¿Qué hacer frente a la despoblación?
Hola, hoy tenía otra entrada preparada pero acabo de leer un post tan maravilloso escrito por mi hermana ♥ que quería aprovechar y contaros como veo yo eso del tema de la despoblación.
Aquí (y me refiero aquí, con los pueblos del Pirineo Navarro;
Aezkoa y extrarradio) todos sabemos que el tema va a peor. Esto se sabe desde hace tiempo y parece que todos lo han
aceptado con esa resignación y tristeza tan característica del valle.
El mundo rural ofrece posibilidad de desarrollo personal y emprendimiento (Agricultura,
Ganadería, Turismo, Telecomunicaciones y Servicios…) y debemos reflexionar de hacia dónde queremos
avanzar.
Para mí, lo primordial es mantener un estilo de vida, ligado
a la historia del lugar y a su patrimonio, apoyar
la conservación y transmisión de la cultura material e inmaterial. Mantener
la idiosincrasia de cada pueblo, con sus paisajes y su imaginario.
Veo que estos pueblos son muy ricos en estas cuestiones y
también frágiles.
Ha pasado el día de fieles difuntos y he pensado en la
cantidad de conversaciones pendientes con Esteban, Segundo Ignacio, Patricio
Remondegi, Saturnino el Californiano, Julio Sargento, Pedro Orbara, Nely
Juanzuriz, Domingo y Claudia Ignacio, el Padre de Ordoki, Mariato y Teodoro
Kandingi… esas conversaciones se me quedaron pendientes.. ¡¡Cuánto habría
podido yo aprender y disfrutar conociendo aquellas historias con sus voces!! ¡¡Qué
pérdidas tan grandes hemos tenido en este pueblo los últimos años!! ¡¡Qué pena
y qué tristeza!! Me consuelo teniéndolos en la mente, recordando sus rostros y
sus voces.. pienso en que les gustaría verme tan bien en el pueblo, sacando adelante el Museo de Estelas y viviendo una vida plena.
Sí, todos estarían
contentos de verme así, les recuerdo con cariño… y sonrío.
Mi hermana tiene razón, cada persona cuenta y aquí los vecinos no son vecinos, son amigos de vida, bizilagunak, incluso te llevas bien con tu peor enemigo porque no sabes cuándo
necesitarás que te saque de una cuneta en medio de la nieve, que te ayude con
el parto de una vaca o que te recoja del suelo porque te acabas de patinar con
la nieve (o viceversa). Ya te dije que aquí tienen, tenemos, un oído evolucionado.
Hice un pequeño estudio sobre la oferta hostelera a 50 km a
la redonda (fue mi forma de viajar sin moverme del Museo de Estelas) y me quedé
sorprendida.
¿Qué presente y futuro tienen esos pueblos en los que la capacidad
hotelera supone 15 veces la población del lugar? ¿Quién mantiene el paisaje, la
cultura y la tradición, la historia y el patrimonio oral de esos sitios?
¿Quién vive ahí y cómo es la rutina de esos lugares?
Vale, he puesto una foto del extrarradio lejano pero tenía otras parecidas del extrarradio cercano :) |
No sé si queremos avanzar en esa dirección pero yo a esos
pueblos (100 habitantes, Oferta Hotelera 1500 camas) no les llamo pueblos, les
llamo “Reservas Naturales” al más puro estilo norteamericano: un sitio al que
van 1500 personas a ver cómo viven 100, y 90 de las 100 viven de dar servicio a
las 1500. Un decorado volcado hacia el turista.
Yo no quiero que esto se convierta en una reserva natural, no. Entiendo que desde
la ciudad convertir esto en reserva sea el camino fácil pero yo veo todo lo que
se pierde en el camino. Me interesa que vengan vecinos de verdad, de los que ya
tienen o echan raíces aquí, de los que comprenden esta frágil riqueza, de lo
que contribuyen en el día a día.
En realidad, más que vengan vecinos me interesa que vuelvan los que se fueron.
