lunes, 13 de abril de 2020

6 alternativas a cosas caras e innecesarias para que salgas menos de casa y compres menos por internet.

Lista de la compra

-Crema hidratante exfoliante ........... de 3,50 a 45,50 Euros
-Barrita calmante para picaduras de insectos ........... de 1,90 a 12 Euros
-Crema antiacné .............. de 9 a 45 Euros
-3 cogollos de lechuga ........... de 1,70 a 3,50 Euros
-Enraizante para plantas .......... de 4,50 a 29,90 Euros
-Pastillas para la garganta ........... de 3,50 a 9 Euros.

Salir de casa con 23,90 Euros / 144,90 Euros

¡No salgas!

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¡Hola! Ya por aquí, mucho más descansada. ¡Gracias por la paciencia! No me gusta incumplir mis promesas y ver que me dieron las 12 de la noche sin colocar el post prometido hace que los demonios me burbujéen por dentro.

Revisando las entradas viejunas de este espacio caí en la cuenta de que ahora es un buen momento para la segunda parte de los 10 secretos de pueblo con trucos para sustituir cosas que habitualmente encuentras en la tienda y que actualmente, con la situación por la que estamos pasando, podría exponerte innecesariamente. ¿Y si en tu casa ya tienes remedios y sustitutivos para esos productos? Amplío también algunos de los trucos que te expliqué y que ahora podrían serte de ayuda o de necesidad.

Los 2 ingredientes nuestro exfoliante casero y el resultado que aplicaremos en rostro y/o cuerpo.

1)      Exfoliante casero para cara y cuerpo

Para hacer este complejo exfoliante para cara y cuerpo sólo necesitamos aceite (mejor si es de oliva, pero si no queremos malgastarlo podemos usar cualquier otro como el de girasol o colza) y un puñado de azúcar. Ponemos mitad y mitad en un recipiente, el aceite impregnará el azúcar y aún nos quedará algo de líquido.

Para la cara, lo aplicamos sobre el rostro limpio y seco, con cuidado de evitar los ojos e insistiendo en aquellas zonas más dañadas, en círculos o mediante un masaje facial relajante.  Una vez terminado esto, secamos el excedente de aceite que nos quede en la cara con un papel aclaramos con agua tibia y nos secamos el rostro.

Para el cuerpo, lo aplicaremos con las manos o la esponja de la ducha frotando enérgicamente hasta que la piel haya absorbido la totalidad del aceite y sólo quede el azúcar y nos duchamos con normalidad.

Contraindicaciones: No he registrado ninguna contraindicación y es apto para pieles sensibles o propensas a tener alergias.

Precauciones: Hay que tener cuidado de que la mezcla no se nos caiga al suelo, el aceite resbala mucho. Es importante que la mezcla no nos quede muy liquida para poderla aplicar cómodamente, que la piel la absorba y no se nos caiga al suelo. Si cae, deberemos limpiarla al momento asegurándonos que la superficie no resbale.

Alternativa: sí sólo necesitamos exfoliar y no hidratar, basta con mezclar sal o azúcar a nuestro gel de ducha habitual para darle una textura exfoliante.

Truco: También sirve para zonas localizadas: labios, cejas, codos, rodillas, talones..

Preguntas frecuentes ¿por qué es necesario secar la piel o esperar a que absorba el aceite? Para que el aceite no se vaya por las cañerías y termine contaminando aún más nuestros océanos.

2)       Antipicaduras

En la vida me he comprado una barrita de esas que venden para cesar el picor que nos producen las picaduras. Es tan sencillo como poner un poco de vinagre en un papelito sobre la picadura y el picor desaparece al momento.

Contraindicaciones: Las desconozco, en principio no debería haber ninguna, pero no soy ni médica ni dermatóloga.

Precauciones: Si nos hemos arrascado, es posible que hayamos abierto una heridita minúscula en la epidermis, de ser así notaremos un escozor agudo (pero soportable) que se irá al momento.

Alternativa: No lo he probado porque soy fan del vinagre, pero leí que el limón también sirve.

Truco: No te preocupes pensando que después olerás a vinagre, se aplica de una manera muy localizada, si ves que te resulta desagradable puedes lavarte con jabón oloroso en cuanto te haga efecto.

3)      Matagranos

Descubrí el acné de manera tardía. Es molesto cuando un grano está en fase de expansión y duele… ¿qué hacer? La industria se ha forrado con nuestros complejos y narcisismos. ¡Oh! ¡Terrible! ¡¡Tengo una cita y me está saliendo un grano en la frente!! ¡¡Menudo drama!! Tanto por la estética como por el dolor es un rollo. 

Hace años en una farmacia pregunté por alguna crema para ello y ya no recuerdo si costaba 30 o 40 euros un botecillo pequeño de crema especial antiséptica matagranos. Seguro que los vale y es superefectivo si el problema es serio peeeeero… joño, ¡que son muchos dineros por una cremita para el acné!

