¡Buenas! Hoy te dejo con un trocito del libro “Navarra: guía
ecológica y paisajística” editada por la ya desaparecida Caja de Ahorros de
Navarra en 1980. De esta colección tengo varios libros que me han servido de
bibliogafía cuando te cuento sobre los animalillos, plantas y setas que tenemos
por aquí, pero este, que es el más gordo de la colección, sobre su ecología y
paisaje, es la primera vez que lo uso.
Lo abrí al azar y ¡adivina qué me encontré! Pues lo que te
vengo a mecanografiar hoy: sobre la estructura y características del hayedo. ¡yupi yeah! ¡con la de hayedos que tenemos en el Valle Aezkoa!!
Este
libro lo escribieron Jesús Elósegui Aldasoro, Pío Guerendiáin Castañón, Fernando
Pérez Ollo y Fernando Redón Huici y la parte sobre el hayedo dice así:
Hayedos
Biología del Haya
(Fagus sylvatica) fagoa, pagoa, Bagua.
Este árbol caducifolio alcanza los 30 m. y puede subir fácilmente
hasta los 40. Su plasticidad le permite adoptar portes muy variados en función de
las condiciones ambientales. Primero crece despacio, pero luego se acelera y
llega a tamaños apreciables hacia los 125 años y envejece hacia los 300 años de
vida.
Configura un tronco cilíndrico y recto, de corteza lisa y
grisácea, cubierta de unas manchas que vistas de cerca corresponden a líquenes
y musgos epífitos. Tiene dos tipos de ramillos, unos de crecimiento rápido,
zigzagueantes, con pocas hojas y otros de crecimiento lento, pero con numerosas
hojas agrupadas.
La floración y foliación ocurren simultáneamente en los
meses de abril o mayo, y se escalonan en función de la temperatura y altitud.
Tanto las ramas superpuestas como las hojas se disponen en
planos horizontales, de modo que interceptan el sol, aprovechan muy bien su luz
y originan espesa sombra.
Especie vecera**, sólo produce cosecha abundante cada 4-6
años; los “buenos años de pasto” suelen darse después de veranos cálidos.
Las flores masculinas se agrupan en inflorescencias
colgantes y las femeninas van apareadas y envueltas en una vaina que luego
albergará el fruto; éste tiene forma de prisma triangular y se llama “hayuco”,
el viento favorece la polinización y la maduración de los hayucos no se da
hasta septiembre-octubre, cuando caen las hojas después de cambiar su verde
tierno por tonos pardo-rojizos y amarillentos.
Se regenera bien sexualmente, sobre todo los años de mucho
fruto y en suelos algo removidos. Para su germinación epigea requiere sombra,
dando unas plántulas muy características, con dos hojas reniformes opuestas.
Desde temprana edad rebrota muy bien de cepa, capacidad que mantiene hasta los
50 años de vida.
El género Fagus
ocupa la zona templada septentrional de la Tierra y la especie F. sylvatica. L es la única que vive en
la Península Ibérica.
Área de distribución
El haya crece espontáneamente por el Sur de Inglaterra, Sur
de Escandinavia, Dinamarca, Alemania, Benelux, Francia, Norte de España,
Italia, Europa Central, Polonia, Balkanes y Sur de Rusia.
En Iberia se distribuye por el eje pirenaico-cántabro, desde
Galicia hasta Cataluña y Alto Sistema Ibérico (Soria, Logroño y Moncayo) en
forma casi continua: otros puntos aislados, señalando su límite meridional son:
Sierra de Peña de Francia (Salamanca), Somorierra y Ayllón (Segovia) y los
puertos de Beceite (Tarragona).
Los más extensos hayedos españoles, los más afamados entre
los forestales, se encuentran en Navarra: Urbasa, Aralar, Aézcoa, Irati, La
cuestión, Sorogáin, Oyarburu, ..etc. En nuestra región, el límite meridional
del haya pasa por la Zona media: Sierras de La Población, Codés, Santiago de
Lóquiz, Urbasa y Andía, Sarvil, Alaiz, Izco y Leyre; en casi todos estos montes
rebasa la línea de crestas y desciende por algún barranco hasta la cara sur.
Este es el caso de Eslava, reseñado por Erviti*, en las estribaciones
meridionales de la Sierra de Izco.
Dicho límite, muy sugerente desde el punto de vista
ecológico y biogeográfico, continúa hacia el este por la Sierra de Santo
Domingo (Sitios de Longás, Luesia-Biel) y toca el enclave navarro de Petilla de
Aragón (Montserrat, 1966*)
Nuestro árbol está ausente tanto de la Ribera tudelana como
de la estellesa y para volverlo a encontrar hay que pasar el Ebro hasta la
Sierra de la Hez (Logroño) o hasta el Moncayo aragonés.
Ecología del Haya
Debido a su intensa transpiración, Fagus sylvatica requiere climas de atmósfera húmeda, con niebla
frecuente. Salvada esta exigencia, muestra respecto a los demás factores una
gran amplitud ecológica, perfectamente observable en Navarra.
Prefiere suelos fértiles y bien saneados, edificados sobre
cualquier sustrato, aunque abunda más sobre los calcáreos. El suelo óptimo de
un hayedo se clasifica como tierra parda ácida o néutra: sin embargo, tampoco
es raro sobre suelos rocosos de tipo “rendzina”**.
Rehuye de los terrenos demasiado húmedos o poco permeables.
Como ya sabemos, en ellos le sustituye el roble hacia la tierra baja oceánica,
o el abeto hacia el Pirineo.
Para su buen desarrollo exige una precipitación anual
superior a los 600 mm. Pero muchas de sus poblaciones soportan más de 1000 mm. ,
y no menos de 200 debe obtenerlo en pleno verano.
Un hayedo cerrado origina un microclima de gran importancia
como regulador hídrico y térmico: lluvias y mojaduras empapan el bosque cuyo
suelo va soltando poco a poco sus reservas de agua por los arroyuelos y
fuentes.
Las tierras del hayedo presentan un verano relativamente
fresco: la temperatura media de agosto oscila entre 15 y 22ºC. Según Ceballos
y Ruiz (1971)* , deshojado puede resistir los intensos fríos invernales, pero
teme las heladas tardías al no disponer de yemas adventicias para una segunda
brotación; en este contexto, las mínimas invernales absolutas no deben ser
inferiores a los 25ºC bajo cero.
………..
*Bibliografía de esta parte
Erviti, J.A (1978) Datos
inéditos correspondientes a su “Estudio florístico de la Navarra Media Oriental”.
Montserrat, P. (1966) Vegetación
de la Cuenca del Ebro. P. Cent. Pir. Biol. Exp., 1 (5): 1-22 Jaca. (1968) Los hayedos navarros. Coll. Bot., 7 (2):
845-893, Barcelona.
Ceballos, L y Ruíz de la Torre, J. (1971): Árboles y arbustos de la España peninsular.
Ministerio de Agricultura, Madrid.
………..
**Glosario de esta parte
Especie vecera: se dice de aquellas especies en un año dan mucho fruto y poco o ninguno en otro.
Suelos rocosos de tipo “Rendzina”: Son suelos de unos 50 cm de profundidad, ricos en materia orgánica, sobre roca madre caliza.
Suelos rocosos de tipo “Rendzina”: Son suelos de unos 50 cm de profundidad, ricos en materia orgánica, sobre roca madre caliza.
¿Quieres seguir leyendo? Aquí mismo tienes el ECOSISTEMA YPAISAJE DEL HAYEDO 2/3
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