Aquí tienes la primera parte de ECOSISTEMA Y PAISAJE DEL HAYEDO
Aquí tienes la segunda parte de ECOSISTEMA Y PAISAJE DEL HAYEDO
y vamos con la de hoy. ¿Recuerdas que habíamos visto que había tres modalidades fundamentales de hayedos: de suelo ácido, de suelo neutro y hayedos submediterráneos? Bueno, el tipo de suelo ácido lo vimos ya en la segunda parte y ahora continuamos con los otros dos.
Hayedos neutros fértiles.
Cuando nos elevamos en altitud hacia las
estribaciones pirenaicas o hacia los montes de Navarra media, hallamos sobre el
sustrato calcáreo, un hayedo de suelo fértil (tierra parda) con PH cercano a la
neutralidad a pesar del clima brumoso. Tales hayedos salpican el piso montano
pirenaico, entre 800 y 1.600m.
Su riqueza florística ha permitido definir
numerosas variantes de la asociación Scillo-Fagetum. Mencionamos algunas de sus
especies más comunes.
Abies alba (al este del Irati), Scilla
lilio-hyacinthus, Saxifraga hirsuta, Isopyrum thalictroides, Anemone nemorosa,
Pulmonaria affinis, Veronica montana, Dentaria pinata, Corydalis cava, Crepis
lampsanoides, Euphobia hiberna, Stellaria nemorum, Polystichum aculeatum,
Dryopteris filix-mas, Phyllitis scolopedrium, Gymnocarpium linneanum,
Dryopteris carthusiana, Polypodum vulgare (epífito), Epilobium montanum, Allium
ursinum, Galium odoratum, Meconopsis cambrica, Phyteuma pyrenaicum, Sanicula europea,
Paris quiadrifolia, Polygonatum verticillatum, Lathraea clandestina, Conopodium
bourgaei, Circaea luteniana, Cardamine flexuosa, Festuca gigantea, Hordelymus
europeaus, Melica uniflora, Poa nemoralis, Milium effusum, Valeriana pirenaica,
Convallaria majalis (“lirio de los valles”), boj, acebos, musgos y líquenes.
He aquí algunas localidades navarras donde han
sido estudiados: Limitaciones de Améscoas, Aralar, Monte Trinidad de Erga,
Montes Uso, Ilerriozocoa, Adaun, Luiaundi, Sorogain (Espinal), Burguete, Selva
de Irati, Uztárroz e Isaba (Roncal).
Hayedos submediterráneos.
Al sur de una línea que desde el Aitzgorri,
pase por Aralar, Ulzama, Velate, Quinto Real hasta Roncesvalles, se extiende
una banda bioclimática en la que, si ya no llegan tan directamente las brumas
cantábricas, si existen penetraciones mediterráneas que siguen los valles
fluviales.
En esta zona de transición, el hayedo se va asilando en las umbrías de los montes calizos (600-1.300 m. de altitud) y roza los robledales de hoja marcescente (Quercus pubescens, Q. petraea), los carrascales y los pinares.
Ya no se encuentran muchas especies de la
modalidad del suelo fértil y su cortejo florístico tiene un matiz
submediterráneo. Conocidos con el nombre de Helleboro-Fagetum, estos bosques
pueden seguirse por toda la vertiente meridional pirenaica.
En parte de ellos abunda el boj, pero las
especies que mejor los definen son: Euphorbia amygdaloides, Cephalanthera
rubram, C. pallens, Helleborus foetidus, Primula veris, Lathyrus niger, Rubia
peregrina, Rosa arvensis, Helleborus viridis ssp. Occidentalis, Carex
brevicollis (Urbasa), Neottia nidus-avis, Ajuga reptans, Veronica chamaedrys,
Hepatica nobilis, Ranunculus nemorosus, Poa nemoralis, Oxalis acetosella.. etc.
Estas selvas, asociadas a tierras pardo calizas
o suelos pardo-calizos han sido estudiadas en Lizarrusti (Echarri-Aranaz), Montes
Trinidad de Erga, S. Bartolomé, San Gregorio, Arromendi, Aliseto, Larregui,
Celaiandi y Puno, más Burguete. Además, a esta modalidad pertenecen sin duda los
hayedos de los valles medios de Roncal y Salazar, así como los de la Navarra
media oriental.
Debemos
destacar que entre las tres comunidades mencionadas existen siempre gradaciones
y es normal encontrar pequeñas manchas en mosaico de una u otra asociación,
según la profundidad del suelo, pendiente, acumulación de agua y nutrientes,
viento, etc.
Nuestra bella frondosa entra también en otras
comunidades periféricas, tales como el bosque mixto en pie de cantil, donde la
caída de piedras y bloques, recubre un suelo profundo. Tanto en estos
escarpados como en los desfiladeros fluviales encontramos:
Fagus sylvatica, Abies alba, Fraxinus
excelsior, Acer opalus, A. campestris, Tilia Platyphyllos, Quercus petraea,
Sorbus aria, Taxus bacatta, Pinus silvestris, Corylus avellana, Populus
trenula, Ulmus glabra, Betula pendula (escaso); Rhammus alpina, Colutea
arborescens, Arbutus unedo, Rosa sempervirens, Buxus sempervirens, Coronilla
emerus, saúcos, acebo y muchas otras especies de pedriza y cantil.
Sin duda alguna, esta es la comunidad más rica
en especies leñosas de todo el Reino de Navarra.
Dinámica de los hayedos
Explotación y conservación.
Aunque Navarra cuenta con los mejores hayedos
peninsulares, justo es decir que la mayoría de ellos han sido profundamente
alterados. Para empezar, muchos pastizales y praderas se instalaron en tierra
de haya, previa tala del árbol.
