sábado, 28 de marzo de 2020

ECOSISTEMA Y PAISAJE DEL HAYEDO 2/3


Vamos con la segunda parte:

Fitotopografía

Los bosques de esta frondosa predominan entre los 400-600 y 1.700m. de altitud, siempre que el clima sea oceánico o suboceánico. Típicamente, colonizan laderas expuestas a brumas y nieblas, situadas a barlovento** en efluvios atlánticos.

Como ya dijimos, por la Navarra húmeda (Montaña y Zona media) colonizan todo tipo de sustratos y no es raro verlos crecer sobre pedrizas al pie del cantil e incluso sobre el mismo roquedo.

El vasto complejo forestal del haya establece contacto en su nivel inferior con los robledales (roble noble, marojo, roble albar); por su nivel superior, después de asociarse con el abeto en Irati, Salazar y Roncal, da paso a los boquetes de pino negro subalpinos, a unos 1.600-1.700 m.

Por el lado submediterráneo, de atmósfera progresivamente más seca, el hayedo alterna con pino albar y carrasca. Dada la disposición este-oeste de muchos montes navarros, este contacto discurre por las crestas y acentúa la disimetría natural entre umbría húmeda y solana seca.

Nunca falta el haya en los “bosques mixtos” de las gargantas fluviales, donde se mezcla con otros árboles caducifolios y perennifolios como tilo, quejigo, pinos, arces, serbales, fresnos, tejo, olmos, madroño, avellano, sauces…

Al igual que en la Europa media, esta frondosa entrañable se enseñorea en la mitad norte de Navarra; su figura y su paisaje van asociados a cuentos, leyendas y brujerías. Es muy verosímil pensar que antes de la presión humana exagerada, este árbol noble ocuparía mayor superficie que ningún otro.



Estructura de un hayedo

El estrato arbóreo denso está dominado por el haya y a vista de pájaro ofrece el aspecto de una alfombra continua; otras especies como el olmo de montaña, tejo o algún serbal, son muy escasas.

La luz tamizada de dicho dosel selecciona aquellos arbustos capaces de resistir la sombra, como el acebo, los arándanos, etc. En otros puntos no existe ni un solo arbusto sobre la alfombra de hojarasca; por el contrario, a veces pueden verse superficies cubiertas por un estrato arbustivo densísimo de hayas jóvenes, que no pasan de 2-3 m. de altura, la mayoría de las cuales quedan ahogadas con el tiempo; esta formación se conoce en el Roncal con el nombre de “zacardal”.

El estrato herbáceo suele ser variado, predominando los helechos y otras plantas con bulbos y rizomas, capaces de florecer antes de que el haya despliegue la hoja (plantas prevernales).

Abundantes plantas epífitas imprimen sello característico a los hayedos: en vez de apoyarse en el suelo, se apoyan sobre troncos y ramas; se trata de musgos, líquenes (barbas de capuchino y otros), helechos corticícolas y rara vez alguna planta superior.

El estrato muscinal** es prácticamente inexistente y se reduce a las cercanías de los troncos y a las rocas. Sin embargo, la capa de mantillo suele aparecer gruesa y el estrato subterráneo de raíces no es muy profundo.  


Fitosociología

El cortejo florístico del hayedo es sumamente cambiante. Este hecho no debe extrañarnos, ahora que conocemos la diversidad climática y edáfica de sus estaciones; como dice Montserrat (1968)* “acaso sólo tengan en común la presencia del árbol dominante”. Sus especies acompañantes dependen en primer lugar del tipo de suelo y secundariamente de los bosques que circunden al hayedo: robledal, quejigal, carrascal, pinar, abetal, bosque mixto, etc. Además, tampoco la composición florística es ajena al tipo de explotación que el bosque ha sufrido.

A continuación, pasaremos revista a tres modalidades fundamentales de hayedos: de suelo ácido, de suelo neutro y hayedos submediterráneos.

Hayedos ácidos: En la orla cantábrica, cerca de los robledales de roble pedunculado y a menos de 1300 m de altitud, se desarrollan hayedos en suelo ácido, bautizados con el nombre de Blechno-Fagetum-ibericum. Desde la parte noroeste de Urbasa hasta Quinto Real e Irati ocupan parcelas extensas, concretamente, han sido estudiados en las siguientes localidades: Puerto de Echegárate, Echarri-Aranaz, Aralar, Leiza, Puerto de Velate, Oroquieta, Montes Okolin, Algorrieta, Mendaur, Erreguerena, Luiaundi, Laszábal, Menditxuri y Puerto de Ibañeta.

A esta comunidad de suelo pobre se llega muchas veces por evolución regresiva de otros hayedos más fértiles. Su flora, en parte conocida ya de los robledales, resiste el suelo ácido y la intensa sombra.

Son constantes Blechnum spicant, Oxalis acetostella, la preciosa Saxifraga hirsuta, Arum maculatum, la gramínea Deschampsia flexuosa, la ciperácea Carex pilulifera, los arándanos Vaccinium myrtillus, numerosas juncáceas (Luzula congesta, L. sylvatica, L. forsteri…).

A veces, musgos acidófitos como Leucobryum glaucum y Polytrichum formosum tapizan ciertas áreas, indicando pobreza extrema del suelo. Digamos, para acabar, que también se introducen en ciertas ocasiones algunas especies de brezal-tojal.

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*Bibliografía de esta parte

Montserrat, P. (1966) Vegetación de la Cuenca del Ebro. P. Cent. Pir. Biol. Exp., 1 (5): 1-22 Jaca. (1968) Los hayedos navarros. Coll. Bot., 7 (2): 845-893, Barcelona.

** Glosario de esta parte

Barlovento; se utiliza sobre todo en el ámbito marinero pero también en otros, por ejemplo, durante los incendios forestales; sotavento es hacia donde se dirige el viento y barlovento desde donde sopla o viene.  

Estrato muscinal; es la primera fase de formación del suelo sobre roca caliza y consta de la degradación de la roca madre, musgos y líquenes.

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