Hacer un matagranos en casa es tan sencillo como frotar un poco de ajo sobre el grano que duela. No sirve para los que no duelen y se secaron, sólo para los que duelen. Si algo duele es porque está infectado y el ajo es el némesis de las infecciones cutáneas. Puedes hacerlo cuando te empiece a molestar o sospeches que está a punto de salir, lo normal es que si lo hiciste a tiempo no te haga falta repetir, pero si ha evolucionado un poquillo y eres de los míos, que no puedes dejártelo quieto y juegas a provocar destrozos en tu bello cutis, deberás repetirlo unas 2-3 veces o las que te sean necesarias. Actúa muy rápido.

¿Cómo se aplica? Pues se corta un trozo de la cabeza del ajo, sin piel. Te puede interesar cortar un trozo y frotarlo directamente, o machacarlo un poco con los dedos, aplastarlo y colocártelo un rato.

Contraindicaciones: No las conozco, quizás si eres un vampiro te vaya mal.

Alternativa: no las conozco.

Truco: ¿te pusiste el ajo machacado y no se sujeta en la piel? ¡sujétatelo con una tirita!

Puse a rebrotar este cogollo hace unos quince días. Es un proceso lento pero merece la pena.

4)      Rebrotar cogollos y lechugas

Hay todo un mundo en esto de rebrotar hortalizas. Las más fáciles y adecuadas para el nivel “no soy capaz ni de hacer crecer una lenteja” son los cogollos y las lechugas. Si son de huerta o maceta de balcón y consigues que tengan un poco de raíz mejor que mejor, pero si no, las del supermercado sirven perfectamente.

El procedimiento es muy sencillo; una vez se utilizó para la ensalada, se reserva el tronco, la parte inferior. En los cogollos yo lo he conseguido dejando el tronco de unos 3-4 cms, pero puedes dejar más o algo menos, sólo influirá en la velocidad del desarrollo. 

Lo pones en un recipiente que te permita su acceso, cualquiera sirve: un tupperware, un platito, la tapa de un frasco, el propio envase de plástico en el que vienen del supermercado (o de las furgonetas), no sé si te habrás dado cuenta de la cantidad de envases de plástico que se generan y que acaban en la basura tras un único uso… pero ahora que debemos mirar los dineros será el momento de desarrollar nuestra inventiva para la reutilización de envases.

En la base del envase, pones un poquito de agua, para que cubra medio centímetro más o menos…. Y a esperar. En la primera fase no hace falta que tengan luz directa, rebrotan en cualquier sitio, pero es importante que no se sequen, osea que pon tus rebrotes en un sitio que veas con facilidad.

3 fases del rebrote del cogollo. Ensalada que me hago, tronco que rebroto. Entre los que más lozanos se ven pasaron 4 días de diferencia y el más jovencito llevará unos 3 días en el agua. Depende del ejemplar. TODOS rebrotan aunque quizás alcancen para media ensalada liliputiense.  

A los 2-3 días verás que empiezan a salir las nuevas hojas. No te impacientes. Será el momento de darles un poco de luz natural y fijarte si, cuando sales a aplaudir a eso de las ocho a la ventana, necesitan más agua.

Hay quien las deja así hasta que las hojas nuevas tengan un buen tamaño. Será más pequeño que el vegetal inicial.  Yo procuro que acaben echando también las raíces. ¿De qué manera puede hacerse esto? ¡fabricando nuestro propio líquido enraizante! Mezclaremos este líquido con agua y lo reservaremos guardándolo en una botella o tetrabrik. Es importante que lo señalicemos antes de conservarlo en la nevera, donde puede aguantar varias semanas. 

Hecho esto, y cuando veamos que las hojas necesitan más brío, si nuestra intención es plantarlo, añadiremos la mezcla en lugar del agua y elevaremos la plantita para que haya distancia entre la base del tronco y la base del recipiente. La idea es que cubra lo suficiente para que la planta escoja cual es el lugar por el que es más factible fabricar y liberar la raíz. Yo me ayudo de unos palillos o le fabrico un soporte con cartón. Recuerda que la intención es que la planta quede elevada respecto al fondo del recipiente sin que el agua llegue a tocar el punto de nacimiento de las hojas más próximas a su base. Cuanto más precisa sea la ejecución, mayores probabilidades para que rebrote sin pudrirse y enraíce bien.

Cuando veas las primeras raicillas, añade algún tipo de nutriente al agua, el líquido enraizante tiene nutrientes pero la planta se ha acostumbrado a ellos, forman parte de su genética y es bueno enseñar a las nuevas raíces, desde chiquititas, provocando su funcionamiento con nutrientes adicionales. Yo utilizo un poquito de ceniza.

