viernes, 16 de septiembre de 2016

Aezkoako Eguna 2016

Como cada año, hacia mediados de septiembre se celebra el Aezkoako Eguna o día del valle. Son 3 días festivos y lúdicos dónde podrás conocer más de nuestra etnografía y disfrutar de charlas, exposiciones, talleres y demás actividades para respirar y vivir el Valle de Aézcoa. 

Cada año se celebra en uno de los nueve pueblos que lo componen y este año 2016 toca en Hiriberri - Villanueva de Aezkoa y como temática principal han escogido la historia Brujeril de la zona. 

Aquí os dejo el programa y el cartel anunciador de las fiestas. Si vais a ir desde la Aezkoa han hecho un llamamiento para que vistáis vuestros trajes de aezkoanos. 


16 de Septiembre

19:30 - Conferencia "la caza de brujas en en Pirineo (S.XVI). Desmontando los mitos de la brujeria" que impartirá Amaia Nausia Pimoulier

21:30 - Bertso Afaria (Cena acompañada de Bertsolaris) que organiza la Aezga Aimar Karrika y Eneko Fernández. 

17 de Septiembre

17:00 - BTT y paseo a Pettuberro que organiza La Aezkoa Kirol Elkartea

18:00 - Muestra de ganado de razas autóctonas: Pirenaico, Burguete y Lacha. 

Los músicos "Lizardiko musikariak" por las calles. 

Apertura de Exposiciones: -Una mirada a la situación actual de nuestro valle, analisis para la reflexión - Nuestros Hórreos, función, labores... -Exposición de pintura de Marivi Burusko - Plantas medicinales del entorno por Joan Tornés - Fotografía, vida cotidiana en los años 1975-1990 - Exposición de aperos en casa Malli. 

19:30 - Concierto de la Coral Orreaga 

20:30 - Concurso de cortos Instagram organizado por el Servicio de Euskera. 

21:00 - Caldicos y pócimas en el encuentro de las herboleras de Hiriberri - Birikada animada por Edor Zubeldia. 

18 de Septiembre 

10:00 - Pasacalles con los gaiteros de Ilunberri, txistularis, acordeonistas de la zona y la charanga Ezk. 

Feria de artesania - Apretura de las exposiciones y de la muestra de ganado - Talos elaborados por AEK - Productos agroalimentarios de la zona. 

Los músicos "Lizardiko musikariak" por las calles. 

11:30 - Kalejira; gigantes y dantzaris. 

12:00 - Actuación de los Dantzaris Txikis

12:30 - Acto central: Firma en el libro de honor y kantaldi. 

13:00 - Inicio del Proceso Inquisitorial; cortejo y auto de fe. 

14:30 - Comida popular, amenizada por la Fanfarre Ezk (hay menú infantil). 

17:00 - Teatro con Zirika Zirkus

18:30 - Danzas con Amaiur Taldea

20:00 - Bailables con la orquesta Alaiki. 


En el cartel (uno de mis favoritos hasta la fecha) han recreado una de las fotos antiguas que ya pudisteis ver en nuestra sección de fotografía, datada en 1924, posando los descendientes de aquellas familias y con algún otro detalle curioso más. 



lunes, 12 de septiembre de 2016

Hygrophorus russula

Después de una primavera y verano bastante secos parece que esta semana nos viene algo de lluvia, si es así, dado a que la tierra está caliente, es posible que empiece una estupenda temporada para recoger setas. Para que esto no os pille de sorpresa retomamos la sección de Fungi, en la que aprenderás a diferenciar las especies comestibles que podrás salir a recolectar en esta zona.

Foto de www.fichasmicologicas.com
La Hygrophorus russula, también conocida como Higróforo escarlata, es una especie bastante común y abundante desde mediados de Septiembre hasta principios de Noviembre en robledales, carrascales, encinares.. (es decir, bosques caducifolios) dónde la encontraremos entre la hierba o el bajo matorral.

El sombrero mide de 4 a 7 centímetros de diámetro, es convexo o umbonado, al principio con los márgenes revueltos, después de deforma levantándose los bordes y se aplana o incluso aparece deprimido por el centro en ejemplares viejos. Su color es muy característico, blanco y totalmente manchado de color de vino tinto, con manchas irregulares, parece que haya pasado por el chupinazo de San Fermines.

La cutícula es seca y está cubierta de escamas con ese color de vino.

