¡Hola! Haciendo el zafarrancho de limpieza me he encontrado
con el número 22 de la revista “lurraren bizia” de Abril de 1993. En ese número
aparece un artículo escrito por el biólogo Alfredo Rueda Diez sobre el proyecto
de Larra – Belagua que por aquel entonces estaba a punto de desarrollarse.
Te dejo la primera parte del artículo para que le eches un
ojo, la verdad es que no sé cómo ha cambiado este rincón del Pirineo pero si tú
lo conoces seguro que puedes reflexionar sobre los cambios, positivos y
negativos, derivados de ese proyecto.
LURRAREN BIZIA N 22, ABRIL 1993.
Texto: Alfredo Rueda Diez,
biólogo miembro de Anat-Lane, fotos de Aimar Gabirai.
Larra – Belagoa: Nuestro Pirineo nuevamente amenazado.
Larra – Belagoa es uno de los lugares más bellos de Euskal
Herria. Su situación geográfica, en el extremo occidental de los Pirineos, le
confiere ciertos rasgos de singularidad que se traducen en su paisaje, una
fauna y una flora muy peculiares. Pero este atractivo no sólo ha atraído a los
amantes de la naturaleza sino que también la ha puesto en el punto de mira de
varios promotores de infraestructuras para el esquí.
De sobra conocida para los montañeros y otros amantes de las
grandes cumbres, Larra-Belagoa es nuestra pequeña porción de territorio que
contiene valores típicamente pirenaicos y de alta montaña. Su privilegiada
posición geográfica, en el extremo occidental de la barrera pirenaica y
relativamente cerca del mar Cantábrico, le confieren ciertos rasgos de
singularidad que se traducen en un paisaje, fauna y flora característicos.
La preservación del entorno natural de Belagoa supone conservar una de las áreas más ricas de Euskal Herria. |
Pero al igual que otros muchos lugares de gran valor
natural, sobre estos bellos parajes han planeado y planean proyectos
amenazadores. Hace unos años ya, una empresa privada, Etudesa, intentó promover
la construcción de una estación de esquí alpino y la urbanización del valle. En
1988 se construyeron varias pistas de esquí de fondo que “acariciaban” la
Reserva Natural de Larra (ampliadas posteriormente en 1989), cuyo impacto
paisajístico todavía no ha sido corregido.
En 1988 se construyeron varias pistas de esquí de fondo. |
La Junta del Valle del Roncal, apoyada económicamente por el
departamento de industria y Turismo del Gobierno de Navarra, ha venido pugnando
por la ampliación a 6 metros de estas antiguas pistas, la construcción de un
trazado nuevo y varios edificios para servicios y equipamiento, todo ello a
escasos metros de zonas legalmente protegidas.
En la actualidad (1993), tras la entrada en vigor a finales
de marzo de la nueva Ley de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre, el
proyecto se ha quedado estancado pues gran parte de las infraestructuras
planteadas quedan desechadas al marcar dicha ley una zona de seguridad en torno
a los espacios protegidos.
Un espacio a proteger.
Las peculiares características climáticas, geográficas y
geológicas que confluyen en la zona de Larra-Belagoa la convierten en un
reducto ecológico plagado de particularidades biológicas.
De hecho, estos valores ecológicos no han pasado
desapercibidos y en esta área nos encontramos con cuatro espacios protegidos.
De las tres Reservas Integrales (figura máxima de protección) declaradas en
Navarra, dos se encuentran aquí: Ukerdi / RI-1 y Aztaparreta / RI-2 (Ley Foral
6/10 de Abril de 1987). Además, ambas reservas integrales se hallan incluidas
en la reserva Natural de Larra / RN – 12, la cual se extiende por gran parte de
los terrenos que ahora nos ocupan, y a su vez todas ellas están dentro de la
Zona de Especial Protección para las Aves de Larra – Aztaparreta (Directiva
79/409/CEE).
Por otro lado, antes de que finalice 1993 deberá ser declarado el
Parque Natural de los Pirineos según establece la reciente Ley Foral de
Protección de la Fauna Silvestre. Dicho parque que englobará gran parte del
Pirineo navarro, desde Orreaga – Roncesvalles hasta Larra.
En Belagoa están declaradas dos Reservas Integrales. |
Si dentro de Euskal Herria ocupa el extremo nororiental, con
las mayores altitudes del territorio, dentro del macizo pirenaico constituye el
extremo occidental de la alta montaña. Más al oeste no podemos encontrar
verdaderos pisos alpino y subalpino, lo cual se traduce en que Larra y su
entorno delimitan el límite biogeográfico de algunas comunidades y de muchas
especies.
Desde el punto de vista geológico el macizo de Larra, donde
afloran las potentes calizas del Cretácico Superior – Santoniense (“calizas de
los cañones”), es una de las zonas kársticas de mayor superficie y mayores
profundidades de Europa. De hecho, este macizo viene a ser una especie de “Himalaya”
para los espeléologos, pues existen simas explotadas de extraordinaria
profundidad y con fenómenos espeleológicos de interés munidal: Suma Bu-56 con
1.388 metros de profundidad explorados, Sima de San Martín…
Desde el punto de vista bioclimático esta área pertenece al
dominio hiperhúmedo-ultrahiperhúmedo con unas precipitaciones anuales
superiores a 2.300 mm., gran parte de ellas en forma de nieve.
Si nos referimos a la vegetación, en Larra-Belagoa nos
encontramos con el límite occidental de distribución de muchas especies pirenaicas
como el Pino negro – Leherra (Pinus unciata) e importantes poblaciones de
endemismos del Pirineo Centro Occidental (Ej: Thalictrum macrocarpum, Saxifraga
hariotii, Lathyrus vivanti), algunos de los cuales han sido descubrimientos
nuevos para la ciencia por parte de estudios botánicos recientes.
En cuanto a la fauna, muchas especies tienen aquí su límite
occidental de distribución y no se encuentran en otras partes de Euskal Herria:
Urogallo – Basoilarra, Perdiz nival – Lagopodo zuria, Mirlo Capiblanco – Zozo papazuria
y Perdiz Pardilla – Eper grisa entre las aves; Sarrio – Izartia, Armiño –
Katazuri, Mrmota y Oso – Hartza entre los mamíferos.
El polifacético paisaje de Belagoa varía considerablemente según la estación del año. |
Para algunas especies, aunque presentes en otras zonas, esta región ofrece buenas condiciones para su supervivencia. Podemos citar, entre otras, las siguientes: Pito negro – Okil beltza, Pico Dorsiblanco – Okil gibel-nabarra, Gorrión alpino – Elur txonta, Acentor alpino – Mendi tuntuna. Bisbita ribereño alpino – Mendi-txirta, Treparriscos – Harkaitz-txoria, Quebrantahuesos –Ugatza, Águila Real – Arrano beltza, Chova piquigualda – Belatxinga mokohoria, Topillo nival – Elur-sataine, Rata de agua norteña – Iparraldeko ur arratoia, Corzo – Orkaitz y Marta – Lepahori.
Hablando en términos generales, la existencia de un retazo
importante de bosque virgen en Aztaparreta y de otros sin huellas de
explotación en el pasado en Larra, en un marco general de paisaje humanizado
donde las actividades humanas se integran equilibradamente en el entorno
natural (al menos hasta ahora), constituyen razones de peso para conservar y
proteger estas maravillas naturales como nos han sido legadas por nuestros
antepasados y que ya forman parte de nuestro patrimonio natural.
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