Y para eso, tal y como yo lo veo, aquí uno de los problemas es el
sistema educativo.
No hace tantos años todos los pueblos tenían una escuela en
la que se impartían varios cursos en la misma clase con un único maestro/a. Y
no es que en los pueblos hubiese más niños, hay más o menos los mismos. Pero
ahora en lugar de estudiar todos en la misma clase, en el mismo pueblo, con la
misma maestra, tienen una plantilla de profesores en Garralda para cada materia,
la enseñanza dividida por cursos. De todo el valle no sé si se juntan 80
chavales, (a algo menos de 10 por pueblo, de media) y con todo lo que eso conlleva;
desplazamientos, necesidad de conciliación de la vida familiar y laboral, extraescolares,
comedor…
x (Aquí va una foto que pondré mañana, con una de esas aulas de antaño) x
Hasta aquí la comparativa, reunir a todos los chavales del
valle en un colegio está bien, pues se conocen y relacionan entre ellos, cosa
que antiguamente sólo pasaba en las romerías y en las fiestas de los pueblos. Ahora
los chavales del Valle se conocen desde críos y se forman amistades sólidas que
serán mantenidas en Pamplona.
Y aquí entra y pongo yo la pega.
La primera causa de despoblación de los pueblos, de esta España
vaciada de la que tanto hablan. La enseñanza en Garralda sólo es hasta los 16
años. Después, para cursar FP o Bachiller (no sé si se sigue llamando así), han
de ir a Pamplona.
¿Hay transporte público diario desde estos pueblos a
Pamplona para que la chavala o el chaval de 16 vaya y vuelva todos los días a
casa, aún metiéndose 3h y media de viaje diario?
NO
¿Supone una pasta para las familias pagarle al chaval o
chavala un piso compartido en Pamplona para que vaya a estudiar?
SI
¿Dejarías a tu hijo/a sola, sin supervisión alguna, viviendo
en la ciudad a los 16 años, esa edad en la que más que nunca hay que tener 101
ojos y preocuparse?
.
..
...
YO NO
Así me imagino yo una reunión de padres con hijos adolescentes. |
Ese momento (que antes, cuando había escuelas en cada
pueblo, sucedía a los 14 años) es el que rompe a la familia. El que vacía las
casas de manera sistemática.
A los 16 años, para todas esas generaciones, sus casas
natales en estos pueblos pasan a convertirse en casas de fin de semana. Con
suerte, habrá parte de esta chavalería que lo tenga claro: “salgo a Pamplona a
estudiar, me hago la carrera y vuelvo al pueblo para aplicar y poner al
servicio de los vecinos lo que he aprendido”.
Conozco varios de estos casos y
me quito el sombrero con ellos. Pero la gran mayoría de estas generaciones se
pierde, de por vida, como vecinos, como habitantes. Aún empadronados aquí
hacen su vida en la ciudad, compran y consumen en la ciudad, se interrelacionan
en la ciudad y contribuyen poco a la exquisita rutina de estos pueblos.
Es normal, van a la ciudad, obtienen trabajo, crean vínculos
de amistades, se acostumbran…
Yo también me acostumbraría a esto.. las ciudades tienen rincones preciosos y mucho atractivo... pero elijo vivir aquí :) |
No veo yo que sea tan complicado poner un centro de estudios de Bachiller y algunos de los FP más demandados en Aoiz u Ochagavía. Tampoco veo complicado subvencionar una línea de transporte público para que los chavales y cualquier vecino que quiera, pueda pasar la mañana en Aoiz u Ochagavia. Creo que esto mejoraría la calidad de vida de las familias, pues a los 18 ya es otro tema y parece que todos estamos mentalizados de que si se quiere estudiar algunas carreras hay que volar del nido y salir a descubrir el mundo sin la tutela de los padres.