Foto de www.cultivodesetas.es
El pie es corto y fuerte de unos 3 a 8 centímetros de alto y de uno a 3,5 cms de diámetro, de color blanco con algunas escamillas purpureas, más acentuadas en su zona superior.
Las láminas están bastante apretadas y son gruesas, su carne es compacta, fibrosa y dura, de color blanco y sin olor ni sabor destacables.

La Hygrophorus russula es un buen comestible, de dos tenedores sobre tres en su valor gastronómico.

Se puede confundir por la coloración con la Hygrophorus pratensis y el Hygrophorus nemoreus, que son más rosáceas y cuya coloración es más homogénea.. si no sois expertos en diferenciación ¡no es preocupéis! Ambas son comestibles.

Os recordamos que para recoger estas y otras setas en el término municipal de Abaurrea Alta es necesario adquirir previamente el vale de recolección de productos naturales. 

Si has cogido algunas Hygrohorus russula o tienes intención de recogerlas proximamente quizás te interesen estos artículos que encontré en internet

sábado, 10 de septiembre de 2016

El Tejón

El Tejón, Meles Meles, Azkonarra en Euskera, es un mústelido (de la misma familia que la comadreja) de gran tamaño.



Habita en toda Europa exceptuando el norte de Escandinavia y Rusia, también en Jordania, Israel y Palestina. Parece que en la Península Ibérica sólo está ausente en las zonas densamente urbanizadas o las estepas sin vegetación ni arroyos.

Ocupan zonas agropastoriles, silvícolas y bosques mixtos, de coníferas o caducifolios, evitando zonas encharcadas y sin cubertura vegetal.

Es robusto, con el cuello ancho y corto y la cabeza triangular y pequeña. Su cuerpo es alargado, con la cola y las extremidades cortas pero uñas largas y resistentes. Fácilmente reconocible, la cabeza es blanca con dos bandas negras que le cubren los ojos, el cuerpo gris o gris claro en la parte dorsal pero con el vientre y las patas más oscuro. Su pelaje es más claro en la raíz que en la punta.


En cuanto al aspecto, no difiere demasiado entre machos y hembras, quizás las hembras son ligeramente más pequeñas. El peso depende de la disponibilidad de alimento y la estación del año, en el norte los individuos son algo más grandes y pesados que en el sur, pesan de 6 a 9,3 kg los machos y de 5 a 9,2 las hembras.

Son omnívoros, esto es, se alimentan de raíces, frutos, setas, hongos subterráneos, moluscos y otros invertebrados, anfibios, reptiles y carroña. Maximizan el uso de los alimentos abundantes en cada temporada cómo lombrices de tierra o gazapos en los lugares donde el conejo abunda.

Tienen hábitos nocturnos y descansan durante el día en madrigueras subterráneas, llamadas tejoneras. En los territorios pequeños con gran densidad hay una tejonera principal pero en territorios más amplios puede haber hasta 41 madrigueras por territorio.

Marca los cinco dedos con sus uñas en las huellas, las huellas de las patas delanteras miden unos 8 x 5 cms y las traseras 7x 4 cms, los ejemplares jóvenes no marcan las uñas pero son del mismo tamaño. Si el tejón camina al paso, las huellas anteriores y posteriores coincidirán, con una distancia de avance aproximada de 50 cms, si el animal corre se verá un adelantamiento del pie posterior sobre la anterior teniendo una distancia de avance de 70 a 80 cms.

Los machos alcanzan la madurez sexual a los doce meses mientras que las hembras pueden parir por primera vez a los dos años de edad. Los partos ocurren de Noviembre a Enero, reestableciéndose el celo a las pocas semanas del parto. Su prolificidad es de una a cuatro crías, pero sólo la hembra dominante criará cada año.

En un mismo territorio conviven, al menos, la hembra y el macho adultos y sus crías anuales. El tamaño de este territorio dependerá de su riqueza y la distribución de su alimento principal. En lugares ricos en comida, los tejones jóvenes retrasarán su dispersión.

En cuanto a las enfermedades, los tejones pueden padecer tuberculosis bovina (Mycobacterium bovis).

La carne de tejón se ha consumido en épocas de escasez y su grasa se ha utilizado con fines medicinales, su pelo era aprovechado para fabricar brochas de afeitar de excelente calidad, así como delicados pinceles. 

Se considera una especie “insuficientemente conocida” así que no se encuentra catalogada debidamente en los libros de protección. 

