbara, Nely Juanzuriz, Domingo y Claudia Ignacio, el Padre de Ordoki, Mariato y Teodoro Kandingi… esas conversaciones se me quedaron pendientes.. ¡¡Cuánto habría podido yo aprender y disfrutar conociendo aquellas historias con sus voces!! ¡¡Qué pérdidas tan grandes hemos tenido en este pueblo los últimos años!! ¡¡Qué pena y qué tristeza!! Me consuelo teniéndolos en la mente, recordando sus rostros y sus voces.. pienso en que les gustaría verme tan bien en el pueblo, sacando adelante el Museo de Estelas y viviendo una vida plena. 

Sí, todos estarían contentos de verme así, les recuerdo con cariño… y sonrío.



Mi hermana tiene razón, cada persona cuenta y aquí los vecinos no son vecinos, son amigos de vida, bizilagunak, incluso te llevas bien con tu peor enemigo porque no sabes cuándo necesitarás que te saque de una cuneta en medio de la nieve, que te ayude con el parto de una vaca o que te recoja del suelo porque te acabas de patinar con la nieve (o viceversa). Ya te dije que aquí tienen, tenemos, un oído evolucionado.  

Hice un pequeño estudio sobre la oferta hostelera a 50 km a la redonda (fue mi forma de viajar sin moverme del Museo de Estelas) y me quedé sorprendida. 
¿Qué presente y futuro tienen esos pueblos en los que la capacidad hotelera supone 15 veces la población del lugar? ¿Quién mantiene el paisaje, la cultura y la tradición, la historia y el patrimonio oral de esos sitios?

¿Quién vive ahí y cómo es la rutina de esos lugares?

Vale, he puesto una foto del extrarradio lejano pero tenía otras parecidas del extrarradio cercano   :) 

No sé si queremos avanzar en esa dirección pero yo a esos pueblos (100 habitantes, Oferta Hotelera 1500 camas) no les llamo pueblos, les llamo “Reservas Naturales” al más puro estilo norteamericano: un sitio al que van 1500 personas a ver cómo viven 100, y 90 de las 100 viven de dar servicio a las 1500. Un decorado volcado hacia el turista.

Yo no quiero que esto se convierta en una reserva natural, no. Entiendo que desde la ciudad convertir esto en reserva sea el camino fácil pero yo veo todo lo que se pierde en el camino. Me interesa que vengan vecinos de verdad, de los que ya tienen o echan raíces aquí, de los que comprenden esta frágil riqueza, de lo que contribuyen en el día a día.

Todos sabemos como sería el kit de plaimobil "reserva del pirineo": hórreos, muchos árboles, vacas pirenaicas, algún tractor, una familia de jabalíes, patatas, estelas discoidales y un par de muñecos con tez rojiza. 

En realidad, más que vengan vecinos me interesa que vuelvan los que se fueron.

Y para eso, tal y como yo lo veo, aquí uno de los problemas es el sistema educativo.

No hace tantos años todos los pueblos tenían una escuela en la que se impartían varios cursos en la misma clase con un único maestro/a. Y no es que en los pueblos hubiese más niños, hay más o menos los mismos. Pero ahora en lugar de estudiar todos en la misma clase, en el mismo pueblo, con la misma maestra, tienen una plantilla de profesores en Garralda para cada materia, la enseñanza dividida por cursos. De todo el valle no sé si se juntan 80 chavales, (a algo menos de 10 por pueblo, de media) y con todo lo que eso conlleva; desplazamientos, necesidad de conciliación de la vida familiar y laboral, extraescolares, comedor…

x (Aquí va una foto que pondré mañana, con una de esas aulas de antaño) x

Hasta aquí la comparativa, reunir a todos los chavales del valle en un colegio está bien, pues se conocen y relacionan entre ellos, cosa que antiguamente sólo pasaba en las romerías y en las fiestas de los pueblos. Ahora los chavales del Valle se conocen desde críos y se forman amistades sólidas que serán mantenidas en Pamplona.

Y aquí entra y pongo yo la pega.


La primera causa de despoblación de los pueblos, de esta España vaciada de la que tanto hablan. La enseñanza en Garralda sólo es hasta los 16 años. Después, para cursar FP o Bachiller (no sé si se sigue llamando así), han de ir a Pamplona.

¿Hay transporte público diario desde estos pueblos a Pamplona para que la chavala o el chaval de 16 vaya y vuelva todos los días a casa, aún metiéndose 3h y media de viaje diario? 

NO

¿Supone una pasta para las familias pagarle al chaval o chavala un piso compartido en Pamplona para que vaya a estudiar?

 SI

¿Dejarías a tu hijo/a sola, sin supervisión alguna, viviendo en la ciudad a los 16 años, esa edad en la que más que nunca hay que tener 101 ojos y preocuparse? 
.
..
...