El segundo problema que veo es la cantidad de casas vacías que tenemos. Vale, queremos traer gente
al pueblo. Ahora son 120 vecinos y queremos que en 10 años sean 200. ¿A dónde
vienen? En la actualidad hay pocas casas en venta y ninguna en alquiler. ¿No
sería mejor para el pueblo que esas casas vacías alojasen gente a cambio de un
pequeño alquiler? (¿quizás con derecho a compra?)
Me suena que algo querían hacer poniendo algunos pisos con
alquileres sociales en el solar de la OPOSA en Aribe, valga decir que esto sólo
se notará en el censo de población de Aribe. ¿No sería mejor, en lugar de
construir nuevo, hablar y negociar con los propietarios de las casas que se
están cayendo de vacías y en el centro de ese pueblo? Entiendo que rehabitando
esas casas se mantiene la historia, el patrimonio y la distribución del pueblo
original y que si estas no se habitan acabarán siendo solares y etxakunzes sin
uso alguno.
Quizás hablando uno a uno con esos propietarios y conociendo
el motivo por el cual la casa no está ni en venta ni en alquiler se pueda
encontrar una solución fácil. Cada casa vacía y sin letrero equivale al impedimento
de que 2, 4, 6 u 8 personas vengan a vivir aquí.
Actualmente y en Abaurrea Alta sólo he visto en venta Casa
Pedro José. Te dejo aquí su anuncio de venta tal y como yo lo hubiese
redactado
......
En Abaurrea Alta, se
vende Casa PedroJosé, a pie de carretera en el barrio de Cerealdea.
Conocida también como
casa PedroJosesa o la Tenderosa. Haciendo referencia a la esposa de PedroJosé y
a la tienda que tenían en la planta baja y donde se vendía un poco de todo
(aquí los mozos recuerdan con cariño las peladillas que compraban, la
especialidad de La Tenderosa debían ser aquellas peladillas)
Guardamos una anécdota
que pasó en el balcón de esta casa y que bien podía haber sido recogida por
José Miguel de Barandiarán. A la Tenderosa se le aparecieron unos ángeles…
Tiene como vecinos las casas Ordoki, Sargento,
Chapar, Iturburu y Jolís. Todas menos una están habitadas por buena
gente (la que no, está vacía y sin cartel).
Por fuera está en buen
estado y por dentro también. Para entrar
a vivir ya (y si eso, hacerle algún arreglo sobre la marcha), ideal para poner
negocio en la planta baja.
Si te interesa contacta conmigo o con el teléfono que pone
en la casa.
Además de arreglar el tema de la vivienda y la educación, podrían tomarse otras medidas que
favorezcan la implantación de negocios. En mi caso, me quedé sin ayuda al
autoempleo por la falta de transporte público y la dificultad burocrática que –por
narices- exigen el desplazamiento a la capital, también me quedé sin
bonificación de tarifa de 2 años por darme de alta un día antes de que entrara
en vigor.
Sobre el papel todo son ventajas pero, al menos en mi caso,
se quedaron sobre papel.
Se me ocurre convertir esto en una zona favorecida por fuero. Si en las Islas Canarias se paga un
IVA super-reducido por su situación geográfica y su condición isleña, se me
ocurre que tendríamos aquí también derecho a ese IVA super-reducido por nuestra
situación geográfica y nuestra condición de pueblo fronterizo aislado en la
montaña que conserva y cuida uno de los pulmones del planeta.
Seguro que con
ese tipo de beneficios fiscales la gente se animaría (una vez solucionado el
tema de la vivienda y de la educación de los hijos) a crear aquí sus empresas y
generar empleo. Creo que como defensores de Navarra ante francos y baigorrianos, con la
hidalgia reconocida, nuestro pasado como guardia real, nuestra cesión por
engaño de los montes comunales a cambio de la fábrica de armas…
Por todo esto, y porque el revitalizar los despoblados del Pirineo lleva años en la hoja de ruta, el fuero debería reconocernos unas ventajas fiscales que no aparecen por ningún
sitio, lo que antiguamente llamaba “eximente de impuestos”.