Además, muchos hayedos se pastaron en la
montanera por rebaños de cerdos y más recientemente se ha impuesto una
explotación forestal poco cuidadosa con la erosión. En la mitad oriental de
Navarra las cortas a matarrasa o en bandas han favorecido al pino albar (Pinus
silvestris), el cual ocupa grandes áreas donde antes florecían el haya: muchas
veces con ello contribuye a una desecación climática poco deseable.
Pasa un uso racional de los hayedos, debe
evitarse la acidificación del suelo, proceso paralelo a su empobrecimiento.
Gran parte de los hayedos de cuesta situados en el límite del área (límite que
cruza Navarra, como se acaba de decir) sólo deberían explotarse por entresaca y
la madera evacuarse mediante cables.
Asimismo, muchos de los que ocupan pendiente
fuerte o colonizan pedrizas deberían conservarse como bosque protector y
condensador de humedad.
Es necesario mantener intactas pequeñas áreas
de nuestros variados hayedos, muestra de selvas muy estables cuyo estudio
siempre será ilustrativo desde un punto de vista didáctico, a la vez que desvelará
muchos interrogantes ecológicos y técnicos.
Usos forestales y ganaderos
La madera de haya es apreciada en ebanistería y
para entarimados (Gradilla 1913*) la recomienda para obras sumergidas, dada su
resistencia a la pudrición. Durante mucho tiempo se utilizó en gran escala para
obtener pasta de celulosa, pero hoy prevalece el abedul o el Eucalyptus.
Sus leñas son de gran poder calorífico y sirvieron
de combustible en calefacción y destilación; ejemplo de esto último fue la
fábrica de alcohol “El Irati” en Roncal. También su carbón es bueno.
En el contexto ganadero, es común observar en
Navarra montes de haya pastoreados por ovejas, vacas y caballos; muchas veces
sólo quedan algunas hayas venerables que dan sombra y abrigo a los animales y
atestiguan la vocación forestal del terreno. Se trata de unos pastos muy
productivos, a los que se ha llegado por vía de una utilización milenaria muy
intensa. Cuando se abandonan, tienden generalmente hacia el helecho-brezal y
entonces la regeneración del árbol es muy difícil.
En los altos valles de Salazar y Roncal se han
roturado parcelas en el seno de hayedos para establecer cultivos de patata de siembra o praderas temporales; por toda Navarra oriental, el abandono de estas
superficies ganaderas o agrícolas ya no permite la recuperación de nuestra
frondosa, porque en su lugar aparecen los bosquetes espontáneos del citado pino
albar. El rápido crecimiento de esta conífera se explica por la fertilidad que
acumularon las hayas y el ganado.
Este proceso de sustitución es claro en las
solanas, ya que el pino es árbol heliófilo**, mientras que en umbrías puede
quedar el haya como segundona del pino, esperando su hora.
Ya dijimos que en el contacto del hayedo con el
robledal se hicieron plantaciones de castaño. Más recientemente se han
introducido dos coníferas exóticas; el abeto rojo de los Alpes (Picea abies),
plantado por ejemplo en Leiza, y el alerce de Japón (Larix kaemferi), del que
pueden verse repoblaciones en Basaburúa Mayor, Ulzama y Belagua.
Como monte bajo, los hayedos se explotaban a
turnos de 8 a 30 años y como monte alto entre 80 y 120 años; en este último
caso debemos insistir en la conveniencia de la entresaca, evitando los
grandes rodales a matarrasa** que no se adaptan a nuestro relieve.
Otros usos
Cada vez se generaliza más el uso del hayedo
para fines turísticos y recreativos. Resulta muy atractivo caminar sobre su
mullida hojarasca, disfrutar de la frescura de su ambiente y de su luz difusa,
practicar la caza del jabalí o del corzo, observar acaso alguna huella del oso
pardo, ver como se integra al suelo un tronco viejo abatido y sentir la fuerza
de la primavera o la nostalgia otoñal al ritmo de las hojas verditiernas u
ocres.
El hayedo es para las aves un biotopo poco
atrayente, en especial en invierno. Seis especies pueden ser las más
representativas: cárabo, pito negro, pico dorsiblanco, carbonero palustre,
agateador porteño y halcón abejero. Dos reptiles pueden considerarse habitantes
de este biotopo: la lagartija de turbera y el lución o culebra de cristal. Y en
cuanto a los micromamíferos, son característicos o frecuentes del hayedo la
musaraña colicuadrada y la enana, así como el topillo rojo y el lirón gris, y
es posible encontrar el ratón de campo, el topo común, el musgaño patiblanco,
la ratilla agreste y la ardilla común.
Hay que distinguir los hayedos atlánticos y los
hayedos-abetales. En los primeros son característicos: visón, turón, corzo y
ciervo, fuina, jabalí, liebre pirenaica y gato montés, siempre en densidad
baja. Los segundos son el refugio del oso y hábitat de martas, corzos, ciervos
y jabalíes, además del sarrio, armiño y marta en los bosques de alta montaña.
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Aquí tienes un video del hayedo en la Selva de Irati por Iosu @Xuringoa
Aquí tienes un video del hayedo en la Selva de Irati por Iosu @Xuringoa
*Bibliografía de esta parte:
Gradilla, A.F (1913) Apuntes para la Corografía
botánica Vasco-Navarra. Ed Alberto Martín. Barcelona
**Glosario de esta parte
Heliófilo: Que requiere sol directo para su
desarrollo.
Matarrasa: Tipo de corta continua de
regeneración en monte bajo que consiste en la extracción total y en una vez de todos los pies que forman el rodal.
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