YO NO

Así me imagino yo una reunión de padres con hijos adolescentes.

Ese momento (que antes, cuando había escuelas en cada pueblo, sucedía a los 14 años) es el que rompe a la familia. El que vacía las casas de manera sistemática.

A los 16 años, para todas esas generaciones, sus casas natales en estos pueblos pasan a convertirse en casas de fin de semana. Con suerte, habrá parte de esta chavalería que lo tenga claro: “salgo a Pamplona a estudiar, me hago la carrera y vuelvo al pueblo para aplicar y poner al servicio de los vecinos lo que he aprendido”. 

Conozco varios de estos casos y me quito el sombrero con ellos. Pero la gran mayoría de estas generaciones se pierde, de por vida, como vecinos, como habitantes. Aún empadronados aquí hacen su vida en la ciudad, compran y consumen en la ciudad, se interrelacionan en la ciudad y contribuyen poco a la exquisita rutina de estos pueblos.

Es normal, van a la ciudad, obtienen trabajo, crean vínculos de amistades, se acostumbran…

Yo también me acostumbraría a esto.. las ciudades tienen rincones preciosos y mucho atractivo... pero elijo vivir aquí  :) 

No veo yo que sea tan complicado poner un centro de estudios de Bachiller y algunos de los FP más demandados en Aoiz u Ochagavía. Tampoco veo complicado subvencionar una línea de transporte público para que los chavales y cualquier vecino que quiera, pueda pasar la mañana en Aoiz u Ochagavia. Creo que esto mejoraría la calidad de vida de las familias, pues a los 18 ya es otro tema y parece que todos estamos mentalizados de que si se quiere estudiar algunas carreras hay que volar del nido y salir a descubrir el mundo sin la tutela de los padres.



El segundo problema que veo es la cantidad de casas vacías que tenemos. Vale, queremos traer gente al pueblo. Ahora son 120 vecinos y queremos que en 10 años sean 200. ¿A dónde vienen? En la actualidad hay pocas casas en venta y ninguna en alquiler. ¿No sería mejor para el pueblo que esas casas vacías alojasen gente a cambio de un pequeño alquiler? (¿quizás con derecho a compra?)

Me suena que algo querían hacer poniendo algunos pisos con alquileres sociales en el solar de la OPOSA en Aribe, valga decir que esto sólo se notará en el censo de población de Aribe. ¿No sería mejor, en lugar de construir nuevo, hablar y negociar con los propietarios de las casas que se están cayendo de vacías y en el centro de ese pueblo? Entiendo que rehabitando esas casas se mantiene la historia, el patrimonio y la distribución del pueblo original y que si estas no se habitan acabarán siendo solares y etxakunzes sin uso alguno.



Quizás hablando uno a uno con esos propietarios y conociendo el motivo por el cual la casa no está ni en venta ni en alquiler se pueda encontrar una solución fácil. Cada casa vacía y sin letrero equivale al impedimento de que 2, 4, 6 u 8 personas vengan a vivir aquí.

Actualmente y en Abaurrea Alta sólo he visto en venta Casa Pedro José. Te dejo aquí su anuncio de venta tal y como yo lo hubiese redactado

......

En Abaurrea Alta, se vende Casa PedroJosé, a pie de carretera en el barrio de Cerealdea.

Conocida también como casa PedroJosesa o la Tenderosa. Haciendo referencia a la esposa de PedroJosé y a la tienda que tenían en la planta baja y donde se vendía un poco de todo (aquí los mozos recuerdan con cariño las peladillas que compraban, la especialidad de La Tenderosa debían ser aquellas peladillas)

Guardamos una anécdota que pasó en el balcón de esta casa y que bien podía haber sido recogida por José Miguel de Barandiarán. A la Tenderosa se le aparecieron unos ángeles

Tiene como vecinos las casas Ordoki, Sargento, Chapar, Iturburu y Jolís. Todas menos una están habitadas por buena gente (la que no, está vacía y sin cartel).

Por fuera está en buen estado y por dentro también.  Para entrar a vivir ya (y si eso, hacerle algún arreglo sobre la marcha), ideal para poner negocio en la planta baja.  

Si te interesa contacta conmigo o con el teléfono que pone en la casa.




Además de arreglar el tema de la vivienda y la educación, podrían tomarse otras medidas que favorezcan la implantación de negocios. En mi caso, me quedé sin ayuda al autoempleo por la falta de transporte público y la dificultad burocrática que –por narices- exigen el desplazamiento a la capital, también me quedé sin bonificación de tarifa de 2 años por darme de alta un día antes de que entrara en vigor.

Sobre el papel todo son ventajas pero, al menos en mi caso, se quedaron sobre papel.