Llevo años escuchando eso de: “No les interesa remontar esto”
y a veces, en esos momentos de bajón, creo que eso es cierto. Se hacen cosas,
claro que se hacen cosas; tenemos gimnasia, manualidades, informática,
euskaltegi, servicio de biblioteca en Espinal, escuela hasta los 16 en
Garralda, Farmacia en Aribe y un servicio médico y de asuntos sociales
excepcional, inmejorable, extraordinario.
Pero, a veces, noto que las leyes que deberían servir para
protegernos, mejorarnos la vida, facilitarnos las cosas (la base misma de los
fueros, ese acuerdo bidireccional entre el habitante y el rey/estado) nos
complican la vida sistemáticamente en este entorno rural. Y claro, ya lo de pagar impuestos según los ingresos debería
ser de cajón.
No me malinterpretes… esto no es una queja, sólo una pequeña
reflexión sobre lo que haría yo de tener una varita mágica. No entiendo de
política y supongo que abordar de manera clara estas cuestiones no es tan fácil
como lo veo yo…
Hace un tiempo se aprobó una propuesta lanzada desde una
plataforma participativa de estos valles, consistente en pensar durante 1 minuto, como afecta cada propuesta de ley aprobada en el parlamento navarro a
las zonas desfavorecidas del Pirineo.
En una oficina del centro la perspectiva es muy diferente y
creo que, por mucho que se piense, no tendrán la subjetividad suficiente para
entender como nos afectan esas leyes. Pongo un ejemplo; para cobrar un servicio
tengo que ir al banco en Aribe a que me rellenen un papel en horario de
apertura, eso es cerrar una mañana mi negocio faltando a mi puesto de trabajo, desplazarme
15 km sin transporte público para llegar allí antes de las 2, y una vez
rellenado ese papel, volver esos 15 km para comer unas moras o avellanas que he
recogido por el camino y poder trabajar a la tarde.
Ese papel, esta vez, lo puedo escanear y enviar por e-mail
(porque me funciona el scaner y la wifi va lenta pero va, que lo mismo podrían
fallar estas cosas) pero otras veces he de ir a Pamplona un lunes (que es
cuando hay autobús) faltar al trabajo de nuevo y volver a la tarde hasta Roncesvalles
o Aribe pagando 40 Euros para que un taxi me lleve a casa. Si tuviese coche el
tema sería el mismo: cerrar y faltar al trabajo por hacer cualquier trámite que
me exige la administración.
Por esto, aprovecho para tramitar todo lo tramitable durante
mis vacaciones. Hay quien se va a Benidorm o Ibiza, yo me voy a la ciudad para
ir al Banco, a la oficina de recaudación, a la seguridad social o a hacienda
tributaria, también al hospital para que el experto vea mejor mi analítica o
cazar al comercial que no me visita… lo que llamo “Vacaciones de trabajo”.
Y este es mi caso pero aquí cada uno lidia con sus cosas,
con sus necesidades, con sus problemas. 124 almas pagando silenciosamente la
falta de perspectiva de quien lo ve todo en un papel sobre su mesa en una
oficina (quizás también en una visita fugaz de fin de semana, cuando estos
pueblos reciben con los brazos abiertos a quienes se fueron y el ambiente se
corresponde, más o menos, al número del censo).
Sé que esta situación que vive la España vacía, vaciada de
la que hablan tanto tiene fácil arreglo y un futuro prometedor pero también me
preparo para otra cosa, y en mi mapa no sólo coloreo lo que habrá que replantar
cuando la polilla del boj pase por aquí, también coloreo las casas vacías y las
que se vaciarán en menos de dos décadas. Me preparo mentalmente para ese “futuro
desolador” que se empeñan en dibujar y lo visualizo.
Evito pensar en los amigos de vida que me faltarán, bien
porque se murieron, bien porque crecieron y se fueron a Pamplona a estudiar.
Hasta ahí llega mi capacidad de hacerme daño imaginando y hasta aquí la entrada de esta semana.
Una
pequeña reflexión sobre las soluciones a la despoblación.
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