 
Sus mayores amenazas son la caza furtiva, el uso de venenos y cepos, así como pérdida del hábitat o la fragmentación de la vegetación natural provocada por concentraciones parcelarias, transformaciones en regadíos… etc. 

¿Te sientes consumista? compra aquí y ayúdanos a mantener este espacio operativo. 
 

jueves, 8 de septiembre de 2016

Firmantes en Orbaizeta contra la Gamazada

Acabamos el listado de los aezkoanos que firmaron contra la ley de Germán Gamazo que pretendía anular los fueros de Navarra. En esta ocasión echamos un vistazo a los firmantes del pueblo de Orbaiceta



Martina, Manuel, Joaquina y María Vizcay
Juan, María, Tomás, Pedro, Vicente, Josefa, Romás, Juan Francisco y Tomasa Beunza
Basilio y Gerónimo Goicoa
Bernarda Echarri
Manuel, José, Josefa y Francisca Saralegui
Pedro José y Joaquín Larrañeta
María Lerga
Bernardo, José, Francisco María e Isidoro Loperena
Genaro, Josefa, Juliana, Joaquín, Francisco, Juana y Francisco Elizondo
Catalina, Feliciana, Manuel, Pedro Miguel, Pedro María y Juan Lugea
Dominica Garate
Andrés y José Aspilche
Francisca Yeiz
Joaquín, Vicente, Ramona, Severina, Miguel y Pedro Zabalza
José Echeverz
Francisco y Gregoria Almirantearena
Isidoro, Felipa, Martín José y Pedro Orbara
Francisco y Juana Burusco
Juliana, Salvador y Juana Landa
Angela Reca
Gregorio Laurenz
Juan Luis Elgarte
Pedro Urra
María García
Fermín Irigoyen
Martina, Gregoria y Gerónimo Erro
Patricio Arregui
Juana, Micaela, Rafael, Jose María y Esteban Iturbide
Maria Miguel, Plácido, Martín, Dolores, Emilia, Francisco, Manuel y Martín Maisterra
Basilia Doray
Francisca, Juan Felipe, Gregoria, Victoriano y José Eguinoa
José Chapar
Maria Elizalde
Mariano Goizueta
Babil, Francisca y Francisco Ibáñez
Felipa Raspide
José, Prudencia Legaz
Tomasa Igoa
Juan Pedro Boneta
Tomás, Joaquín y Esteban Egurce
Santiago Andorena
Justo Albizu
Miguel, Francisco y José Solis
Gregorio, Manuel y Miguel Iturralde
Santiago Ansó
Martín José, Martín y Rafael Aróstegui
Cándido Goñi
José y Gaspar Barberena
Javier y Rafael Larrañeta
Felipe Sancholuz
Gaspar Elgat
Felisa Muñoz
Mateo Pedroarena
Venancio Felipe
José Apat Gracian Juangarcia

lunes, 5 de septiembre de 2016

Abaurrea en la Edad Media (2/2)

Os dejo con la segunda parte del genial estudio de Maika sobre el pueblo de Abaurrea en la Edad Media, si aún no habéis leído la primera parte os lo recomiendo.  

Abaurrea en la Edad Media

por Carmen Munárriz Elizondo


3.- La Población

En el archivo del reino de Navarra se han conservado entre otros, dos importantes repertorios o relaciones de los “fuegos” u hogares –con el nombre de cada cabeza de familia- de todos o casi todos los pueblos y valles, agrupados por merindades. Destacan el “Libro de Fuegos” de 1366 y el de 1427. Aunque se elaboraron con fines fiscales, sirven para calcular y comparar el número de vecinos en dichas fechas. Provisionalmente cabe atribuir a cada “fuego” o familia de 4 a 5 personas de promedio.

El “Libro de Fuegos” de 1366 no distingue entre Abaurrea Alta y Baja. Sólo Abaurrea, sin más, con 30 fuegos que supondría una población aproximada de 135 personas. Teniendo en cuenta que todo Aézcoa, en ese momento, contaba con 136 fuegos, es decir, unos 612 habitantes, a Abaurrea le correspondería el 22% de todo el valle.

En algunos casos figuran como cabezas de familia nombres de mujeres, a las que debe suponerse viudas. Estos fuegos femeninos suman seis en Abaurrea, o sea, el 20% del total de fuegos.

