Nuevas amenazas
En la primavera de 1992 la nueva Junta del Valle del Roncal,
elegida en 1991, inicia los trámites para ampliar las infraestructuras dedicadas
al esquí planteando, incluso, la intromisión en zonas de la Reserva Natural
como Eskilzarra. El 29 de octubre de este mismo año (1993) aprueban el proyecto
que en una primera fase plantea las siguientes obras; ampliación de las pistas
existentes (Eskilzarra, Bortuzko, El Ferial, Zanpori y conexiones entre éstas)
desde los 3,2 metros actuales a 6 metros, apertura de nuevas pistas en las
zonas de Zanpori y Zemeto, excavación de trincheras y voladuras de rocas para
eliminar “pasos peligrosos”, construcción de nuevos aparcamientos en El Ferial,
desviación de la regata y desecación de la zona húmeda del Llano de Eskilzarra,
nuevas señalizaciones y la construcción de cinco edificios dedicados a
actividades hosteleras para cuyo abastecimiento de agua se captará de las
escasas fuentes de la zona.
El valle de Belagoa es visitado por un gran número de personas. |
Pero quizás, lo más preocupante de todo sea la propuesta de
utilización durante todo el año de las pistas y refugios proyectados. De hecho
si el impacto de la práctica del esquí nórdico puede considerarse moderado en
época de innivación, el impacto se tornará crítico e irreversible en caso de
fomentarse las actividades el resto del año.
El 15 de diciembre de 1992 este disparatado proyecto logra
el espaldarazo definitivo por parte del Departamento de Industria, Comercio,
Trabajo y Turismo concede 117 millones de pesetas a la Junta del Valle para la
realización de las obras en los próximos años.
Para los conocedores de estos parajes no queda la más mínima
duda de que este proyecto supone la urbanización definitiva de Larra-Belagoa y
un impacto irreversible sobre su medio ambiente. Esta no es una afirmación gratuita
sino que se deduce aplicando la técnica de los escenarios comparados tras
observar la huella permanente que han dejado las pistas construidas en 1988 y
1989. Las excavaciones y taludes realizados entonces no logran ni recuperarse
ni integrarse en el paisaje, y las revegetaciones planteadas han sido un
rotundo fracaso. No hay que olvidar que las comunidades del piso subalpino son
tremendamente complejas y se han conformado tras un largo proceso de evolución
en unas condiciones físicas muy adversas para la vida.
La construcción de nuevas infraestructuras hoteleras conllevará el aumento de presencia humana. |
Para la fauna del lugar, con numerosos representantes de
especies de montaña amenazadas, se avecina un futuro muy negro en caso de
llevarse a cabo el proyecto. La construcción de nuevas instalaciones hoteleras
fijas en el corazón de Larra, va a conducir a un aumento desorbitado de la
presencia humana incluso en época primaveral y estival, cuando las especies
amenazadas que pueblas Larra necesitan mayores extensiones de terreno para
desarrollar tranquilamente su ciclo vital.
Especies tan amenazadas como el oso ó el urogallo pueden
desaparecer definitivamente de nuestro territorio si se degrada su hábitat por
una masiva presencia humana.
Además, la ampliación de las pistas a 6 metros de anchura
seguramente atraerá actividades mucho más molestas como el 4X4. Por otra parte,
la captación de agua de fuentes y la desecación de zonas húmedas, en una zona
del karst como Larra, donde la mayor parte del agua filtra, se constituye en
una grave alteración del hábitat de la fauna que depende en sus totalidad de
estos escasísimos puntos de agua.
Por otro lado, este proyecto no se justifica desde el punto
de vista económico ni se le adivina su posible contribución a la mejora del
nivel de vida de los roncaleses. El proyecto carece de un estudio de viabilidad
económica que justifique esta polarización de actividades en torno al esquí de
fondo. Las modas pasan, las ofertas se diversifican y los esquiadores que alcanzan
un cierto dominio se aburren en las pistas y prefieren esquiar en lugares
abiertos. Además se pretende depender de la nieve, el factor atmosférico más
variable e impredecible: a todas luces una empresa muy arriesgada. La
proliferación de establecimientos hosteleros en Larra alejará los clientes de
los bares y fondas de Isaba y otros pueblos del valle, el lugar más racional
para su emplazamiento. De hecho, el gremio hostelero de Isaba ha iniciado
movilizaciones contra dicho proyecto.
A la hora de proponer alternativas existe una bien clara: la
carretera hasta el portillo de Ernaz, posiblemente la agresión medioambiental
más dura realizada en Larra-Belagoa hasta ahora. Es la pista perfecta para la
práctica de esquí de fondo, posee la anchura, longitud, altura y pendientes
soñadas por los técnicos y no cuesta nada. A la vez su utilización como pista
de esquí reduciría su efecto negativo al permanecer cerrada gran parte del año.
Así impediría que alrededor de 500 esquiadores invadan La Contienda, dentro de
la Reserva Natural de Larra, cuando la nieve escasea, algo que ocurre con gran
frecuencia.
Ante estos graves hechos, ya el pasado año, los grupos
ecologistas: S.C.N, Gorosti, Eguzki, ANAT-LANE, Lamdazuria, Eki y Asamblea
Ecologista de Tierra Estella, iniciaron una campaña de oposición que incluye
una recogida de apoyos entre los colectivos de montaña, que continuará hasta el
abandono total del proyecto por parte de las instituciones.
En la actualidad el proyecto está paralizado ante la
multitud de irregularidades administrativas (entre ellas, la carencia del
Estudio de Impacto Ambiental) que presentaba el proyecto presentado por la
Junta del Valle del Roncal.
Además, la recién aprobada Ley de Protección y Gestión de la
Fauna Silvestre establece una zona de protección alrededor de las Reservas
Naturales de 250 m. a 500 m.,la cual deberá ser delimitada en el Plan de Uso y
Gestión; en el caso de que dicho Plan no la especifique, como ocurre en Larra,
la zona de protección tendrá 500 m,. Evidentemente, esta Ley tira por tierra
gran parte de las infraestructuras propuestas, muchas de las cuales rozaban
claramente la Reserva Natural.
Aún así, las espadas siguen en alto pues se pueden acometer
las obras parcialmente o planear la intrusión en la banda de protección
calificando las obras como Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal
según la Ley Foral 6/86 de Ordenación del Territorio. Esperemos que la
racionalidad se imponga y entre todos archivemos un proyecto que supone
destruir uno de los más bellos parajes de nuestra tierra.
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