Ya que hemos aprendido a diferenciar un Grosellero Alpino ¿qué os parece la idea de conservar sus frutos en mermelada?
Que yo sepa, la única marca de mermeladas que la vende es Hero, no obstante es bastante difícil de encontrar, al igual que las grosellas, que eventualmente se pueden ver en grandes superficies a unos precios desorbitados (¡de 36 a 50 euros el kilo!)
Como ocurre con otras mermeladas y jaléas (fresas, mora...) lo más costoso será recolectar los frutos, ya que estos son muy pequeños y crecen en racimos de pocas unidades. Este será un trabajo ideal para los niños o para gente con mucho tiempo libre. Si no se pueden recolectar todos de una vez los refrigeraremos (si tardaremos de dos a tres días) o congelaremos si tardamos más.
Una vez recogidas las grosellas, las limpiamos y las pasamos por un chorro de agua fría. Los frutos han de tener un color rojo intenso, ya que de otra manera estarán agrios. Los escurrimos bien y los pesamos, añadiendo tres cuartas partes de su peso (algo más si la queréis más dulce) de azúcar.
Pondremos las grosellas con el azúcar en un cuenco y añadiremos un chorrito de agua, mezclaremos bien y dejaremos reposar la mezcla un par de horas.
Pondremos la mezcla al fuego, bajándolo al mínimo en cuanto empiece a hervir y sin parar de remover con una cuchara o espátula de madera. Lo dejaremos en el fuego unos tres cuartos de hora, aproximadamente.
Esterilizamos los frascos al baño maría, los rellenamos de la mermelada caliente sin cerrarlos del todo y los volvemos a hervir durante 20 minutos para que liberen todo el aire que queda dentro, después ya si los cerraremos del todo.
Ya tendremos lista nuestra mermelada, ideal para hacer postres o untarla en pan. ¡buen provecho!
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