Es interesante analizar los nombres de las personas. En la fecha indicada de 1366 predomina claramente en Abaurrea el nombre de Sancho, que se repite en seis casos, más otro en femenino, Sancha. Lope, que aparece en cuatro fuegos. Constan un Petro –latinizado por el escriba del texto- y un Pero, que es lo mismo en romance, más un Petri, genitivo latino del patronímico o apellido. Garcia se repite también en tres fuegos, en uno con la forma diminutiva Garchot.

Aparecen una sola vez: Pascual, Martin, Jimeno, Eneco, Miguel, Ochoa, Arnalt y Moysso (¿Mozo?). Entre los nombres de mujer aparte de la citada Sancha, figura Maria en dos ocasiones; las otras son Gracia, Auria (Oria) y Bona.

Además del Petri ya reseñado, constan los patronímicos Velaz, López y Sanz. También pueden considerarse patronímicos Ramón, Miguel y Juan.

Hay también dos apellidos locativos, es decir, con nombres de lugar: de Aibar (d´Ayuarr) y Zubiri (Çuuiri). Se puede sospechar que son dos personas oriundas de esos pueblos y que ellas mismas o sus antepasados se instalaron en Abaurrea, probablemente tras contraer aquí matrimonio.

Se registran, finalmente, tres apellidos con el sufijo “co”; Çalaeco, Echaraynco e Indaquoa; que hacen, probablemente, referencia al nombre de la casa.

En el “Libro de Fuegos” de la Merindad de Sangüesa de 1427 ya se diferencian las dos Abaurreas, pero se especifica que son e facen un conzejo un cuerpo. Aparecen como Abaurrea de Suso (o de arriba) e de Yuso (o de abajo), pero el recuento de fuegos se hace conjuntamente. Suman 52 fuegos y por tanto, unas 234 personas. Como en toda Aézcoa constan para este mismo año 203 fuegos –aproximadamente 913 habitantes- a Abaurrea le corresponde el 25,6% del valle, es decir, un 3,6% más que en 1366. Sólo hay ahora dos fuegos femeninos, ambas con el nombre de García, que debe interpretarse como viuda de García puesto que éste es un nombre de varón.

En cuanto a los demás nombres, continúa e incluso se acentúa el predominio de Sancho, que se repite en doce casos. Lope y García aparecen diez veces, sin contar en este último las dos veces que se aplica a fuegos femeninos. Como novedad, Machín consta en seis fuegos –en 1366 sólo hay un Martín-. Juan figura en tres fuegos. Jimeno y Ochoa en dos cada uno. Aparecen una sola vez Domingo, Miguel, Eneco, Martín, y Peronto.

En cuanto a apellidos, cinco son patronímicos: Martínez, López, que se repite dos veces, Enequoiz e Iñiguez. Hay dos fuegos con apellidos locativos: Lope (de) Aria y Jimeno (de) Orbara. Los inmigrantes ahora proceden del propio valle de Aézcoa.

Hay apellidos de 1366 que se repiten en 1427: Iturburu, Ordoqui y Lopez. El Indaquoa de 1366 es ahora Inda. Xuri figura de dos formas: Çuri y Çuria. El apellido Liçalde ha pasado a ser Elizalde; y también Chorocha se transcribe ahora Chorroca. Han desaparecido Lusarreta, Garate, Velaz, Garraza, Iturralde, Sendoa, Esparza, Sagardoy, Gurucharri, Bellore, Sanz, Çalaeco, Echaraynco, de Olla. Aparecen, en cambio, por primera vez en 1427, Celay, que perdura en la actualidad, Ezpelondo, Urruti, Ezquerra, Ireberri, Landa, Echeverri, Iribarren, Iriarte, Arregui, Zarr, Mendoix, Sarse y Vetran. En algunos de los “fuegos” de ese año se alude expresamente a los hijos o yernos que conviven en el hogar paterno.

Como se puede apreciar, entre 1366 y 1427 aumenta la población de Abaurrea en 22 fuegos, mayor proporción que en el conjunto del valle como ya se ha indicado. Con todo, los representantes del pueblo declaran en 1427 que en los últimos veinticinco a treinta años habían disminuido por mortandades trece casas.

En 1427, unos 234 habitantes. Ahora –en el último censo-, 298, poco más que hace cinco siglos y medio. Entre los siglos XV y XIX la población casi llegó a triplicarse. Hacia 1840 se registraban 645 almas, que en 1857 aún aumentaron a 702. Pero comenzado el siglo XX ya se advierte un claro retroceso: 464 habitantes contabiliza J. Altadill.