Cuando las raíces tengan un buen tamaño y aspecto, llega el momento de plantar nuestro rebrote. Imagino que no hace falta decirte el modo de hacerlo. Una maceta, tierra, y poco más.

Si queremos asegurarnos de que en el proceso no se ha dañado nuestra planta, podemos regar la maceta con el líquido enraizante que nos haya sobrado.



5)      Hacer un líquido enraizante

Vale, empezaré diciéndote que si tienes el nivel “no soy capaz ni de hacer crecer una lenteja” se trata precisamente de eso. No te pongas nervioso. ¡Conseguiste que te rebrote una lechuga o cogollo! ¡¡Estás más que preparado para germinar lentejas!!  

Tomaremos un puñado de lentejas. Pondremos varias capas de papel higiénico, de cocina, de mocos o alguna servilleta dentro de una fiambrera (o tupperware) que tenga su tapa. Echaremos el puñadito de lentejas y después, por encima otras dos capas de papel. Lo mojaremos un poco, lo suficiente para que el papel de abajo y de arriba quede empapado, y cerraremos el recipiente.

Esto de cerrar el recipiente es la clave. Se conserva más tiempo la humedad y todos los fallos de la germinación mediante este método radican en que el papel se acaba secando sin que nos demos cuenta. Cerrando el tupper no pasa absolutamente nada si no le ponemos agua en tres o cuatro días, que es lo que las lentejas necesitan para empezar a germinar.

No pongas muchas, piensa que cuando broten van a necesitar bastante espacio y cada una de las lentejas necesita el espacio equivalente de, al menos, tres veces su tamaño. Un día me pegué una buena sorpresa, pues de la noche a la mañana me encontré que los brotes de las lentejas habían empujado al papel mojado superior y salían abriéndose paso con tal fuerza que.. ¡se había destapado! Estaba la tapa unos 7 cms por encima del punto de cierre, el papelito… y las lentejas buscando su espacio vital. Así aprendí que es bueno no poner muchas y dejarles sitio.

Vale, dejaremos las lentejas germinando hasta que se desarrollen 1,5 cm o 2 cm. Esto ocurrirá a los 3 – 6 días, dependiendo de la variedad de lentejas y características ambientales del recipiente. Cuando hayan germinado estos centímetros, las batiremos con la batidora eléctrica añadiendo agua antes. Las trituraremos bien para después pasarlas por un colador. Lo que nos interesa es el líquido resultante y no la pulpa. La pulpa sirve de abono pero el complejo enraizante es el que se quedó en el agua.

Pasaremos esta agua a una botella o tetra brick (¡recuerda escribir bien clarito LIQUIDO ENRAIZANTE, MEJUNJE DE LENTEJAS o lo que quieras para no tomártelo de desayuno un día que tengas despistado.)

Creí que podría enseñarte todo el proceso para hacer nuestro enraizante casero con lentejas, pero al destapar las que puse hace poco aún no están en su punto. Han de germinar todas o el 95% y alcanzar mayor tamaño. 


6)      Un remedio para la garganta irritada y la afonía

Te toca hablar en público o por videoconferencia ante cientos de personas… y luego a cantar con la coral….y ¡plas! Ya notas la garganta carraspeante que derivará en afonía. Te preocupas tanto que notas ese grano subyaciente en la frente… ¡terrible!

Te enseñé a librarte del grano en sólo unos segundos, ahora te enseñaré un remedio para la garganta.

Muy sencillo; se exprime un chorrito de limón en agua caliente en las proporciones que te apetezca. A mi no me gusta la limonada así que le echo poca cantidad de limón (no llega al zumo de media pieza) y medio vaso de agua. Es importante que el agua esté caliente, eso sí, a  temperatura de infusión, y antes de tomarlo lo dejas enfriar lo justo para no abrasarte la boca.

Depende de la persona, hará falta hacerlo una vez, dos, o tres. Cuanto más evidente es el mal de garganta mejores resultados ofrece con sólo tomarlo una vez.

Me hizo gracia, el verano pasado se acercó un amigo que suele venir al museo, para saludarme con la voz super tomada. Me contó que llevaba días afónico… y que no se le pasaba. Le dí mi truco y me dijo que lo haría. Al día siguiente apareció con su vozarrón habitual, fue oír la voz, el tono…. y supe que lo había probado. Después del “Hola vecina, ¿qué tal?” vino el “te hice caso” y me eché a reír ¡era muy evidente la mejoría!.

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Bueno, pues hasta aquí la entrada del lunes, recuerda que con el nuevo cambio de periodicidad volvemos a los orígenes y sacaremos nuevo contenido los lunes, los jueves y los sábados, así que sólo me queda despedirme de ti ¡¡hasta el jueves!!

Sé feliz y cuídate (cuídanos) mucho. 

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