Se me ocurre convertir esto en una zona favorecida por fuero. Si en las Islas Canarias se paga un IVA super-reducido por su situación geográfica y su condición isleña, se me ocurre que tendríamos aquí también derecho a ese IVA super-reducido por nuestra situación geográfica y nuestra condición de pueblo fronterizo aislado en la montaña que conserva y cuida uno de los pulmones del planeta. 



Seguro que con ese tipo de beneficios fiscales la gente se animaría (una vez solucionado el tema de la vivienda y de la educación de los hijos) a crear aquí sus empresas y generar empleo. Creo que como defensores de Navarra ante francos y baigorrianos, con la hidalgia reconocida, nuestro pasado como guardia real, nuestra cesión por engaño de los montes comunales a cambio de la fábrica de armas… 

Por todo esto, y porque el revitalizar los despoblados del Pirineo lleva años en la hoja de ruta, el fuero debería reconocernos unas ventajas fiscales que no aparecen por ningún sitio, lo que antiguamente llamaba “eximente de impuestos”.



Llevo años escuchando eso de: “No les interesa remontar esto” y a veces, en esos momentos de bajón, creo que eso es cierto. Se hacen cosas, claro que se hacen cosas; tenemos gimnasia, manualidades, informática, euskaltegi, servicio de biblioteca en Espinal, escuela hasta los 16 en Garralda, Farmacia en Aribe y un servicio médico y de asuntos sociales excepcional, inmejorable, extraordinario.

Pero, a veces, noto que las leyes que deberían servir para protegernos, mejorarnos la vida, facilitarnos las cosas (la base misma de los fueros, ese acuerdo bidireccional entre el habitante y el rey/estado) nos complican la vida sistemáticamente en este entorno rural. Y claro, ya lo de pagar impuestos según los ingresos debería ser de cajón.

No me malinterpretes… esto no es una queja, sólo una pequeña reflexión sobre lo que haría yo de tener una varita mágica. No entiendo de política y supongo que abordar de manera clara estas cuestiones no es tan fácil como lo veo yo…



Hace un tiempo se aprobó una propuesta lanzada desde una plataforma participativa de estos valles, consistente en pensar durante 1 minuto, como afecta cada propuesta de ley aprobada en el parlamento navarro a las zonas desfavorecidas del Pirineo.

En una oficina del centro la perspectiva es muy diferente y creo que, por mucho que se piense, no tendrán la subjetividad suficiente para entender como nos afectan esas leyes. Pongo un ejemplo; para cobrar un servicio tengo que ir al banco en Aribe a que me rellenen un papel en horario de apertura, eso es cerrar una mañana mi negocio faltando a mi puesto de trabajo, desplazarme 15 km sin transporte público para llegar allí antes de las 2, y una vez rellenado ese papel, volver esos 15 km para comer unas moras o avellanas que he recogido por el camino y poder trabajar a la tarde.

Ese papel, esta vez, lo puedo escanear y enviar por e-mail (porque me funciona el scaner y la wifi va lenta pero va, que lo mismo podrían fallar estas cosas) pero otras veces he de ir a Pamplona un lunes (que es cuando hay autobús) faltar al trabajo de nuevo y volver a la tarde hasta Roncesvalles o Aribe pagando 40 Euros para que un taxi me lleve a casa. Si tuviese coche el tema sería el mismo: cerrar y faltar al trabajo por hacer cualquier trámite que me exige la administración.



Por esto, aprovecho para tramitar todo lo tramitable durante mis vacaciones. Hay quien se va a Benidorm o Ibiza, yo me voy a la ciudad para ir al Banco, a la oficina de recaudación, a la seguridad social o a hacienda tributaria, también al hospital para que el experto vea mejor mi analítica o cazar al comercial que no me visita… lo que llamo “Vacaciones de trabajo”.

Y este es mi caso pero aquí cada uno lidia con sus cosas, con sus necesidades, con sus problemas. 124 almas pagando silenciosamente la falta de perspectiva de quien lo ve todo en un papel sobre su mesa en una oficina (quizás también en una visita fugaz de fin de semana, cuando estos pueblos reciben con los brazos abiertos a quienes se fueron y el ambiente se corresponde, más o menos, al número del censo).



Sé que esta situación que vive la España vacía, vaciada de la que hablan tanto tiene fácil arreglo y un futuro prometedor pero también me preparo para otra cosa, y en mi mapa no sólo coloreo lo que habrá que replantar cuando la polilla del boj pase por aquí, también coloreo las casas vacías y las que se vaciarán en menos de dos décadas. Me preparo mentalmente para ese “futuro desolador” que se empeñan en dibujar y lo visualizo.

Evito pensar en los amigos de vida que me faltarán, bien porque se murieron, bien porque crecieron y se fueron a Pamplona a estudiar.

 Hasta ahí llega mi capacidad de hacerme daño imaginando y hasta aquí la entrada de esta semana. 

Una pequeña reflexión sobre las soluciones a la despoblación.

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