4.- Medios de Subsistencia

La documentación revela para la Edad Media una economía basada exclusivamente en la agricultura y en la ganadería.

El “Libro de Fuegos” de 1427 señala, concretamente, que los vecinos de Abaurrea cosechan cereales, pero que solamente obtienen pan para medio año. Se deduce que para el resto del año debían comprar grano, invirtiendo seguramente en ello el producto de la venta de ganado. Se especifica que no tienen viñas.

En cuanto a la ganadería, dice que viven de los pocos ganados que tienen levando aqueillos a escapar a la Rivera con grandes expensas. No sabemos exactamente a qué “ribera” se refiere, pero por otras fuentes documentales consta que los de Aézcoa llevaban las vacas a pastar a la zona francesa; y que también tenían ganado porcino, pues enviaban los cerdos al monte de Aézcoa.

Se puede deducir que era una economía de subsistencia predominantemente pecuaria. El déficit en cereales se enjugaba sin duda comercializado los excedentes ganaderos.
En cuanto a las cargas fiscales, en 1427 abonaba el valle –y con Abaurrea- una pecha anual al tesoro regio. En un principio se hacía efectiva en especie, luego se redujo a una cantidad en metálico, proveniente probablemente de la venta de ganado.

También se pagaban “cuarteles”, contribución de índole extraordinaria en su origen, pero que los crecientes gastos de la monarquía generaron casi todos los años. El “Libro de Fuegos” de 1427 está elaborado precisamente para el pago de cuarteles. Se especifica la cuota que corresponde a cada familia. En el caso de Abaurrea, el hogar con mayor cuota era el de Jimeno Orbara con su yerno, con cincuenta sueldos. La suma de todo el pueblo, en concepto de cuarteles de aquel año, es de setecientos setenta y cinco sueldos, a casi 15 sueldos por casa. La presión fiscal era probablemente bastante fuerte, aunque los reyes procuraban mitigarla en caso de siniestros. Así, en el año 1435, Juan II concede a los lugares de Abaurrea Alta y Baja, y Villanueva la remisión de cierta cantidad en el pago de los “cuarteles” por una tempestad de piedra que había destruido la cosecha en estos lugares de Aézcoa.

Ruinas de la Ermita San Miguel, Patrono de Abaurrea Alta
5.- Organización eclesiástica

Las Iglesias de Abaurrea Alta y Baja, San Miguel y San Martín respectivamente, sólo han conservado parcialmente sus advocaciones medievales.
San Miguel correspondió luego a una ermita desaparecida de Abaurrea Alta, cuya parroquia es –como se sabe- de San Pedro.

Los dos santos patrones mencionados constan, por ejemplo, en un documento de 1435 por el cual los procuradores de Abaurrea Alta y Baja, llamados Jimeno Orbara y Sancho Elizalde, en representación de los vecinos de estos lugares, ceden a perpetuidad a los reyes don Juan y doña Blanca, la facultad de nombrar “abad” para sus iglesias.

El ejercicio de este derecho de los vecinos daba lugar a rencillas por cuestiones de parentesco y se nombraban personas ineptas para aquel ministerio.

Seis años después una bula del papa Eugenio IV declaraba unidas a Roncesvalles las iglesias de Abaurrea Alta y Baja, por las que al parecer podían pagar “cuarteles” al rey. Así consta en otro documento de 1462, los abades de las iglesias de Aézcoa solían tener algunas heredades y rentas personales. Más no era este el caso del abad de Abaurrea, que declara no tener propiedad alguna; se deduce pues, que se sustentaba únicamente de diezmos, primicias y oblaciones de los fieles.

7.- Hombres Notables y Emigrantes

¿Estarán representados estos hombres notables en algunas Hilarris de nuestro Museo?
A pesar de la escasez de información y la poca importancia relativa del lugar, Abaurrea también contó tempranamente con personajes de cierto relieve en su tiempo. Este es el caso de un denominado “abad de Abaurrea” que en 1266 desempeñaba el cargo de recibidor, es decir, recaudador de los derechos del rey en las Tierras de Ultrapuertos. Es probable que ese abad fuese hijo del pueblo, aunque no se pueda asegurar. Caso distinto es el de Jimeno de Orbara, vecino de Abaurrea, que en 1429 condujo a 39 ballesteros de Aézcoa a Bernedo, lugar de Alava, donde se estaba librando una batalla contra Castilla que supuso la pérdida para Navarra de las tierras de Laguardia, actualmente en Álava. Ya se ha indicado que ese Jimeno de Orbara era el mayor contribuyente de Abaurrea en 1427.

La montaña navarra siempre ha producido excedentes de población, que debían probar fortuna en otras tierras. Para el siglo XI consta ya la instalación de aezcoanos en el término de Aibar. En el “Libro de Fuegos” de 1366 un Pascual de Abaurrea aparece avecindado en Beire. En Aibar consta un Lope de Abaurrea. Otro lugar de destino es Pamplona, donde Gracia de Abaurrea vive en la población de San Nicolás y, concretamente, en la Torredonda.

En un documento de 1490, figuran Juan de Abaurrea y su mujer, vecinos de Pamplona, que fundan un aniversario a favor de Roncesvalles, lo que sugiere una posición económica acomodada

sábado, 3 de septiembre de 2016

Pueblo pequeño, infierno grande

Hoy os vengo con otra entrada un tanto personal y, por ende, sentimental. Nace del profundo deleite y admiración que siento por estos bosques, estos silencios, y estas gentes. Seguramente se cuele alguna reflexión que otra entre medio… pero sabed de antemano que tiene esa razón de ser.

Cómo os conté en alguna otra entrada de Autobombo, yo no soy nacida en Abaurrea… es bien cierto que lo más importante lo aprendí en el mismo lugar en donde hoy estoy escribiendo esto… aprendí mucho aquí desde bien joven (a contar a lo grande cuando en el colegio sólo llegábamos hasta 100, con las estrellas de la vía láctea.. a no temer y respetar a los animales pero distinguir aquellos que te pueden causar un mal para alejarte de ellos… a querer aprender una lengua no por obligación sino por entender lo que se cuentan las abuelas en esas cocinas al final de un pasillo, a puerta “cerrada” con un tono dulce y meloso… a tener deferencia con el prójimo, sin críticas aceptándolo tal y cómo es.. )

Llevo un tiempo dándome cuenta de otro gran aprendizaje y la última vez se lo conté a Pascuala (aquí hay un guiño para todos aquellos que la conozcan, para el resto será sólo un nombre propio) .. la frase es, textualmente y tal y como la digo En Abaurrea Alta me habéis enseñado a ser mejor persona”.

¡Menuda columpiada! ¡Suena muy potente! ¿no? Pero es cierto y claro, tal y cómo os lo voy a explicar…

En la ciudad, al menos en la mía, y eso que soy de barrio , la gente se cruza por la calle sin mirarse a los ojos ni saludarse, sin reconocerse… Aquí todo el mundo se saluda… los vecinos, los viandantes, los que van con su tractor, los que van en coche, los turistas, en moto, en bici con casco, en monopatín… Parece una tontería pero es fantástico despertarte con uno de esos días felices, pletóricos y tener a quien contagiárselo de reojo mientras pasa, saludándolo con cara de imbécil con la sonrisa puesta…. y lo mismo del revés…  por muy taciturno que sea tu día se torna feliz al encontrarte con la primera persona en este pueblo.

Otra cosa más…

Será que vivimos aislados y que nieva mucho.. pero aquí todo el mundo se ayuda o busca cómo ayudarse.. en la ciudad atiendes a conversaciones coloquiales pero aquí dices eso de “necesito esto…” “que bien me vendría esto otro…” “me encantaría esto…tengo que… pero…” y tienen una especie de oreja evolucionada para buscar cómo ayudarte.

Son tonterías… “jo… me apetece ensalada de tomate pero no tengo tomates”… (ya tienes a alguien que va su huerta a por cuatro bien maduros) “se me ha acabado el enjuague bucal” (uy! Pues yo hoy bajo a la farmacia y te traigo.. ¿de mentol o eucalipto?) “ha refrescado y no tengo leña” (¿te llevo a casa unos troncos?).. 
No lo hacen con afán de que les "debas una" o les devuelvas el favor... es su oreja evolucionada.

Son una suma de tonterías que hacen, en su día a día, de un pueblo, algo muy inspirador que te invita a ser mejor persona… yo misma he cambiado “mi oreja de ciudad” a “mi oreja abaurregainatarra –de abaurrea alta-“ así que me encuentro detectando en el prójimo la mínima necesidad, procesándola a velocidad supersónica y ofreciéndome, si puedo, a ayudar.

El tópico es eso de “pueblo pequeño, infierno grande”. Cuando me he desbordado en alabanzas sobre mi pueblo en la capital lo han comentado.. “tu pueblo, estéticamente es muy bonito… pero ¿cómo es la gente?”

No os voy a mentir, claro que no todo el mundo tiene “esa oreja” con todo el mundo… hay familias encontradas desde hace siglos y gente que simplemente se caen mal.. exparejas con finales tormentosos, disputas por lindes de campos, carencia de afinidades entre personas… pero ni de leeeeeeeejos pasa como en otros lugares:
-no he conocido a nadie que haya matado a nadie ni que quiera hacerlo
-no he conocido a nadie que haya envenenado al gato del vecino
-no he conocido a nadie que se haya cagado en los muertos de otro a pleno grito.. 

Los “enemigos” no gastan su energía pensando en cómo hacer mal al otro.. siguen su vida lo mejor que pueden y se lamentan de no saludarse cuando se ven por la calle. (O_O)

Está claro que no todo el mundo actúa bien –yo misma guardo una ristra de rencor por una serie de desencuentros con el prójimo- pero bien alto digo que no actúan mal tampoco, y menos a sabiendas.

No sé si será la orografía, el clima, el respeto a amistades ancestrales… pero es cierto –os lo aseguro- que aquí no tenemos un “infierno grande”.. tenemos un paraíso del que formamos parte todos y nos ayudamos diariamente sin buscar nada a cambio. Es en la cara Oeste de las curvas de Pirenne, en la selva, dónde el paisaje, las gentes, la rutina.. te invitan amablemente a ser mejor persona.

Quizás ocurra esto mismo en el resto del valle de Aezkoa y en el de Salazar o Arce.. sospecho que sí pero viajo poco como para hacer una labor etnográfica al respecto.. así que “por no pillarme los dedos” os cuento sobre Abaurrea Alta. Si tenéis miedo de venir por los habitantes que podéis conocer… aquí queda el rasgo más sobresaliente que tienen. “te invitan mediante su ejemplo a ser mejor persona de lo que eras”.

¡Menuda columpiada! ¿No?

Vecinos de Abaurrea Alta, fotografía de J. Etxegoien

¡Podéis comentar debajo! ;)

jueves, 1 de septiembre de 2016

Abaurrea en la Edad Media (1/2)

!Hola! Cómo os prometí, ya he vuelto de vacaciones cargada de entradas nuevas e interesantes que ofreceros. En esta ocasión os traigo la primera parte de un fantástico estudio realizado por Carmen Munárriz Elizondo, una historiadora verdaderamente enamorada de nuestra tierra. 

Este estudio me valió en su día para escribir sobre las familias medievales de Abaurrea Alta pero dado a que trata de más aspectos (economía, censos de población, documentación existente...) me parece interesante colgarlo entero. 

.....

Abaurrea en la Edad Media

por Carmen Munárriz Elizondo

Resumen

Se ofrece una visión de la localidad de Abaurrea en la Edad Media haciendo un repaso de las escasas fuentes existentes. Se analizan así los orígenes documentales, población, economía y la organización eclesiástica y administrativa.

Summary

This article offers ano ver-view of the town of Abaurrea at that time, making a review of the limited existing sources. The documentary origins, as well as the population, the economy and the administrative and eclesiastic organizations are here analyzed.


1.- Introducción. Aézcoa Medieval

En el estado actual de nuestros conocimientos, el valle Aézcoa aparece por primera vez en la historia –es decir, en textos escritos- en el siglo XI, configurado como un distrito o “tenencia” a cargo de un “senior” o señor que figura como testigo en varios documentos de la época. Ese señor era sin duda delegado político-militar del rey, en cuyo nombre administraría justicia y percibiría las exacciones fiscales o impuestos correspondientes al valle o “tenencia”.

Aézcoa sería un territorio pequeño en comparación con el de otras “tenencias”, alejado de la frontera y, por lo tanto, al margen de las grandes atenciones del reino. Su importancia sería más bien escasa. Por esto, sólo excepcionalmente asoma a la documentación.

A mediados del siglo XI se puede suponer que había excedentes de población. Esta circunstancia, junto con la pobreza de las tierras –motivada por su estructura geográfica-, debió de propiciar ciertas corrientes migratorias, como la que consta en un documento del Monasterio de San Juan de la Peña, fechado en 1056, según el cual el abad de este cenobio dio el término de Santiago de Aibar a varios hombres de Aézcoa para que lo poblasen.

Su economía sería de subsistencia y estaría basada en la agricultura y la ganadería; agricultura cerealista, con fuertes exigencias de mano de obra, por la naturaleza del suelo y el clima, poco propicios a este tipo de cultivos.

La ganadería era sobre todo porcina y vacuna, pues estas especies son las que registra la documentación posterior. Según sabemos para el siglo XIV las vacas del valle iban a pastar a las landas bordelesas y pagaban un impuesto, en este caso de una cabeza por cabaña, por cruzar las tierras de Mixa y Ostabares. En cuanto a los cerdos, se sabe que pastaban en los montes del valle.

Las iglesias fueron adscritas a la colegiata de Roncesvalles, regida cada una de ellas por un “abad”, el cual podía tener bienes propios o no; en todo caso, disponía de las rentas eclesiásticas del respectivo pueblo, con las cuales se podía sustentar, en ciertos casos, un beneficiado.

Para conocer la población de Aézcoa en aquellos siglos, disponemos de los llamados “Libros de Fuegos” de 1366 y 1427. Comparándolos se advierte un aumento de población entre ambas fechas a pesar de las epidemias recurrentes desde la famosa “peste negra” de 1348, que tanto afectó a Navarra.

El rey Sancho el Sabio concedió fueros a los de Aézcoa en 1169. También lo hizo su hijo Sancho VII el fuerte en 1229, otorgándoles el privilegio de acompañar al rey en guarda de su persona. Los reyes Carlos III (junio 1387 y mayo 1408), Juan II (1462) y Catalina de Foix y Juan de Albret (1469) ratificaron posteriormente estos fueros. En todo caso, caducado en el segundo tercio del siglo XIII el régimen de “tenencias”, Aézcoa conserva su personalidad jurídica, como circunscripción menor del reino –una “bailía” o “amiratía”, almiradio -, dentro de la merindad de Sangüesa y como entidad municipal, regida por una junta de representantes, jurados, de los diversos núcleos de población de la “tierra” o “valle”.




2.- Entrada de Abaurrea en la Historia

A partir del siglo XII comienzan a citarse expresamente núcleos de población diferenciados, dentro del valle de Aézcoa, mas no puede probarse, por falta de información documental, la mayor o menor antigüedad de sus distintos pueblos. Sólo uno de los topónimos, Villanueva o Iriberri, invita a suponer una implantación humana relativamente tardía.

Que sepamos actualmente, Abaurrea consta por primera vez en un texto escrito y, por tanto, nace para la historia, en un documento del año 1237, expedido por el rey Teobaldo I, que era conde de Champaña cuando ascendió al trono de Navarra, en 1234, para suceder a su tío Sancho VII el Fuerte.

En dicho diploma el monarca decide crear una población en el puio sobre Aveurrea, a la cual debería denominarse Castel Nuevo o Castillonuevo. El nuevo núcleo se instalaría en el término de Zazaoz. Parece que este término era objeto de frecuentes disputas entre los de Abaurrea y los de Salazar.

Para evitar pleitos y violencias que por ello se habían producido, Teobaldo decretó dotar de personalidad propia al nuevo lugar, cuyos límites o mugas describe el citado documento.

Caben en este punto varias hipótesis. Primera, la de que Castillonuevo diese origen a la actual Abaurrea Alta; en este supuesto no se excluye la posibilidad de que la fundación se hiciera sobre un hábitat preexistente –ocupado siquiera en función de las atenciones ganaderas-, lo cual corroboraría la creencia popular de que Abaurrea Alta habría nacido a partir de las bordas de Abaurrea Baja. También puede apuntarse la idea de que Castillonuevo, definido jurídicamente como término, pudo ir atrayendo a los excedentes de población de Abaurrea Baja, dando lugar a un desdoblamiento del primitivo núcleo; esto explicaría la identidad de nombre de los dos poblados, a los cuales se diferenciaría por su emplazamiento, Abaurrea Baja, la originaria, y Abaurrea Alta, su réplica posterior. Finalmente no debe excluirse la posibilidad de que Castillonuevo nunca llegara a poblarse ni habitarse efectivamente, como opinó J. Yanguas y Miranda.


Queda pues, planteado el problema que quizás pueda resolverse en ulteriores estudios.